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El objetivo más que transmitir un mensaje religioso parece ser la persuasión de ser un líder sensible.
Por ejemplo, Cristiani en su discurso de toma de posesión dijo: “Desde esta tribuna esta mañana, y haciendo uso para este momento del yo inevitable que reclame toda promesa formal y personal, me comprometo ante Dios y ante el pueblo a dedicar cada día de mi mandato a trabajar por la democracia”. Del mismo modo Calderón Sol al tomar posesión dijo “Nuestra agenda social está orientada de una u otra forma a proteger a la familia salvadoreña porque en ella se aprenden las más bellas lecciones de la vida, como son amar a Dios, a tu patria y al prójimo”.
Por otro lado, Francisco Flores al tomar posesión dijo: “Depositamos nuestra fe en Dios, a quien pedimos sabiduría y la constancia necesaria para emprender la tarea que nos ha sido encomendada”. Por último el presidente Antonio Saca expresó “Hoy inclino mi frente ante Dios todopoderoso para rogarle los dones de la sabiduría y la humildad.... lo mejor empieza hoy a ser realidad”
A razón de lo anterior, se observa que el elemento religioso siempre estuvo presente en el discurso de los presidentes (en otro artículo futuro se abordará el caso Funes). Sin embargo, muchas de las decisiones políticas de Arena han distado mucho de acercarse a los valores que se promulgan el cristianismo, por ejemplo, ¿Ha existido transparencia en el manejo de los fondos del Estado? ¿Se sabe con claridad si los fondos de los proyectos del Estado han llegado a sus destinatarios? ¿Ha contribuido el partido Arena a la investigación de ex funcionarios de los que se sospecha corrupción? ¿Generaron beneficios las políticas de privatización de los servicios públicos para las grandes mayorías?
En la actualidad en El Salvador gran parte de la población se considera creyente, lo cual resulta relevante en un sistema político de democracia representativa donde las mayorías deciden por medio del voto, lo anterior hace creer que ningún partido que pretenda alcanzar el poder puede darse el lujo de descartar los valores religiosos. Por lo anterior, no debe caerse en el juego de editorialistas ni políticos quienes disfrazan con argumentaciones religiosas miedos, ofensas y frustraciones, ya que el verdadero espíritu del cristianismo no debe de ser parte solo del discurso sino también de la práctica. Y como dice otro argumento retórico religioso cristiano planteado en Mateo7:21 “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”.