sábado, 30 de junio de 2018

Partidos confesionales en América Latina (contexto histórico y marco conceptual)


Al revisar la historia de Latinoamérica (desde su conformación como estados) se le ha asociado por mucho tiempo al cristianismo y sobretodo la Iglesia Católica Romana. El único desafío al catolicismo fue el anticlericalismo y el “ateísmo” liberal que finalmente redujo sus privilegios en los estados nacionales liberales (en la mayoría de países) y la apartó del poder formal, sin embargo, la iglesia siguió siendo como un aliado político importante durante la época de las dictaduras.

Ya durante buena parte del siglo XX los mecanismos de dominación característicos de las sociedades latinoamericanas (el caudillismo, el caciquismo, compadrazgo y el autoritarismo) permitieron a la iglesia católica estar presente en ceremonias públicas, como posesión de presidente, alcaldes, etc. Inclusive hasta los 80´s prácticamente era un monopolio (Pérez, 2017). Incluso, los políticos desdeñaban al protestantismo, y los evangélicos se mantenían fuera de la política.

Semán (2000) asegura que en los 90´s, las iglesias pentecostales desde una experiencia religiosa brindaron recursos simbólicos y materiales a los sectores populares aislados que les permitieron resignificar su situación y revertirla parcialmente para el desarrollo de nuevas capacidades. Míguez (1997) destaca que las iglesias pentecostales de barrio sirven de refugio ante problemas que ni el Estado, la Iglesia católica y los partidos políticos pueden solventar.

Durante la misma década finalizan la mayoría de regímenes burocrático-autoritarios y se avanza hacia las "transiciones democráticos", en este contexto algunos dirigentes evangélicos neopentecostales manifiestan la voluntad de traducir las demandas religiosas en organizaciones políticas partidistas. Así ocurrió la creación de movimiento "evangélicos" que en doce países presentaron candidatos a cargos públicos. Bastian (1999) define a estos "políticos de Dios" y partidos políticos confesionales "evangélicos" como: formaciones de inspiración religiosa que buscan o tienen influencia en la política, que sirven de medio para la expresión de reivindicaciones de ciertos sectores de la sociedad civil. Las formas religiosas pentecostales y evangélicas ofrecen un terreno privilegiado para la elaboración de alternativas políticas confesionales aunque se caracterizan por su fragilidad en cuanto a competitividad y estabilidad. Sin embargo, cuando se esperaba que las Comunidades Eclesiales de Base católicas sirvieran de instrumento para la expresión política de los "pobres", son las sociabilidades sectarias las que parecen cumplir esta tarea.

En el contexto más actual, Couffignal citado por Bastian (1999), la transición democrática se caracteriza por tres rasgos: Ya no es posible comprar por el estado y políticos tradicionales a toda la población que accede libremente al sufragio (es decir, se dificulta mantener el clientelismo). Por otra parte, las sociedades latinoamericanas muestran una considerable atomización ligada a la gran velocidad de cambio. Y una crisis de los partidos políticos tradicionales en representatividad está cuesta en tela de juicio  el auge de nuevos actores sociales. Ahí surgen los partidos y/o políticos confesionales.

Estudio de caso Partido de Restauración Nacional elecciones presidenciales 2018 en Costa Rica 

Sus antecedentes vienen antes 


miércoles, 6 de junio de 2018

Un FMLN anti-aborto y un ARENA pro- Monseñor Romero

Entre los seguidores de voto duro en los partidos no es difícil encontrar posturas partidarias rígidas, tercas o sin fundamento que suplantan el diálogo con insultos, amenazas y difamaciones (observado con frecuencia en redes sociales). Aunque hay que reconocer que tomar una postura partidaria es un legítimo derecho en una sociedad democrática, sin embargo, esto no debería de reducir la percepción de la realidad y fomentar la discriminación, intolerancia y resentimiento que poco o nada ayudan a la convivencia, incluso intolerantes y con imposibilidad de diálogo.

Al revisar la teoría política, hay dos tipos de partidos que consideran la ideología como importante. En primer lugar los partidos de notables quienes son un grupo reducido de personas con prestigio social o económico que permite atraer muchas personas (tal como se podría calificar a Arena). En segundo lugar, los partidos de masas caracterizados por tener una amplia base de afiliados con lazos fuertes con organizaciones como los sindicatos (tal como puede clasificar al FMLN). Estos dos tipos de partidos -de acuerdo a la teoría política- tienen una ideología claramente diferenciada entre ellos, la cual es de mucha importancia para la identidad de sus miembros. Es decir es muy difícil que puedan traslaparse líderes o posturas políticas que se consideran importantes para cada uno.

Sin embargo, al analizar ciertos mensajes en ambiente de pre-elecciones, se observa que hay puntos donde los candidatos están dispuestos a sacrificar la ideología con tal de atraer votos del centro (ver teoría del elector mediano de Anthony Downs). Por ejemplo, dirigentes del FMLN (izquierda) se muestran cautelosa con respecto de salud sexual y reproductiva , a pesar que la ideología que mantiene (una parte importante de su militancia) promulga la opción del derecho a decidir, las uniones entre personas del mismo sexo y la interrupción del embarazo. Por otro lado, ARENA no solo habla con cuidado de Monseñor Romero, sino que incluso muchos de sus altos dirigentes lo toman como un símbolo católico, sin embargo, dentro de su partido genera mucho repudio (dentro de buena parte de la gente de Arena) porque se asocia a una opción de izquierda o preferencial por los pobres.

Las declaraciones citadas hacen pensar que estos partidos están dispuestos a sacrificar la ideología particular, para atraer votantes, tal como lo parece estar haciendo Nayib Bukele en miras a las elecciones 2018. Los políticos han entendido que deben de mostrarse flexibles ante ciertas posturas sí quieren conservar el poder o competir por alcanzarlo (ya sea que su actitud sea genuina o no, lo cual es otra discusión). Esto es importante de reflexionar, ya que se avecina una etapa en la que muchos militantes se ponen a defender ideas de manera vehemente incluso generando violencia en las calles y redes sociales, lo que contrasta con estas posturas de los candidatos de sus partidos. De ahí que esta reflexión permita pensar que los políticos han reconocido - a regañadientes- la necesidad de sentar posturas conciliatorias, estas le hacen mucha falta al país en ambientes electorales, que ya tiene suficiente muerte y violencia aun cuando no hay campaña.

Sin embargo la pregunta que se genera es ¿estarán traicionando su ideología los partidos? ¿será que los dirigentes son menos testarudos que su militancia?