En nombre del pueblo de El Salvador que me ha dado el honor
y la responsabilidad de servirles como presidente me complace dirigirme a
ustedes en esta ocasión desde esta palestra. Solo un segundo si me lo permiten
(se toma una selfie) estar aquí, ante ustedes, en esta Asamblea General número
74, es un privilegio y un honor que quise compartir con el mundo. Ya que el
mundo, el nuevo mundo, ya no está en esta Asamblea General, sino en el lugar
dónde irá esta foto, a la red más grande del mundo, donde miles de millones de
personas están conectadas prácticamente todo el tiempo y en casi todas las
facetas de la vida. Créanme, muchas más personas verán esa selfie que las que
escucharán este discurso. Espero que haya salido bien. Aunque no lo queramos
aceptar, la red cada día se vuelve más el mundo real y este formato de Asamblea
se vuelve cada vez más obsoleto. Hemos oído muchas buenas ideas, muchos
discursos interesantes, pero la forma en la que venimos a hablar aquí no ha
cambiado hace 74 años.
El mundo ha cambiado y la Asamblea Nacional continúa
siendo la misma. Tal vez, dentro de algunos años, no tengamos que viajar a
decenas de miles de personas a Nueva York a reunirnos en este edificio, cuando
una serie de video conferencias hubieran costado varios centenares de millones
de dólares menos, y estoy seguro de que prácticamente tendrían el mismo efecto,
sino mayor. Además, que las personas que viene acá no tendrían a sus familia,
amigos, vidas y quehaceres diarios por venir a una serie de reuniones de las
que cada vez menos personas están pendientes. Me imagino que algunos de ustedes
pensarán que lo que digo no tiene sentido.
Pero pregunten a sus hijos nietos al salir de esta reunión, de hecho va a utilizar una app en sus Smartphones, pero pregúnteles ¿De qué estuvieron pendientes? Y no es que las Naciones Unidas o a Asamblea General sea obsoleta, aunque vamos en ese camino sí seguimos así. Pero tenemos la oportunidad de usa esta gran red que se construyendo bajo nuestros ojos, para no solo salvar nuestra relevancia, sino multiplicarla exponencialmente. O por el otro lado podemos ignorarla, todos nosotros, el sistema de naciones unidas, los gobiernos, los políticos, etc. Y esperar que nos ocurra lo que le ocurrió a Kodak o a Blockbuster, a los dinosaurios o a los teen choice awards. O lo que les ocurrió a las grandes cadenas de ventas al por menor. A una gran cantidad de hoteles, agencias de viajes compañías de cable y partidos políticos. L mismo le está pasando a muchos medios de comunicación. Ya no es necesario el gran equipo televisivo para grabar una entrevista, ni mucho menos equipos sofisticados, miren el IPhone 11 o el Samsung S10, hasta películas de cine se pueden filmar con ellos ¡porqué seguimos haciendo las cosas como siempre?
Pero pregunten a sus hijos nietos al salir de esta reunión, de hecho va a utilizar una app en sus Smartphones, pero pregúnteles ¿De qué estuvieron pendientes? Y no es que las Naciones Unidas o a Asamblea General sea obsoleta, aunque vamos en ese camino sí seguimos así. Pero tenemos la oportunidad de usa esta gran red que se construyendo bajo nuestros ojos, para no solo salvar nuestra relevancia, sino multiplicarla exponencialmente. O por el otro lado podemos ignorarla, todos nosotros, el sistema de naciones unidas, los gobiernos, los políticos, etc. Y esperar que nos ocurra lo que le ocurrió a Kodak o a Blockbuster, a los dinosaurios o a los teen choice awards. O lo que les ocurrió a las grandes cadenas de ventas al por menor. A una gran cantidad de hoteles, agencias de viajes compañías de cable y partidos políticos. L mismo le está pasando a muchos medios de comunicación. Ya no es necesario el gran equipo televisivo para grabar una entrevista, ni mucho menos equipos sofisticados, miren el IPhone 11 o el Samsung S10, hasta películas de cine se pueden filmar con ellos ¡porqué seguimos haciendo las cosas como siempre?
Este último es el principal motivo por el cual tengo la
oportunidad de estar aquí con ustedes, porque el pueblo de El Salvador nos
cansamos de hacer las cosas de la forma obsoleta, que no hay resultados y
decidimos hacer las cosas diferentes, yo creo que la ONU debería empezar a
hacer lo mismo. ¿Qué es lo que debemos hacer como comunidad internacional?, No
para rescatar el formato de esta asamblea, porque ya es muy tarde, es más ya es
obsoleta, debemos aceptar que el mundo ha cambiado, que el mundo siempre está
cambiando, pero aquí continuamos haciendo esta asamblea de la misma forma que
hace 74 años, sin realmente aceptar lo inevitable. La evolución de la revolución digital que se
está convirtiendo en una revolución humana, en donde talcoso en la ONU, que
cada país tiene un voto no importa si es grande o pequeño, los ciudadanos del
mundo, ahora, cada uno también tenemos una voz, la cual se magnifica gracias a
las redes sociales y así, ya no son 195 voces representando siete mil millones
de seres humanos, sino miles de millones de seres humanos representándose a sí
mismos.
Las Naciones Unidas tienen aún una gran capacidad de convocatoria,
pero de una forma tradicional, lo que hace su capacidad de convocatoria menor,
y cada año será menor. Todos los discursos de los jefes de Estado en esta
Asamblea durante toda esta semana tienen menos impacto que el video de un youtuber
famoso, les apuesto que uno de esos videos en youtuber famoso, les apuesto de
uno de esos videos en youtube tiene más vistas que todos nuestros videos
juntos. Esta nueva realidad no quiere decir que no seamos relevantes, de hecho,
aquí hay aún recursos únicos, de hecho, aquí hay aún recursos únicos,
económicos y fuertes para resolver los problemas más grandes del mundo, pero el
formato es obsoleto. Como hemos visto y vivido en muchos países, un par de
imágenes en instagram, o un par de videos en youtube, pueden subir y tener más
impacto que cualquier discurso en esta asamblea, incluso de los países más
poderosos del mundo, una imagen subida por un ciudadano puede empezar una
revolución, y de hecho ya ha pasado.
Es hora de que seamos más inclusivos, aceptar y reconocer que podemos estar en todos los países, todas las horas del día, todos los días, es hora de buscar un formato que invite a participar a la masa colectiva de todos los países del mundo, sin tener que estar físicamente aquí en New York. ¿Por qué no cambiamos este formato para que sea más inclusivo de los ciudadanos del mundo? ¿Por qué no enviamos un video de 15 minutos cada uno, una plataforma online de la Asamblea para que cada uno de los representantes de todos los países nos pueda ver on demand? ¿cuántos ven televisión en vivo? Ahora pregúntenles a sus hijos, a sus nietos, si tienen, preguntémosle a mi hija dentro de 20 años, imaginemos la respuesta, es decir, una semana en la ONU, cuando podríamos estar resolviendo temas en nuestras naciones. ¿Será entonces una pérdida de tiempo? Nuestros dispositivos móviles son el futuro de la Asamblea general, entonces colegas, ¿Por qué no le damos la oportunidad a la juventud del mundo de proponer nuevas ideas? Que vengan los jóvenes, ambiciosos por querer cambiar el mundo, sin los paradigmas que nos encadenaron el siglo pasado, de hecho, ellos ya lo están haciendo, somos nosotros los que no estamos escuchando, y no nos estamos abriendo a la posibilidad de la cantidad de recursos que nosotros disponemos para poder hacerlo.
Los que estamos aquí, supuestamente representando a las nuevas generaciones. ¿realmente lo hacemos? Debemos de abrirle la oportunidad a millones de ciudadanos, de millenials, ahora de centenials y de cualquier edad, para que ellos puedan ofrecer soluciones a los problemas de la pobreza, el hambre, el cambio climático, de las enfermedades, etc. ¿Por qué no organizar un concurso de ideas? para que la juventud mundial se entusiasme y se motive aún más, promovamos un premio para aquellos que logren con sus propuestas darnos la llave para resolver los grandes problemas que enfrentan y que enfrentamos ahora nosotros como planeta, como el suministro de energía, escasez de agua, la pobreza, el hambre, el cambio climático y tantos otros problemas a los que nos enfrentamos. Disponemos tantos recurso que para esta organización, sería una gota en el mar, otorgar un premio de 10 millones de dólares a cada joven que logre con sus propuestas resolver estos problemas, imagínense cuanto nos ahorraríamos y cuanto lograríamos sí tan solo abriéramos nuestra mente, abriríamos la caja de pandora de la creatividad colectiva de miles de seres, de miles de millones de seres humanos, miles de millones de cerebros pensando a la velocidad de la luz, conectados a la velocidad de la luz, encontrando soluciones a los problemas que en este arcaico formato no hemos podido resolver, estamos en el 2019, por obvias razones tenemos más tecnología que en toda la historia de la humanidad.
Es hora de que seamos más inclusivos, aceptar y reconocer que podemos estar en todos los países, todas las horas del día, todos los días, es hora de buscar un formato que invite a participar a la masa colectiva de todos los países del mundo, sin tener que estar físicamente aquí en New York. ¿Por qué no cambiamos este formato para que sea más inclusivo de los ciudadanos del mundo? ¿Por qué no enviamos un video de 15 minutos cada uno, una plataforma online de la Asamblea para que cada uno de los representantes de todos los países nos pueda ver on demand? ¿cuántos ven televisión en vivo? Ahora pregúntenles a sus hijos, a sus nietos, si tienen, preguntémosle a mi hija dentro de 20 años, imaginemos la respuesta, es decir, una semana en la ONU, cuando podríamos estar resolviendo temas en nuestras naciones. ¿Será entonces una pérdida de tiempo? Nuestros dispositivos móviles son el futuro de la Asamblea general, entonces colegas, ¿Por qué no le damos la oportunidad a la juventud del mundo de proponer nuevas ideas? Que vengan los jóvenes, ambiciosos por querer cambiar el mundo, sin los paradigmas que nos encadenaron el siglo pasado, de hecho, ellos ya lo están haciendo, somos nosotros los que no estamos escuchando, y no nos estamos abriendo a la posibilidad de la cantidad de recursos que nosotros disponemos para poder hacerlo.
Los que estamos aquí, supuestamente representando a las nuevas generaciones. ¿realmente lo hacemos? Debemos de abrirle la oportunidad a millones de ciudadanos, de millenials, ahora de centenials y de cualquier edad, para que ellos puedan ofrecer soluciones a los problemas de la pobreza, el hambre, el cambio climático, de las enfermedades, etc. ¿Por qué no organizar un concurso de ideas? para que la juventud mundial se entusiasme y se motive aún más, promovamos un premio para aquellos que logren con sus propuestas darnos la llave para resolver los grandes problemas que enfrentan y que enfrentamos ahora nosotros como planeta, como el suministro de energía, escasez de agua, la pobreza, el hambre, el cambio climático y tantos otros problemas a los que nos enfrentamos. Disponemos tantos recurso que para esta organización, sería una gota en el mar, otorgar un premio de 10 millones de dólares a cada joven que logre con sus propuestas resolver estos problemas, imagínense cuanto nos ahorraríamos y cuanto lograríamos sí tan solo abriéramos nuestra mente, abriríamos la caja de pandora de la creatividad colectiva de miles de seres, de miles de millones de seres humanos, miles de millones de cerebros pensando a la velocidad de la luz, conectados a la velocidad de la luz, encontrando soluciones a los problemas que en este arcaico formato no hemos podido resolver, estamos en el 2019, por obvias razones tenemos más tecnología que en toda la historia de la humanidad.
¿Realmente creemos que haciendo lo mismo de siempre podemos
resolver los problemas que solo hemos agravado?, tal vez algunos, muchos de
esos problemas que no hemos sido capaces de resolver pudieran ser resueltos por
un millenial pensando fuera de la caja, en algunos años me atrevo a decir que
no menos de10, no más de 10. Todo lo que estoy diciendo lo estaremos viviendo,
pero ¿Por qué no empezar desde ahora?, les pregunto ¿Por qué no comenzar a
crear una plataforma, donde esta nueva forma de pensar para la Asamblea general
de las Naciones Unidas , sea precisamente el mecanismo de cambio, de la
evolución, de cómo debemos aceptar la inevitable irrelevancia del formato
actual de esta Asamblea?, hay que aceptar lo que no funciona y comenzar desde
ya a que se hagan las cosas de manera diferente, lo que estoy tratando de explicarles
es que el proceso de esta nueva forma de pensar ya ha comenzado, todos los
jóvenes que me estén escuchando lo están haciendo desde sus celulares, y los
que tomen en serio ya están pensando en cómo hacer para lograr los cambios que
nuestro planeta necesita. Esta nueva forma de hacer las cosas en el ámbito de
las políticas públicas ya ha tenido éxito en muchos lugares, en mi propio país
El Salvador, donde la cantidad de Smartphone supera nuestra población probó que
el uso efectivo y eficaz de estas plataformas derribo un sistema bipartidista
que tenía total hegemonía del poder, ellos tenían la hegemonía del poderes de
los acuerdos de paz, pero nosotros llegando a millones de ciudadanos con Facebook
live, mientras nuestros oponentes se hacían
mitin con cientos de sus propios correligionarios, los derribamos.
El cambio de formato y no únicamente de mensaje, y de
contenido hizo que los salvadoreños me eligieran como su presidente, y así
estamos, gobernando también, tengo un teléfono de línea fija en mi despacho que
nunca he utilizado, cuando necesito información se la pido directamente a los
ministros, sin la necesidad de involucrar intermediarios como antes, y hacer convocatorios
a reuniones que causan demoras. La comunicación de hoy en día es directa y mucho
más democrática sin filtros, todos tenemos una voz que se puede oír y que se debe
hacer oír. Hace unos días me volví a probar esto a mí mismo.
El 15 de septiembre en El Salvador celebramos la
independencia, mientras toda la atención de los grandes medios de comunicación
y la mayor parte de nuestro gobierno se enfocaba en un gran desfile que
estábamos haciendo en la capital, los
niños de un lugar -llamado caserío del Aguacate salieron a desfilar por un
estrecho camino rural de piedras, una maestra los había vestido como sí fueran
una banda de paz de primer nivel, habían hecho todo con sus propias manos, sus
tambores hechos de latas de leche en polvo con cucharas para tocarlos,
alguien de la comunidad tomo un video,
con su celular y subió el desfile a su perfil de facebook, probablemente para
que sus amigos y familiares lo vieran, estoy seguro que nunca se imaginó que el
patriotismo y la alegría de estos niños, a pesar de todas sus carencias, harían
que el video se hiciera viral en mi país, en cuestión de horas los grandes
medios ya habían retomado el video, miles de salvadoreños lo compartieron, y
eventualmente el video llegó a mí, luego de ver este video instruí a mis ministros
a ir inmediatamente a mejorar las condiciones del caserío El aguacate. De
inmediato, por medio de whatsapp, se pusieron de acuerdo para visitar el centro
escolar, tres días después nuestros ministros llegaron a entregarles instrumentos
musicales de verdad a los niños, ahora están pavimentando sus calles, les
pondrán iluminación LED, les remodelaran la escuela y dejaran la comunidad como
nadie se la hubiera imaginado hace un mes.
Todo empezó con un video que se hizo viral, sin darnos
cuenta en qué momento ocurrió, ahora cada persona tiene un celular conectado a
internet, y cada persona que tienen eso, es un vocero, fuente de información, y
puede incluso llegar a tener incidencia política, la viralización del video de
los niños, elevo miles de voces que los animaban, pero que también le piden al gobierno
una acción que los impactara. La maestra del cantón El Aguacate y la persona
que subió el video, hizo que algo tan cotidiano y local, llegara a ser visto
por todo el país, esto generó que la realidad de sus alumnos cambiara, el
entorno de estos niños ya no solo es su comunidad, ellos ahora como todos nosotros,
somos ciudadanos del mundo y estamos hablando de una maestra, de una escuela,
en un pequeño caserío, en un pequeño cantón, en un pequeño municipio de San
Salvador. Imagínense el poder transformador y de convocatoria que
pudiera tener la Asamblea General de la Naciones Unidas, usando la misma red
que usaron estos niños ¿Por qué no utilizamos esta plataforma para convocar a
los ciudadanos del mundo a que participen de esta asamblea General?
No quiero que me mal interpreten, la ONU cumple un papel
crucial paz mantener la paz mundial, la lucha contra el hambre, la mejora de la
salud, la búsqueda del desarrollo, los derechos de la mujer, de los niños, la
protección del medio ambiente, el tratamiento del problema de refugiados e
incluso la no proliferación nuclear, pero también tenemos que enfrentarnos con
la realidad, de que ya estamos llegando a un punto en donde los problemas que
tenemos en frente nos sobrepasan.
La revolución comunicacional es un hecho, es una revolución
democrática, es el inicio de una nueva era human, las sociedades orgánicamente
han avanzado pero las Naciones Unidas, no. Debemos cambiar, adaptarnos y
aceptar el progreso, hoy día los ciudadanos del mundo están más empoderados que
nunca, démosle la voz que merecen en esta Asamblea General, y no dejemos que
solo los pocos privilegiados que estamos aquí reunidos seamos los dueños de la
verdad absoluta. Algunos entenderán esto muy bien, otros no, desafortunadamente
algunos se rehúsan a aceptar la nueva forma democrática de comunicación, la libertad
de expresión en esteroides, miles de millones de personas interconectándose,
todos con una opinión, todos con una solución, todos con una idea y todos con
una voz.
Los políticos decían antes, que toda política era local y
tenían razón, el político que lo entendía ganaba las elecciones, pero ahora
toda la política es personal, pocos lo han entendido, pero sí es en realidad,
sí algunos lo han entendido y los que han entendido, han tenido éxito, y si esa
es la forma correcta de involucrar a los ciudadanos del mundo en cómo resolver los
problemas más importantes que enfrentamos, no se supone que esto lo debería
estar haciendo la ONU.
Muchas gracias
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