1.
Titulo/autor: El institucionalismo
discursivo como oportunidad La ciencia política latinoamericana y el estado del
arte en la literatura sobre el poder político de las ideas. Adolfo Garcé (2014)
Los argumentos centrales expresan que no
solo las corrientes del rational choice, ni el behaviourismo son relevantes en
las ciencias políticas sino el estudio de las ideas con el Nuevo institucionalismo (NI),
que aborda la importancia de las ideas en
la vida social. Los tipos de NI que el texto describe -citados por Peter Hall y
Rosemary Taylor- distingue ciertas corrientes: el institucionalismo de la elección
racional (irch), el institucionalismo histórico (ih) y el institucionalismo
sociológico (is). Un cuarto que es el institucionalismo discursivo (id),
formulado por Vivien Schmidt, ocupa
un lugar relevante de la discusión del texto. Lo central es que el Nuevo
Institucionalismo no es un constructo homogéneo, ni uno solo, y a pesar de las
pocas publicaciones en revistas
reconocidas latinoamericanas, el autor considera importante discutirlo.
Elementos de análisis que discute el texto comienza exponiendo
el rol del nuevo institucionalismo desarrollado por March y Olsen (1984) quienes proponen una especie de revolución
teórica donde no es posible entender los procesos de democratización sin comprender
las creencias de los actores. Otros autores como Peter Hall y luego Boix (con
la importancia de las ideas de los partidos
y los expertos) continúan con la discusión, luego son Paul Sabatier y
Hank Jenkins- Smith que proponen con las coaliciones promotoras tres niveles de
ideas a) valores y creencias normativas (deep core) muy estables, b) posiciones
sobre políticas públicas (near core) relativamente fijas y c) un conjunto de información
sobre problemas (secondary aspects) que pueden irse modificando. Después se
desarrollan los planteamientos de John McGann, Donald Abelson y Diane Stone
sobre el papel de los think tanks en
las políticas públicas, para fabricar y esparcir ideas. Esto último, acerca de
la expansión de ideas, lo desarrolla más a profundidad Roger Smith, que dice
que las correlaciones de fuerzas entre actores son planteadas por las
instituciones. Consecuentemente viene Mark Blyth (2002) con la relación entre ideas
y el marco institucional.
Consecuentemente,
se habla de la transferencia y difusión de políticas, que van circulando de un
contexto a otro planteado por Marsh, y de que las ideas circulan a través de
diferentes regiones a través de espacios por Weyland (2005). Luego prosigue con
Cambell y Perdesen quienes establecen que es posible distinguir a los países en
función del tipo de unidades de investigación (grandes o chicas, públicas o
privadas, académicas o ligadas a partidos políticos) y del tipo de conocimiento
que generan (tecnocrático, neutral o partidista). Luego se habla de Kirchheimer
acerca de las evoluciones de las ideologías partidarias en contextos
temporales, se toma como referencia a Kircheimer y sus partidos atrapalotodo y
las transformaciones de los partidos. Como punto central Vivien Schmidt ha
llegado a argumentar que a lo largo de todos estos años se ha ido conformando
un cuarto institucionalismo: el institucionalismo discursivo ID.
Por último,
se plantean períodos citando a Fernando Barrientos (2009), quien dice que
durante el último siglo pueden distinguirse tres grandes etapas. La primera del
“periodo jurídico- institucionalista”,
con corte empirista sobre todo de Estados Unidos y a Europa gracias a la
denominada revolución behaviorista. El segundo
el “periodo sociológico”, con influencia del estructural-funcionalismo y
el marxismo. El tercero es donde universidades estadounidenses permiten que en
los países latinoamericanos se introduzcan con mayor fuerza a su modelo
dominante para ser influido por el “modelo norteamericano”.
Como conclusiones generales, Garcé plantea
que se ha caído en una “americanización” sui generis, simplificada, empobrecida
y que buena parte de los académicos latinoamericanos, quienes toman como modelo
principal la ciencia política estadounidense, el autor se inclina por el
pluralismo (del movimiento perestroika), pero sigue dominando, a su juicio, la
versión norteamericana esto debido a las pocas publicaciones desde la
perspectiva del neo institucionalismo
discursivo en las revistas indexadas más sobresalientes. En el texto se
desarrollan tres ejemplos emblemáticos. Uno es el texto de Kathryn Sikkink
sobre el desarrollismo en Argentina y Brasil. Un segundo del estudio de Kurt
Weyland sobre la difusión del modelo chileno de políticas sociales. Y un último
de la importancia de las ideas políticas en la estabilidad de los regímenes
democráticos de Scott Mainwaring y Aníbal Pérez-Liñán. Los casos son ejemplificantes
pero resultan escasos para la importancia que tiene el neoinstitucionalismo
discursivo para el autor.
2. The
New Institutionalism: Organizational Factors in Political Life. James G.
March and Johan P. Olsen (1984)
Se destaca
como argumentos centrales, la
crítica a las teorías políticas que tienden a retratar la política como sí la
sociedad se compusiera del agregado de los consecuencias de los comportamientos
de sujetos individuales, que basan sus decisiones en un calculado auto interés, y donde la
historia sería eficiente en el alcance de apropiados y únicos resultados, donde
la toma de decisiones y la distribución
de recursos son el foco central de la vida política.
Para el
autor el nuevo institucionalismo que plantea autonomía de las instituciones
políticas y la importancia de las acciones simbólicas para entender la
política, tenía hasta entonces mucha base pragmática pero poco sustento
teórico. El autor plantea el nuevo institucionalismo enfrentando al llamado
"paradigma racional" de la posguerra, atacando su presupuesto, que lo
social puede ser explicado entendiendo al individuo como actor racional.
Entre los elementos de análisis que discute el texto
habla las instituciones son importantes en la vida social porque afectan la
conducta y la toma de decisiones individuales y colectivas. Por lo anterior, se
ha afirmado que en la actualidad dos grandes teorías luchan por la dominancia
en las ciencias sociales, que un "paradigma institucional" está a
punto de emerger.
De manera
diferente, el artículo parte del supuesto de que el paradigma institucional
nació con el amplio acuerdo logrado entre los científicos sociales de que había
que poner atención, nuevamente, en el papel de las instituciones. Este acuerdo
fue bautizado como nuevo institucionalismo por March y Olsen en 1984. Se
considera que al igual que ocurrió en el caso de la "revolución
racional", este nuevo enfoque teórico no emergió ni se ha desarrollado
como una propuesta teórica homogénea, libre de silencios y unánimemente aceptada.
Desde su nacimiento, el nuevo institucionalismo siempre ha sido una colección
de corrientes teóricas disciplinares, ligadas tan sólo por su interés en lo
institucional.
En este
artículo como conclusiones generales se
abordarán dos de los problemas teórico-conceptuales asociados con dicho
paradigma, mismos que por su relevancia han sido los más mencionados por la
literatura. Ellos son la ausencia de una definición unívoca de institución y la
falta de una explicación satisfactoria de cómo ocurre el cambio institucional.
Luego de contextualizar la aparición del nuevo institucionalismo, se analiza
cada uno de ellos. La estrategia metodológica empleada consiste en demostrar la
existencia de dichos problemas a partir de la manera en que han sido abordados
por los autores más representativos dentro de las principales corrientes del
nuevo institucionalismo. Al mismo tiempo, se discuten algunas implicaciones
teórico-prácticas de esas "anomalías".
Frente a la
visión de la acción colectiva como la agregación de decisiones individuales
calculadas, el NI argumentó que los individuos no actúan en el vacío sino
dentro de contextos institucionales, los cuales moldea sus preferencias a
través de "una combinación de educación, adoctrinamiento y experiencia"
(March y Olsen, 1984: 738-739). Al reconocer el crucial papel de mediación que
juegan las instituciones y reconocer la complejidad de sistemas políticos, el
NI buscó restaurar la relación entre la realidad y los supuestos teóricos que
intentan explicarla (Hay, 2002: 14). Hablan constantemente de
"organizaciones" y "instituciones políticas" pero sin
detenerse a definirlas.
March y
Olsen observaron que el interés por las instituciones no se limitó a la Ciencia
Política sino que también se observó en la economía, mientras que en la
sociología y la antropología reforzó su tradicional perspectiva institucional
March y Olsen: “lo que observamos en el
mundo es inconsistente con las formas en que las teorías contemporáneas nos
llevan a hablar de él”. han profundizado nuestro conocimiento sobre la
complejidad de los procesos de toma de decisiones
3. Titulo/autor: Discursive Institutionalism: The Explanatory
Power of Ideas and Discourse- Vivien A. Schmidt (2008)
Los argumentos centrales, según Schmidt, el
neo-institucionalismo discursivo (id), es una alternativa, ya que los otros
neoinstitucionalismos presentan problemas para explicar el cambio, de ahí la necesidad de ella para plantear
esta cuarta corriente. Con esta
propuesta lo que busca es poner las ideas en contexto lo que permite entender
asuntos más profundos de la comunicación y no solo el contenido de las palabras,
sino el ambiente donde se dicen y todo lo que permita transmitir una idea. Las ideas no son una estructura externa,
constructos que dentro de un "contexto de significado" explican cómo
se crean y existen las instituciones, sus significados son más profundos y de
ahí su importancia, ya que permite ver estructuras más dinámicas en lugar de reglas u organizaciones estáticas.
Los elementos que el texto aborda es que el nuevo
institucionalismo discursivo es un conjunto de ideas sobre la
conveniencia y la urgencia de las políticas, su necesidad para su elaboración, su
planteamiento rescata que el discurso tiene una influencia sobre los cambios
políticos, y puede ayudar a la superación problemas en las instituciones, al
influir sobre las percepciones e ideas en relación a los intereses afectados. Los
elementos del discurso más allá de su contenido.
Conclusiones generales. Para ese planteamiento se compromete con los cambios y busca
superar las dificultades que no permiten los cambios, aborda los puntos
que –tácitamente- son dejados de lado tanto por el institucionalismo
tradicional como por los otros tres neo-institucionalismos. Sin embargo, aunque
se permite superar una estructura rígida y pretende ser innovador, podría ser
demasiado flexible y caer en el peligro de ser demasiado subjetiva.
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