La experiencia fue única, muchísima gente (nacional e incluso extranjera) e incluso participamos, no me podía permitir solo quedarme viendo. Luego de comer unas empanadas, buscamos un bar, luego de ver algunas opciones cercanas, fuimos a un bar donde había un grupo que estaba tocando salsa y cumbia en vivo, sin duda lo hacian de forma muy profesional. Dolor de vientre de la compañera era incisivo y lo remarcó toda la noche. Luego tomamos un taxi fuera del bar y regresamos a la casa.
martes, 25 de agosto de 2020
Visita a Santiago de Cali
La experiencia fue única, muchísima gente (nacional e incluso extranjera) e incluso participamos, no me podía permitir solo quedarme viendo. Luego de comer unas empanadas, buscamos un bar, luego de ver algunas opciones cercanas, fuimos a un bar donde había un grupo que estaba tocando salsa y cumbia en vivo, sin duda lo hacian de forma muy profesional. Dolor de vientre de la compañera era incisivo y lo remarcó toda la noche. Luego tomamos un taxi fuera del bar y regresamos a la casa.
sábado, 26 de mayo de 2018
Salvadoreños de visita en Bogotá, conociendo Bogotá
Fátima es muy intuitiva buscando lugares de alojamiento y sobretodo, tiene mucho arrojo. Ella buscó en una página tipo Trivago para pasar al menos las primeras dos noches en un lugar conveniente.
Desde el aeropuerto logramos llamar por teléfono (lo cual fue una pequeña odisea que nos tomó algo de tiempo) y el hotel nos mandó un taxi que nos llevó a nuestro destino. Cabe resaltar que al dichoso taxista nos fue difícil pagarle, ya que pensábamos que nos cobraba de más, sin embargo, éramos nosotros los del problema para hacer la conversión, difícil el acoplamiento a la nueva moneda. Ya en el lobby del hotel (algo Inn.)..ubicado en una zona "de caché"- encontramos unos brasileños, yo sonsacaba a Fátima para que les hablara en portugués, (ella había hecho un nivel de dos meses, y había que sacarle el jugo) al final le ganó la pena. Nunca les dijo nada.
Luego de dejar nuestras maletas, salimos a buscar comida, y encontramos un lugar de Arepas muy cerca del Hotel. Según nosotros era barato, (pero hay que recordar que estábamos en un barrio élite) entonces comimos las arepas dentro del sencillo restaurante y las disfrutamos. Luego, nos regresamos al hotel a descansar. Amanecimos un domingo ya listos para conocer la ciudad, llegamos a la parte baja del hotel donde cada quien se servía el desayuno, ese día caminamos y vimos la ciclo ruta. Mucha gente emocionada, pasamos por varios lugares incluyendo la parte de enfrente de la universidad nacional.
Al siguiente día salimos a buscar un nuevo hospedaje, tomamos en trasmilenio lo cual fue toda una aventura, me gustaba ver las calles anchas y estaba impresionado por la cantidad de gente que usa este medio.
Luego de ver varias opciones, nos quedamos en el barrio Candelaria en un hotel de mochileros cerca del Chorro de Quevedo (donde no hay chorro pero si moteros), la habitación era sencilla (color amarillo) y hacía un frío insoportable, Fátima lo había vivido en carne propia estando ahí en los días de lluvia, que no le permitieron salir. Estando sola aprovechó para hacer un city tour y ver los lugares de grafitos con su explicación, aunque era gratis al final se le "pedía" una colaboración. Yo fuí nuevamente a la conferencia, y recorría los alrededores cuando había lugar. Ví un simulacro de terremotos y se veía mucha gente por las calles, ademas recorrí los centros comerciales cerca del área (el planetario aunque estaba muy cerca no fuí, hasta ya unos días después con Fátima). También, vimos una marcha por la Paz cerca de la avenida 7 donde tambien iban sindicatos.
En el hostal conocimos gente de varios lados, por ejemplo: un mexicano que trabajó en el gobierno y luego de ser cesado había estado recorriendo latino-américa, también un francés de padres chinos y un alemán que siempre andaba ebrio.
El día siguiente, regresé a la conferencia por la mañana y al medio día (que fuí a buscar mi comida) llovió mucho y hacia mucho frío, inclusive me quedé encerrado en una venta de hamburguesas y me perdí un par de conferencias porque no paraba de llover. Ya por la noche, salimos otra vez, fuimos a un bar cercano a platicar de la vida, el alemán ya sabía varias palabras en español y era muy amable. La conversación fue muy amena y chistosa. Se respiraba en general un ambiente de mucha paz, un par de ofrecimiento de drogas cuando andábamos con extranjeros en el barrio Candelaria. Solo al alemán le ofrecían y al chino le causaba indignación que a él no le dijeran nada.
Los días siguientes recorrimos varios lugares en Bogotá, yo disfrutaba mucho del acento de la gente y lo quería imitar a cada momento que hubiera oportunidad, los libros (piratas) que se vendían a granel en las calles, pero sin duda el amor más grande fue la "bandeja paisa", la probé y quedé encantado, deliciosa sin duda. También me llamó la atención que se podía comprar Zucaritas con leche en la calle en puestos ambulantes.
Un día fuimos en la tarde al funicular/teleférico de Monserrat junto con el chino/francés. Tomamos muchas fotos pero creo que todas se perdieron, pero la pasamos muy bien: vimos las banderas de múltiples países en la boletería, contemplamos a toda la ciudad desde arriba y platicamos acerca de Dios y la vida dentro de la capilla en Monserrat. Arriba vendían camisa con Pablo Escobar de imágen
Al día siguiente nos despedimos del amigo chino/frances cuando fuimos a hacer un cambio de moneda al centro de la ciudad. Durante el día visitamos el planetario de Bogotá donde habían suéteres de Colombia y juguetes del principito, no compramos al zorro y Fátima se ha arrepentido muchas veces hasta el día de hoy. En nuestro recorrido visitamos varios museos: el museo del oro, el museo de Botero y el Museo Nacional.Todos muy bonitos.
En las calles habían libros que se vendían de manera informal, los vendedores ponían un plástico y cubrian con otro trasparente para protegerlos de la lluvia.
Luego cambiamos de grupo de amigos, nos fuimos al parque Virrey (en la esquina había un Juan Valdés) donde hicimos picnic con extranjeros del coach surfing, después de dos horas de hablar al final se nos junto una muchacha. Caminamos con amigos latinos de varias partes (venezolanos, con raíces europeas del este -talvéz lituana- y por supuesto colombiano) fueron muy amables, nos llevaron al supermercado para comprar cosas para compartir en el picnic, vimos las frutas eran exóticas.
Al terminar la comida nos llevaron al Centro Comercial Andino. Ya en la noche caminamos quise comprar chocolates y me metí en una tienda, pero la barra valía más de $10 estaba extremamente caro en la calle, por supuesto que no lo compré. Más de tarde fuimos al Bogotá Beer Company donde conversamos acerca del costo de la vida en Colombia y de la música de moda en los 90´s. Ya para el regreso viajamos por el transmilenio, incluso Fátima tuvo miedo por un grupo de muchachos que le generaron desconfianza aunque al final no pasó a más.
También disfrutamos de caminar en la Carrera 7 lo cual se convierte en calle peatonal donde hay espectáculos, gente jugando ajedrez y puestos de comida. Fátima comió una arepa en la calle, estaba muy feliz y le tomamos una foto. Entramos a una librería y compramos un libro de Zigmung Bauman de la modernidad líquida, cotizamos los precios de las chamarras en las ventas de usadas y eran carísimas, la de menor precio $80, al final Fátima me compró un sueter muy bonito y sencillo (como se puede ver en la foto de la catedral). Además caminamos la calle lleva a la plaza Bolívar la parte central de la ciudad vieja Bogotá enfrente del palacio de Justicia famoso por el asalto del M19.
Visitamos el campamento de la paz en Plaza de Bolívar, donde campistas reclamaban la firma del Si por la paz en Colombia y nos contaron su versión del proceso, incluyendo actores como: paramilitares, narcotraficantes, movimientos guerrilleros y el gobierno y la relación entre ellos. Hablamos con un amigo que nos dio su testimonio muy sentido. El tema en ese momento realmente genera mucha conmoción. Comer pizza barata de la calle frente al museo nacional.
Una noche antes compramos en un super algunos regalos (incluyendo cervezas y café en polvo Juan Valdez). Al recorrer la ciudad Bogotá se veía una ciudad bastante moderna, con edificios construidos y en construcción sobretodo esto último. Ya en nuestra última mañana, compramos muchos recuerdos para los seres queridos en la avenida 7 en una tienda de artesanía , y ya en el aeropuerto chocolates. Fue nuestro primer y único viaje solo los dos juntos y solos al extranjero. La tierra de Aureliano Buendía, los Hermanos Castaño, Jaime Garzon (comediante), Botero (pintor), Carlos "el pibe" Valderrama y Betty la Fea, nos trató muy bien.
miércoles, 11 de enero de 2017
Maquiavelo y el fútbol - ¿Qué diría Maquiavelo del caso de Fito Zelaya?
En el caso del jugador, si el objetivo fuera frenar la corrupción para consolidar una mejor selección, sería lo más prudente no convocarlo. Sin embargo, la Federación salvadoreña de fútbol permitió que 'Fito' regresara con el argumento de que "es un jugador con un plus diferente... y que viene a mostrar por qué ha sido llamado, ya cumplió su pena", ahora revisando la historia ¿qué ha sucedido en otros casos similares en el mundo del fútbol?
viernes, 18 de noviembre de 2011
Independencia y la formación de la República en latinoamérica
jueves, 3 de marzo de 2011
Quiénes gobiernan el mundo?
Se entiende como imperio al poder que domina sobre la soberanía de uno a varios territorios en un período histórico determinado.
Nadie puede dudar que Estados Unidos constituye hoy en día la potencia militar más fuerte del mundo, por medio de las guerras, armas y ejércitos expanden su influencia y poder en una mayor cantidad de territorios, paradójicamente imponen su idea de “libertad” generando dependencia de manera directa o sútil, su objetivo es crear territorios independientes ligados a las políticas y modos de pensamiento norteamericanas.
Un imperio en su sentido clásico es regido por un emperador, pero el presidente de Estados Unidos no es un emperador, los verdaderos entes de dominación nos hacen creer que nosotros elegimos los gobiernos en cada país y expanden la idea de democracia para que creamos que somos libres. El verdadero poder no se limita a la estructura de un país o una persona, sino que es una élite transnacional corporativa representada en un sin número de empresas, este es el verdadero poder.
Estas empresas nos hacen creer que ellas son controladas por los gobiernos y sus leyes, sin embargo son estas corporaciones las que imponen sus condiciones a los gobiernos, nos hacen creer que la libertad de consumir es fundamental para alcanzar la felicidad, y sin darnos cuenta los hace a ellos acumular más riqueza y en cambio a las mayorías continuar en el camino de la enajenación y en miseria.
El imperio real nos trata de confundir para que culpemos a los gobiernos ( y hablo de cualquier tendencia política) de nuestras miserias y desgracias, sin embargo son estas corporaciones las que controlan nuestros gobiernos , los medios de comunicación, los precios y nuestros deseos de consumo.
Ellos se desentienden de los problemas y nos hacen creer que nos brindan las garantías para garantizar nuestra necesidad de consumo que ellos mismos han creado. Al final estas corporaciones transnacionales son el verdadero imperio.