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jueves, 10 de septiembre de 2015

La importancia de hablar mierda

Por: NICOLAS BUENAVENTURA

A MENUDO ME OCURRE. EN LOS PASOS previos a una asamblea comunitaria que estoy allí, con la vecina, la animadora, la líder, la vieja que mueve la gente, y conversamos como ver correr el agua. Simplemente conversamos. Hablamos por hablar.

Y, de pronto, sin más ni más, sucede que nuestra conversa, como cuando uno va río abajo, jugando, llevado por la
corriente y se agarra por las ramas de un árbol de la ribera para saltar a tierra, la conversa salta u lo que nos corresponde, a lo que toca, al terreno firme. Y he allí que llegamos a lo que íbamos, a los asuntos de la asamblea
comunal. Porque hay algo nuevo, lo que yo no sabía. Algo urgente. Discutimos. Yo me voy con cuidado. Le conozco a ella el cobre. Y el tema da para largo.

Sin embargo, sin saber cómo, por cualquier razón, hemos cortado. Nos descarriamos, nos desubicamos otra vez.
Alguien interrumpió. Surgió un nombre. Y nuestra conversa se vuelve agua de nuevo. Hablar por hablar.

—Oiga, vecina, ¿se acuerda de Ernesto? ¿Qué se hizo Ernesto? ¡No lo he vuelto a ver!

Entonces él, Ernesto, adquiere dimensiones colosales. Es nuestro lugar común, el nexo, lo que nos une. Porque los
dos, mi vecina y yo, necesitamos amarnos, es decir, comunicarnos, y es imposible lograrlo así, de una vez, directamente. Bueno, ello sería posible si nos acariciáramos entre ambos o bien si nos diéramos golpes. Pero la vecina y yo somos apenas compadres. No somos amantes ni somos rivales. Simplemente conversamos. Ni siquiera nos damos la mano o unas palmadas al hombro, mucho menos un abrazo. Por eso necesitamos tanto a Ernesto.

Ambos hemos tenido, de años atrás, voces y lances con Ernesto. Entonces se crea el triángulo mágico. A través de Ernesto nos encontramos ella y yo. Las dos relaciones, las dos historias, la de ella y la mía, con Ernesto, se entrelazan, se confunden. Río abajo con Ernesto como en chalupa, embarcados, hablar, garlar, ranear, platicar. Hay tanta tela de dónde corlar. Y, de improviso, quién sabe, no entiendo cómo, volvemos al asunto crucial, listamos estamos en los preparativos de la asamblea comunal. (Yo le conozco a la vieja, a mi vecina. Sé bien para dónde va).
En este momento cuento cada palabra. Tengo cuidado. Ahora ya no estamos charlando. Estamos en el asunto, en el negocio. Estamos en lo que estamos.

Cuando yo era muchacho, la abuela encabezaba en la casa la oración del Santo Rosario y toda la familia coreaba y también los peones y la servidumbre. Pero, de pronto, se cortaba la letanía de un tajo.

— ¡La chucha! —Gritaba la abuela—. ¡La chucha! ¡La sentí! ¡Se va a comer las gallinas!

Y todos saltábamos de la ronda, del ritual, iniciando la cacería.

—Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores—, volvía a encabezar la abuela, una vez termi- nada la faena, como si nada, como ver correr el agua.

Mi vecina y yo somos compadres. Ella lava ropa y con-versa. Se las sabe todas. De casa en casa. Sin ella no se
hace nada aquí en la comunidad. Yo la ayudo, claro está. Pero yo soy tengo trabajo formal. Voy y vengo.

La gente se va arremolinando para la asamblea. Llegan desgranados, por grupos, o bien solos, uno por uno. En- tran orillados, como con miedo. Por todas partes hay paliques, corrillos, ruedos. Es la asamblea comunal. Se está cocinando el rito, la ceremonia.

Yo no suelto a mi vecina. Estoy en lo que estoy. A esta asamblea va a venir la pesada. Estamos a la expectativa.
Aquí se puede perder todo lo que se ha ganado. Hablamos. Hay que medir cada palabra, ahora no es charla.
Ahora la palabra no se casa con la palabra. Ahora la palabra se casa con el asumo, con la idea. Ahora no hay
tiempo que perder, la cuestión va en serio.

Sin embargo, mi vecina está hoy muy almidonada, muy de blanco, está echando lujos. Y no reparo en decírselo
por embromarla.

—¿Es que viene el doctor, verdad?—. Y vuelvo a la carga con el traje y el doctor. Y ya estamos embarcados en el
«doctor» río abajo. La última vez que vino... ¿y el otro?
—¡Bueno, ese no volvió!

—El otro, el chiquito, ¿qué se hizo?

Hablamos. Nos echamos un rato por ese atajo, sin querer. Porque el tiempo corre y no nos hemos puesto de acuerdo.
Ya se sienten pasos de animal grande. No obstante, recuperamos el tema, el terreno firme. No vamos a ceder, las
cosas son como son. Hay que poner todo en su punto.

Pero mi vecina no da prenda y yo me azaro.

—Vecina, ¿usted que dice? En la comunidad no puede haber secretos. El tipo ni siquiera permite sacar fotocopias de esos papeles. Vecina, ¿ese asunto se va a tratar o no se va a tratar?

Ahora ya es tarde. Ya está entrando la comitiva y el rumor
se asienta. Ya nadie alborota más. Los corrillos se disuelven, encuentran su acomodo. Algunos se quedan de pie.
quizás para facilitar la escapada.

Y es en ese momento, ¡Dios mío!, cuando tiene lugar el milagro. Ese milagro increíble de la transfiguración de mi vecina, de esta buena mujer que se mete en cualquier escondrijo del barrio, que es uña y
mugre con cada uno, con todo mundo.

Es increíble pero es cierto. Sucede que se lee el orden del día y en primer lugar está ella, el saludo y el informe de
Ella. Así que mi amiga, mi interlocutora, mi vecina, pasa a la tribuna y empieza a hablar frente a la asamblea.

Habla mi vecina. Pero no es ella. Desde que ocupa la tribuna se transforma. Como cuando uno engatilla el arma
o le corre el seguro. Es la metamorfosis. El milagro.

Yo la miro. Es ella, sin duda. Es la de siempre, es su aire, su rostro. Pero aquello que la distingue, lo que le da su
alma, el habla, su discurso popular, se ha perdido. Ahora es otro cuento.
No habla mi vecina. Es distinto. Sólo ora. Sólo sermonea
.
Porque su discurso va en serio. Es lineal. Y yo la desconozco completamente.
No ha ocurrido ningún cataclismo, nada. Sólo que mi vecina ha cambiado de lugar. Ha dejado el rincón donde
departía conmigo y está un poco más allá, unos metros más allá. Está frente a la asamblea.
Entonces ocurre como si su rico discurso popular se hubiera puesto de perfil. Se torna filudo, lineal. No que sea
engolado o artificioso. Sigue siendo sencillo, pero ahora es terriblemente uniforme, parejo, es unidimensional.
No tiene contrapunto. No tiene la otra dimensión. No tiene aire por dentro.

No es una arenga conceptual, es descriptiva y a menudo anecdótica. Pero allí no hay pierde, no hay la palabra por la palabra misma. Como siempre, mi vecina es ella. Es tenaz, es reiterativa. Vuelve sobre el asunto una y otra vez. Pero no es su discurso. Es el discurso prestado, de oficio, oficioso.
Como siempre, mi vecina es ella. Es tenaz, es reiterativa.

Vuelve sobre el asunto una y otra vez. Pero no es su discurso. Es el discurso prestado, de oficio, oficioso.
¿Por qué? ¿Por qué ella tiene que abandonar su habla, su rica comunicación, su ser? ¿Por qué tiene que prestar a
otro el discurso por el sólo hecho de cambiar de lugar unos pasos y colocarse delante de su gente?
¿Por qué ella no puede eludirlo, no puede escapar del discurso oficioso u oficial si está allí, entre su misma
gente, como la que más? Si ellos son ella.

Pero es verdad. Existen los dos discursos. El discurso popular y el otro, el ritual. El del maestro en su cátedra,
del tribuno en el agora, del cura en el pulpito. Esto lo conocemos bien. Y los sufrimos siempre. Incluso lo padecemos a nivel de puro vocabulario.
Todo discurso oficial, del aula o de la plaza o de la iglesia es opacado; es pobre de léxico, así sea sofisticado o erudito. Porque siempre debe despojarse, por principio, de las palabras más ricas o refrescantes o recursivas, las palabras vulgares.

Por ejemplo, el discurso oficial o formal no disfruta nunca o casi nunca de la palabra mierda.
Sería útil, en su ayuda, un seguimiento, por ejemplo, del empleo asombroso de esta palabra en la obra de García
Márquez. Veamos:

-          Y mientras tanto qué comemos? El Coronel necesitó 65 años de su vida, minuto a minuto, para llegar a ese instante, se sintió puro, explícito, invencible en el momento de responder: mierda.
Algunas veces envié a un periódico sindical un texto en el cual comentaba que a Vargas Vila lo leían lo mismo los doctores que los obreros o las putas. Entonces la directiva del gremio sometió a votación la palabra maldita. Y ganaron las putas!
 Recordemos, a propósito, el clásico:

-          Ay hideputa, puta y qué rejo debe tener la muy bellaca, dice Sancho Panza al escudero del Caballero de los Espejos. Ni ella es puta ni su madre lo es!, replica el otro.
Recuerdo que de niño mi madre recomendaba: Mis hijos, por Dios, no digan palabras! Las llamaba así, palabras, a secas. Como si fueran las únicas, las palabras por excelencia. Pero esta libertad o esta riqueza en el léxico del discurso popular, frente al oficial, no es sino la primera señal de la supremacía del primero.

Lenguaje desnudo Lo importante, lo decisivo, es lo que vengo anotando: cuando mi vecina recupera su humanidad, al dejar la oratoria y debe empezar acá, en el rincón, conmigo, la conversa, entonces ella habla en serio, quizás más en serio que en la tribuna, en cuanto está más cerca, en cuanto dialoga. Pero, de pronto, se cuela ella misma por algún portillo de la trama del compromiso, de su explicación y sólo habla por hablar.

Hablar por hablar es un juego. Es el más común, el más noble y generoso de los juegos humanos y por eso el más socorrido con el don de la risa. Allí el lenguaje es desnudo, no tiene objeto, es pura comunicación. O mejor, su objeto es sólo signo o señal de comunicación. Pero hablar en serio, reconstruir el mundo con palabras, apuntalar la palabra con la idea y el objeto, hablar por algo, digamos por hacer la comunidad, es otra cosa y yo pienso que igualmente importante.

La vida social está hecha como una trama ciertamente, ya desde la familia. Es la trama del progreso, donde se asienta el futuro. Pero, por favor, que corra el aire entre los hilos de la trama. Que la trama social no nos ahogue. Ciertamente, el hombre es el único animal trascendente, el único que tiene que zafarse del presente y preguntarse para qué. El único que no puede vivir sólo para el momento, para la hora. Pero no por ello puede perder la hora o el momento. No por ello puede dejar el goce del presente.

Y el discurso popular reproduce o recrea esta doble dimensión de la cotidianidad humana. No es unívoco. No es simplemente vertical, como el discurso oficial. Es biunívoco. Es vertical, es constructivo y es a la vez horizontal, a lo ancho, es pura comunicación humana. He allí la importancia de platicar, de garlar, de la conversa, del palique, de hablar por hablar.

La importancia de hablar mierda.

domingo, 5 de abril de 2009

Etapas del materialismo histórico y el origen de la sociología

Las sociedades humanas, desde que se tiene noticia, se han organizado. Y el estado es quien rige esas relaciones de poder y autoridad entre las personas, y además establece relaciones entre gobernados y gobernantes.

Si bien puede considerarse que la necesidad de mandar es natural, las personas han civilizado el instinto de dominación, transformándolo en la autoridad. Esta se ha manifestado en diferentes formas de organización social. El estudio las formas de estas formas es de lo que la sociología se encarga y la hace desde el método científico para producir conocimiento. Una de las perspectiva del estudio de los grupos humanos es la del materialismo histórico de Carlos Marx.

El materialismo histórico es un enfoque metodológico para el estudio de la sociedad, la economía y la historia articulado por Karl Marx (1818-1883) como la concepción materialista de la historia. Es una teoría del desarrollo socioeconómico de acuerdo con los cambios en las condiciones materiales (tecnología y capacidad productiva), y que los mismos son la principal influencia en cómo se organizan la sociedad y la economía.

A través del materialismo histórico se buscan las causas de la evolución y los cambios en la sociedad humana en el medio por el cual los seres humanos producen colectivamente las necesidades de la vida. Además de, las clases sociales y la relación entre ellos, junto con las estructuras políticas y formas de pensar en la sociedad, se basan en y reflejan la actividad económica contemporánea. Desde la época de Marx, la teoría ha sido modificada y ampliada por numerosos pensadores marxistas. Ahora tiene muchas variantes marxistas y no marxistas. En los siguientes apartados se presentan los diferentes modos de producción, sus características, y los componentes que los conforman a través del tiempo.

COMUNIDAD PRIMITIVA:
La comunidad primitiva es el primer modo en que las personas se organizan para satisfacer sus necesidades. La comunidad primitiva surge con la humanidad. Cuando la sociedad comienza a desarrollarse, también aparece la comunidad primitiva que va a durar miles de años, hasta el momento en que los hombres a desarrollar sus fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción.  En este modo de producción las personas eran nómadas porque dependía directamente de lo que la naturaleza brinda.

La situación económica de la comunidad primitiva era atrasada y primitiva, los hombres están dominados por la naturaleza, y se basan en gran medida de ella. En esta comunidad primitiva la propiedad es colectiva , y el trabajo también era comunales. Todo esto dio lugar a la distribución de la comunidad de bienes. En estas comunidades no existían clases, por lo que las relaciones sociales de producción son relaciones de cooperación y asistencia mutua, las relaciones armoniosas.

Las personas producen lo suficiente para satisfacer las necesidades de la sociedad; llamada sociedad de consumo o de auto-subsistencia; así que no hay excedente económico de lo que se produce.

Sus instrumentos de producción que van desde piedras naturalmente tallado, pulido, y luego usar los metales (cobre, bronce, hierro, etc.) van a dibujar hachas, cuchillos, etc. Existe además una división natural del trabajo determinada por el sexo y edad.

En este modo se desarrolla el que hoy se conoce como sector primario, los que se dedican a la caza y la pesca y los que se dedican a la agricultura y el pastoreo, que con el tiempo va aumentando la producción y la productividad (y que luego permitira el paso al siguiente modo de producción, ya que se producen más de lo que se necesita), por lo que se creó el excedente económico. Lo anterior permitirá el intercambio o trueque y el surgimiento de comerciantes.Al final de este período la propiedad colectiva de los medios de producción evoluciona y se mueve de la propiedad colectiva a la familia, llegando a la propiedad privada.

También en el final de la etapa, el aumento del excedente económico primitivo y la acumulación del mismo o la fuerza de unos individuos sobre otros, permite que unos se apropien de la comunidad y el intercambio. Que luego genera el surgimiento de las  clases sociales y las personas con ciertas ventajas que están tomando ventaja sobre el otro (ya sea por la fuerza o la inteligencia), que representan el período de transición de la comunidad primitiva a la esclavitud.

ESCLAVITUD:
La sociedad de la comunidad primitiva es desintegrada, y se crean condiciones para que las viejas relaciones sociales de producción cambien. Se genera una nueva organización social conocida como la esclavitud. En esta etapa la propiedad privada de los medios de producción se desarrolla no solo sobre los objetos sino también de las personas.

Los amos son los dueños de los medios de producción y los esclavos son los trabajadores: de acuerdo a Marx, en este período las clases sociales antagónicas aparecen. Esto se debe a que el excedente económico es apropiado por una clase social, convirtiéndose en propietario de los medios de producción y de ese excedente.

La base de producción es el esclavo de realizar actividades productivas. La existencia de esclavos que participan en el trabajo productivo como permite a ciertas clases cultivar la filosofía, la astronomía, las matemáticas, etc.

El comercio está ampliamente desarrollado en la esclavitud, apareciendo más firmemente un grupo de personas dedicadas a esta actividad llamada comerciantes, también apareció y la moneda que facilita el intercambio de productos se ha desarrollado. La sociedad esclavista alcanzó su pico en Grecia y luego en el Imperio Romano.

El trabajo esclavo no era muy productivo debido al desinterés, pues nada era suyo, por tanto se requirió una gran cantidad de esclavos para la explotación por tanto surgió el trabajo forzoso. En esta etapa se da el período de transición de la esclavitud al feudalismo.

Muchos de los esclavos fueron liberados, repartiéndoseles tierra para cultivar, a cambio de los impuestos. Estos esclavos liberados eran colonos o antepasados de los siervos feudales.
La desintegración de la esclavitud se debe a dos causas principales: la descomposición interna del sistema esclavista por sus contradicciones y la invasión fueron los bárbaros del Imperio Romano causó la insostenibilidad en el sistema. Estos elementos llevan a la introducción del modo de producción feudal.

Los líderes militares de los pueblos conquistados estaban dividiendo territorios entre sus súbditos reales. Muchos pequeños campesinos libres se reunían en torno a un gran señor para que les dé protección; así que hay desarrollo del feudalismo a través del vasallaje ( de los súbitos) y la concesión de territorios( por parte de los emperadores).

La servidumbre es la forma asumida por las relaciones sociales de producción durante el feudalismo. Se basa en la existencia de dos clases fundamentales y antagónicas: señores (dueños de los principales medios de producción) y servidores (los dueños de los aperos de labranza). La servidumbre es una relación diferente a la esclavitud, el esclavo no es un hombre completamente libre pero es un esclavo, siervo está sujeta a la tierra y cuando se convierten en propiedad de otros siervos feudales permanecer en sus tierras; servidumbre implica una relación de explotación, la forma que adopta en el feudalismo es la renta de la tierra que se presenta en tres formas: en especie, trabajo y dinero.

FEUDALISMO:
El feudalismo se caracterizó por la concesión de feudos (casi siempre en forma de tierras) a cambio de una prestación política y militar, contrato sellado por un juramento de homenaje y fidelidad. Tanto el señor como el vasallo eran hombres libres (ya no esclavos).

El feudalismo unía la prestación política y militar a la posesión de tierras con el propósito de preservar a la Europa medieval de su desintegración en innumerables señoríos independientes tras el hundimiento del Imperio Carolingio. Este era un sistema natural y cerrado: donde se producía para satisfacer las necesidades del feudo, no para negociar o comerciar. Se enfatiza la pertenencia a un territorio.

El sistema feudal se inicia cuando los caballos de guerra eran costosos y su adiestramiento para emplearlos militarmente exigía años de práctica. Carlos Martel, con el fin de ayudar a su tropa de caballería, le otorgó fincas (explotadas por braceros) que tomó de las posesiones de la Iglesia. Estas tierras, denominadas `beneficios', eran cedidas mientras durara la prestación de los soldados. Éstos, a su vez, fueron llamados `vasallos' (sirviente). Sin embargo, los vasallos, soldados selectos de los que los gobernantes Carolingios se rodeaban, se convirtieron en modelos para aquellos nobles que seguían a la corte.

Con la desintegración del Imperio Carolingio en el siglo IX muchos personajes poderosos se esforzaron por constituir sus propios grupos de vasallos dotados de montura, a los que ofrecían beneficios a cambio de su servicio. Algunos de los hacendados más pobres se vieron obligados a aceptar el vasallaje y ceder sus tierras al señorío de los más poderosos, recibiendo a cambio los beneficios feudales. Se esperaba que los grandes señores protegieran a los vasallos de la misma forma que se esperaba que los vasallos sirvieran a sus señores.

Algunas de sus características eran que en el feudalismo no se producían mercancías ( su producción era artesanal y no industrial, la producción artesanal se realiza en los talleres y no en fábricas), sino que casi solo se intercambian.

Además, las ciudades surgen cuando se desarrollan los burgos a orillas de los feudos. En esta época la actividad principal era la agricultura y había una concepción teocéntrica del mundo.

Marx describió el feudalismo como la situación económica que viene antes del surgimiento del capitalismo. Para Marx, lo que define el feudalismo era que el poder de la clase dominante (la aristocracia) se basaba en el control de las tierras de cultivo, lo que lleva a una sociedad de clases basada en la explotación de los campesinos que cultivan estas tierras, por lo general bajo la servidumbre, por tanto, Marx definió el feudalismo principalmente por sus características económicas. También tomó como un paradigma para comprender las relaciones de poder entre los capitalistas y los obreros asalariados en su propio tiempo: 'en los sistemas precapitalistas era obvio que la mayoría de la gente no controlan su propio destino, bajo el feudalismo, por ejemplo, los siervos tuvo que trabajar para sus amos. El capitalismo parece diferente porque la gente es, en teoría, la libertad de trabajar para sí mismos o para los demás como quieran. Sin embargo, la mayoría de los trabajadores tienen el menor control sobre sus vidas como siervos feudales ".

La ampliación de la producción y productividad en los centros artesanales: los burgos, antecedentes de las ciudades, el desarrollo del capital comercial que concentra recursos para ampliar la producción y el comercio, las revoluciones burguesas que acabaron con el poder de los señores feudales , por ejemplo el asesinato de Luis XVI , favorecieron el traspaso del feudalismo al capitalismo.

CAPITALISMO:
El capitalismo es sistema económico en el que los individuos privados y las empresas de negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante complejas transacciones en las que intervienen los precios y los mercados. Aunque tiene sus orígenes en la antigüedad, el desarrollo del capitalismo es un fenómeno europeo; fue evolucionando en distintas etapas, hasta considerarse establecido en la segunda mitad del siglo XIX. Desde Europa, y en concreto desde Inglaterra, el sistema capitalista se fue extendiendo a todo el mundo, siendo el sistema socio-económico casi exclusivo en el ámbito mundial hasta el estallido de la I Guerra Mundial.

El capitalismo son sistema de libre empresa y economía de mercado, que se utilizan para referirse a aquellos sistemas socio-económicos no comunistas. Algunas veces se utiliza el término economía mixta para describir el sistema capitalista con intervención del sector público que predomina en casi todas las economías de los países industrializados.

Se puede decir que, de existir un fundador del sistema capitalista, éste es el filósofo escocés Adam Smith, que fue el primero en describir los principios económicos básicos que definen al capitalismo. En su obra clásica Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (1776), Smith intentó demostrar que era posible buscar la ganancia personal de forma que no sólo se pudiera alcanzar el objetivo individual sino también la mejora de la sociedad. Los intereses sociales radican en lograr el máximo nivel de producción de los bienes que la gente desea poseer.
Con una frase que se ha hecho famosa, Smith decía que la combinación del interés personal, la propiedad y la competencia entre vendedores en el mercado llevaría a los productores, "gracias a una mano invisible", a alcanzar un objetivo que no habían buscado de manera consciente: el bienestar de la sociedad.

Tanto los mercaderes como el comercio existen desde que existe la civilización, pero el capitalismo como sistema económico no apareció hasta el siglo XIII en Europa sustituyendo al feudalismo. Según Adam Smith, los seres humanos siempre han tenido una fuerte tendencia a "realizar trueques, cambios e intercambios de unas cosas por otras". Este impulso natural hacia el comercio y el intercambio fue acentuado y fomentado por las Cruzadas que se organizaron en Europa occidental desde el siglo XI hasta el siglo XIII.

Las grandes travesías y expediciones de los siglos XV y XVI reforzaron estas tendencias y fomentaron el comercio, sobre todo tras el descubrimiento del Nuevo Mundo y la entrada en Europa de ingentes cantidades de metales preciosos provenientes de aquellas tierras. El orden económico resultante de estos acontecimientos fue un sistema en el que predominaba lo comercial o mercantil, es decir, cuyo objetivo principal consistía en intercambiar bienes y no en producirlos. La importancia de la producción no se hizo patente hasta la Revolución industrial que tuvo lugar en el siglo XIX.

Sin embargo, ya antes del inicio de la industrialización había aparecido una de las figuras más características del capitalismo, el empresario. Un elemento clave del capitalismo es la iniciación de una actividad con el fin de obtener beneficios en el futuro; puesto que éste es desconocido, tanto la posibilidad de obtener ganancias como el riesgo de incurrir en pérdidas son dos resultados posibles, por lo que el papel del empresario consiste en asumir el riesgo de tener pérdidas.
El camino hacia el capitalismo a partir del siglo XIII fue allanado gracias a la filosofía del renacimiento y de la Reforma. Estos movimientos cambiaron de forma drástica la sociedad, facilitando la aparición de los modernos Estados nacionales que proporcionaron las condiciones necesarias para el crecimiento y desarrollo del capitalismo.

Este crecimiento fue posible gracias a la acumulación del excedente económico que generaba el empresario privado y a la reinversión de este excedente para generar mayor crecimiento.
La producción generalizada de mercancías es una condición indispensable para el desarrollo del capitalismo. Ésta producción ha tenido 3 formas históricos-básicas: producción mercantil simple (producción basada en la propiedad privada y el trabajo personal), la manufactura (producción hecha a mano) y producción maquinizadas (los trabajadores se dedican a un solo proceso), la operación repetitiva del trabajador y de las herramientas trae como consecuencia la máquina que se encarga precisamente de realizar dichas operaciones repetitivas, su desarrollo se dio a partir de la Revolución Industrial. La máquina ha seguido su evolución hasta llegar a su automatización y la computarización.

CARACTERISTICAS DEL CAPITALISMO:
•Existencia de la propiedad privada en los medios de producción.
•Desarrollo económico de la ciudad y del campo es desigual.
•Existencia de una anarquía de producción porque cada capitalista decide que, cuanto y donde producir e invertir.
•Existencia de dos clases sociales fundamentales y antagónicas: la burguesía y el proletariado, de la relación de ambas clases surge y se desarrolla el capital de los burgueses.
•En el capitalismo existe la producción de mercancías dando lugar al desarrollo del comercio.
•La anarquía de la producción produce crisis periódicas.

SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGÍA

La sociología como una disciplina académica surgió principalmente de pensamiento iluminación, poco después de la Revolución Francesa y larevolución industrial, surge como una ciencia positivista de la sociedad. Si se toma como base el materialismo histórico de Marx su génesis se da entre la etapa del feudalismo y el capitalismo. La sociología académica moderna surgió como una reacción a la modernidad, el capitalismo, la urbanización, la racionalización, la secularización, la colonización y el imperialismo.
Preguntas:
1. ¿Qué es el materialismo histórico y quién es su principal exponente?
2. ¿Cuál es la característica fundamental de la comunidad primitiva en el materialismo histórico?
3. ¿Qué tipos de trabajo predominaban en la comunidad primitiva y cómo se distribuían los bienes?
4. ¿Qué marcó el final de la etapa de la comunidad primitiva y dio paso a la esclavitud?
5. ¿En qué se basa la explotación en la etapa de la esclavitud según Marx?
6. ¿Cuál fue el papel del comercio en la sociedad esclavista?
7. ¿Qué es el feudalismo y cuál era su base de producción?
8. ¿Qué relación existe entre el feudalismo y la propiedad de la tierra?
9.Cuáles fueron los factores históricos y filosóficos que propiciaron el surgimiento del capitalismo como sistema económico predominante?
10. ¿Cuáles fueron los principales acontecimientos históricos y contextos socioeconómicos que impulsaron el surgimiento de la sociología como disciplina académica y científica, y cómo se relaciona con las transformaciones sociales y económicas de la época?