Mostrando entradas con la etiqueta Sexualidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Sexualidad. Mostrar todas las entradas

miércoles, 6 de junio de 2018

Un FMLN anti-aborto y un ARENA pro- Monseñor Romero

Entre los seguidores de voto duro en los partidos no es difícil encontrar posturas partidarias rígidas, tercas o sin fundamento que suplantan el diálogo con insultos, amenazas y difamaciones (observado con frecuencia en redes sociales). Aunque hay que reconocer que tomar una postura partidaria es un legítimo derecho en una sociedad democrática, sin embargo, esto no debería de reducir la percepción de la realidad y fomentar la discriminación, intolerancia y resentimiento que poco o nada ayudan a la convivencia, incluso intolerantes y con imposibilidad de diálogo.

Al revisar la teoría política, hay dos tipos de partidos que consideran la ideología como importante. En primer lugar los partidos de notables quienes son un grupo reducido de personas con prestigio social o económico que permite atraer muchas personas (tal como se podría calificar a Arena). En segundo lugar, los partidos de masas caracterizados por tener una amplia base de afiliados con lazos fuertes con organizaciones como los sindicatos (tal como puede clasificar al FMLN). Estos dos tipos de partidos -de acuerdo a la teoría política- tienen una ideología claramente diferenciada entre ellos, la cual es de mucha importancia para la identidad de sus miembros. Es decir es muy difícil que puedan traslaparse líderes o posturas políticas que se consideran importantes para cada uno.

Sin embargo, al analizar ciertos mensajes en ambiente de pre-elecciones, se observa que hay puntos donde los candidatos están dispuestos a sacrificar la ideología con tal de atraer votos del centro (ver teoría del elector mediano de Anthony Downs). Por ejemplo, dirigentes del FMLN (izquierda) se muestran cautelosa con respecto de salud sexual y reproductiva , a pesar que la ideología que mantiene (una parte importante de su militancia) promulga la opción del derecho a decidir, las uniones entre personas del mismo sexo y la interrupción del embarazo. Por otro lado, ARENA no solo habla con cuidado de Monseñor Romero, sino que incluso muchos de sus altos dirigentes lo toman como un símbolo católico, sin embargo, dentro de su partido genera mucho repudio (dentro de buena parte de la gente de Arena) porque se asocia a una opción de izquierda o preferencial por los pobres.

Las declaraciones citadas hacen pensar que estos partidos están dispuestos a sacrificar la ideología particular, para atraer votantes, tal como lo parece estar haciendo Nayib Bukele en miras a las elecciones 2018. Los políticos han entendido que deben de mostrarse flexibles ante ciertas posturas sí quieren conservar el poder o competir por alcanzarlo (ya sea que su actitud sea genuina o no, lo cual es otra discusión). Esto es importante de reflexionar, ya que se avecina una etapa en la que muchos militantes se ponen a defender ideas de manera vehemente incluso generando violencia en las calles y redes sociales, lo que contrasta con estas posturas de los candidatos de sus partidos. De ahí que esta reflexión permita pensar que los políticos han reconocido - a regañadientes- la necesidad de sentar posturas conciliatorias, estas le hacen mucha falta al país en ambientes electorales, que ya tiene suficiente muerte y violencia aun cuando no hay campaña.

Sin embargo la pregunta que se genera es ¿estarán traicionando su ideología los partidos? ¿será que los dirigentes son menos testarudos que su militancia?



domingo, 4 de febrero de 2018

Velasquez Parker, el falso laico que se aprovecha de la religión

La idea de la promoción de lo laico en asuntos públicos significa procurar que no se acuda a justificaciones religiosas en un campo que debe regirse por criterios seculares, no es ser anti-religioso sino tener la capacidad de respetar todas las ideas dentro de la pluralidad. Por otro lado, la estrategia de Dios implica que en los asuntos públicos se utilicen justificaciones religiosas en un campo que debe regirse por criterios seculares, por ejemplo cuando en el ejercicio de un cargo público o para las campañas electorales se hace uso de valores religiosos para generar credibilidad o confianza.

En cuanto a lo estatal, tener un estado laico implica la profesionalización de los servicios públicos, y el cumplimiento a las personas de sus derechos y obligaciones como ciudadanos lo más fielmente posible [más allá de sus propias convicciones religiosas o las de los demás]. La laicidad representa una de las múltiples formas de organización político–social que busca la autonomía e independencia del Estado frente a la religión, para actuar en forma neutral, garantizando la igualdad de las personas.

En un estado laico, una convicción religiosa de una persona no puede atentar contra el derecho a la educación o la salud de otra, además, no utiliza principios o normas religiosas como criterio fundamental sino que es la ética y la ciencia. Dicho esto, se plantean cuatro posibles escenarios que plantean la relación entre laicidad y religiosidad.

En primer lugar, es relativamente fácil identificar cuando hay una persona utilizando un argumento religioso en beneficio político para mejorar su imagen, por ejemplo, sí un diputado carga una imagen y al mismo tiempo una camiseta de su partido (ver imagen anexa) ó sí dice “votaremos por la reforma para que se cumpla la palabra de Dios” (Antonio Almendariz, PCN)[1], estas situaciones mezclan las convicciones religiosas y las políticas, tratando demostrar la adhesión de un candidato a valores religiosos para generar confianza en la población, lo que puede contribuir u obstaculizar aciertos objetivos políticos. Existe un cálculo que la argumentación religiosa puede ser aceptada con facilidad por la credibilidad que aún tienen las instituciones religiosas entre la población, además de la propia identificación de los ciudadanos con valores religiosos. Por tanto, muchos políticos los usan de manera directa o explícita, para sacar beneficio político y apoyo de la población. En este sentido países como Guatemala y costa Rica han desarrollado a través estructuras religiosas fuertes en relación con lo vivido hasta al menos el 2018 en El Salvador.

Otro ejemplo son las estrategias más definidas de legisladores que abordan con claridad una postura religiosa que les sirve, de punto de inicio, para plantear sus políticas públicas En El Salvador Guillermo Gallegos de GANA tiene una postura contra el aborto (ver imagen anexa), y también utiliza discursos y elementos de la religión junto con los de su figura como político. En este caso se tipificaría como religión como instrumento político.

Un segundo escenario es la utilización de un argumento secular (es decir donde no se utilice la religión). Por ejemplo, cuando se busca defender el derecho a decidir sobre el aborto sin ser penalizado. De acuerdo a lo registrado la diputada del FMLN Lorena Peña defiende aborto en ciertas circunstancias[2], como cuando se obliga a niñas de 9 años a convivir con hombres de 30, 40 y hasta 50 años, y a seguir un embarazo que es fruto de un delito (por la edad de las niñas y de los hombres que las embarazan)[3]. Sus argumentaciones se hacen sin utilizar religión. Otro ejemplo es el del diputado de ARENA (2015-2018) Johnny Wright quien presentó una iniciativa para despenalizar el aborto. El diputado aseguró que la propuesta busca preservar la vida y la salud de la mujer en casos muy particulares[4]. En este escenario mencionado en los dos ejemplos, se tipificaría como laicidad hacia el pluralismo y la tolerancia.

El tercer escenario es cuando hay un argumento secular explícito, este no garantiza siempre defender la laicidad. Una argumentación donde no se utilice la religión directamente, también puede ser aceptada con facilidad por fundamentalismo religioso, y del mismo modo, ser aprovechado por políticos que no necesitan usarlos de manera directa o explícita, pero que son aceptados por cristianos a este se le denominará laicidad religiosa, que es aparentemente secular que en realidad encubre un argumento religioso. El término aplica a aquellos que intentan establecer un poder político utilizando argumentos legales o “morales” pero sus objetivos finales son defendidos por grupos religiosos para satanizar” a quienes quieran ejercer ciertos derechos ciudadanos, como el derecho a abortar. Tomando el caso del diputado de ARENA 2015- 2018 Velásquez Parker, él no tiene la estrategia de Dios como centro de su campaña ni rol como diputado. Pero es la principal cara visible de la defensa del aborto e incluso el endurecimiento de penas. Lo interesante es que el diputado no ha necesitado tomar la estrategia de Dios en su discurso, aunque sí aprovecha el apoyo que amplios sectores religiosos le dan a este tipo de propuestas. Velásquez Parker de Arena: Tiene una postura contra el aborto, sin utilizar religión. Su argumentación es seglar (sin religión) pero con objetivo final que complace a fundamentalistas religiosos. La laicidad religiosa es un peligro para la construcción de un estado tolerante y plural. No toda condena hacia el aborto se fundamenta en la religión directamente  y que puede haber alguien que no sea religioso que defienda el aborto es decir, alguien no religioso que defienda el aborto. Laicidad no garantiza que no se utilicen las creencias religiosas.

No se necesita utilizar argumentos religiosos para tomar ventaja de las posturas religiosas de la gente. Laicidad religiosa no utiliza la religión, disfraza de laico lo que es religioso, es decir cuando lo seglar está al servicio de los fundamentalismos. Por tanto, tampoco todo el que deja de utilizar de forma directa los argumentos religiosos, implica promover laicidad.

El cuarto y último escenario es cuando hay religiosidad que fomenta la pluralidad. A esto hay que agregar matices, por ejemplo alguien puede tener una baja religiosidad, o solo utilizar la religiosidad en momentos estratégicos, es decir tener en cuenta que la religiosidad no es homogénea. Habiendo hecho la aclaración las católicas por el derecho a decidir son un grupo que defiende aborto, y que se identifican con una religión generando una especie de religiosidad laica. La religiosidad laica reconoce la importancia de la religión mostrando matices de una religión promoviendo la laicidad.


Por Luis Eduardo Aguilar Vásquez


[1] Prensa gráfica 1 de marzo de 2012
[2] Cuatro causales
[3] https://www.youtube.com/watch?v=ukgcrhf70C4
[4] https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Johnny-Wright-presenta-iniciativa-para-despenalizar-el-aborto-20170818-0057.html

lunes, 20 de marzo de 2017

La orientación sexual de las caricaturas ¿debería ser importante?

La película la bella y la bestia de 2017 puso en el debate público, por parte de grupos conservadores, la validez de transmitir "figuras homosexuales" en programas infantiles. 

Siendo que lo heterosexual es la opción sexual predominante, conductas ajenas a ese patrón de comportamiento han sido (y siguen siendo) por algunos muy difíciles de aceptar. Creencias y/o prejuicios, dan por sentado que ser homosexual es una señal de inadaptación o de tener un defecto. Evaluando con simplicidad un comportamiento del cual hay registro a lo largo de la historia de la humanidad, por lo tanto, no debería ser algo nuevo ni extraño. Pero más allá del debate de la validez de tomar una u otra opción sexual, la pregunta es ¿Es nuevo esto de los personajes homosexuales en las caricaturas? ¿Es válido juzgar (a un personaje) como "negativo" por su opción sexual? 

Durante la era televisiva (al menos con la que yo crecí) han habido muchos personajes en series, caricatura y programas animados donde se incluyen personajes abiertamente o sugeridamente homosexuales, solo por citar algunos:
En Pokemon: Jessie y James son miembros del Team Rocket (una malvada organización ilegal que se dedica al secuestro y tráfico de Pokémon) pueden ser considerados también iconos queer, esto debido a algunas referencias y vestimentas
-  Los Simpsons: aparece el Sr. Smithers como un prototipo de "gay de closet".  
-  Caballeros del Zodiaco: el caballero de Andrómeda Shun es un guerrero hombre con rasgos femeninos.
-  Ranma  1/2: el protagonista sufre una "maldición" que lo hace convertirse en mujer con el agua fría.
- Bob esponja: el protagonista aparece en algunos episodios como la pareja de su vecino Patricio, y con comportamientos gay recurrentes (no de manera peyorativa sino en todo el sentido de la palabra).
-Looney Toons: En más de una ocasión Bugs Bunny  ha desafiado los esterotipos de género, vistiendo y haciuendose pasar en más de una ocasión de mujer












Todos estos ejemplos ilustran personajes gay, en programas que no fueron ni son censurados (al menos no por su sexualidad), cabe destacar que la orientación sexual de un personaje de caricaturas no es ninguna enfermedad ni padecimiento, ni se conoce hasta que medida inciden en una opción sexual, ya que hay otras situaciones que determinan en mayor medida los comportamientos de las personas, y las caricaturas no creería tengan tanto efecto. Eso sería como decir, que cada película de acción promueve asesinatos, o que las películas de carreras de autos los accidentes de tránsito. Aunque cada una de estas pueden servir como un símbolo del movimiento o ideal, sin embargo, no es la causa en sí misma.

Finalmente, poco se dice en torno a personajes como Jessica Rabbit (una caricatura hipersexualizada) u otros de la misma índole porque, los comportamientos machistas son más aceptables (en la opinión pública) probablemente por ser heterosexuales. La postura de no aceptación personajes homosexuales (de manera directa o algunos sin darse cuenta) promueve la discriminación, la intolerancia e incluso la violencia. Más bien, su aceptación ayudaría a fomentar como que: "las personas valen por ser personas y no por su orientación sexual". Por tanto, no debería tener tanta importancia que exista o no un personaje gay en una serie o película. Por que, sí algo habría que destacar es a todas las personas por lo que son en cuanto a valores de honestidad y solidaridad, y no por su orientación sexual.