Antes que ARENA y el FMLN estuvieran en la presidencia de El Salvador también lo hizo el Partido Demócrata Cristiano. El PDC después de llegar al poder, perdió su credibilidad y apoyo electoral por no concretizar las esperanzas suscitadas. De ahí que, quien lee este escrito puede preguntarse: ¿por qué dedicar esfuerzos a reflexionar sobre el PDC? Francisco Javier Ibizate, S.J. de la UCA, comentaba en 1994: "Para contrarrestar la publicidad emocional es necesario recurrir a la historia... se trata de evaluar a los partidos políticos. Hay que leerlos desde su historia pasada y no desde la publicidad artificial". A razón de esto, se ha considerado abordar dos puntos: revisar brevemente el recorrido y legado de la Democracia Cristiana en El Salvador, y las lecciones que brinda para analizar la actualidad política.
En cuanto a la historia del partido se han establecido tres etapas. En primer lugar, su aparición la cual fue el 12 de octubre de 1960, en ese entonces establece una postura en contra del régimen militar. Durante los 60´s y 70´s el PDC tenía la credibilidad para reivindicar ciertas causas justas. Luego, continúa una segunda etapa donde llega a su punto más alto. Después de varios intentos fallidos - donde sufre fraudes electorales- alcanza la Presidencia de la República con el Ing. José Napoleón Duarte en 1984, y después logra la mayoría simple con 33 de los 60 diputados en la Asamblea en las elecciones de 1985, y se gana el apelativo de "la aplanadora verde". Sin embargo, la mala gestión gubernamental, y los señalamientos de corrupción en los 80s, le hicieron perder su voto duro.
Esto hace que llegue a su tercera etapa, la de declive. Esta comienza a partir de 1988 cuando bajan en la preferencia electoral, la misma se profundiza en 1994, cuando es desplazado por el FMLN como segunda fuerza política del país. Luego, en 1999 se vuelve un partido casi unipersonal cuando Rodolfo Parker asume como Secretario General, y poco a poco va perdiendo relevancia. Sin embargo, su punto más bajo llega el año 2011, cuando el partido fue cancelado, y luego tuvo que competir con el nombre de Partido de la Esperanza (PES). A partir de entonces, se queda sin opción de ser competitivo electoralmente, en medio de un sistema donde predominaban Arena y el FMLN.
En los últimos años, ha buscado mantenerse en la política haciendo alianzas, algunas con su antiguo rival el PCN. En 2011 los dirigentes del PDC, al igual que los del PCN, demandaron ante la Corte Suprema de Justicia al Tribunal Supremo Electoral por haber efectuado la cancelación del partido, dicha resolución les fue favorable y luego recuperaron sus símbolos. A partir de entonces el PDC podría ser calificado como un partido satélite, es decir, un organización cuyo propósito fundamental es darle soporte a otro proyecto político más grande. En 2014 el PDC forma una coalición política llamada "Movimiento Unidad", junto con la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) y el Partido de Concertación Nacional (PCN). Ya en el 2019, nuevamente participan en coalición con el PCN, esta vez alrededor del candidato de Arena Carlos Callejas.
Como se ha descrito, el PDC ha sufrido una serie de crisis internas que lo llevaron a convertirse en un partido político minoritario. Para sobrevivir se ha cambiado de nombre, ha hecho alianzas eventuales, se ha vuelto partido personalista, o se ha convertido en un partido satélite sin ideología clara. Para resaltar este último punto, en la campaña legislativa y municipal de 2021 el PDC dijo promover el diálogo y el respeto por las instituciones democráticas, incluso buscaron resaltar candidaturas como las de Suecy Callejas y Roberto Ugarte que denunciaban -lo que consideraban- mal uso de los fondos públicos, y la forma autoritaria de actuar del Ejecutivo. Lo mismo hizo Rodolfo Parker, incluso el mismo día de las elecciones dijo: "Bukele violando la ley en cadena nacional, pidiendo el voto, difamando con falsedades y supuestas informaciones".
Irónicamente, el único diputado electo para la legislatura 2021-2024 fue Reynaldo Carballo, quien ha apoyado al Presidente Bukele en diferentes iniciativas como el Plan de Control Territorial (desde su período anterior). Dicho apoyo continúa en firme en decisiones como la destitución de los magistrados de la Sala de lo constitucional y del fiscal, en la práctica Carballo vota junto con las bancadas de Nuevas Ideas, Gana y PCN formando un solo bloque. La postura del diputado contrasta con la oficial del PDC, quienes "denuncian" el proceder de Bukele, sin embargo, el partido no sanciona, ni mucho menos expulsa a Carballo. Esto demuestra que el partido continúa en esta etapa de declive, sin establecer elementos ideológicos o programáticos, sino pragmáticos.
Finalmente, la historia del PDC puede dar algunas lecciones para reflexionar la actualidad. Como se ha dicho, en sus inicios denunció la corrupción de otros partidos y los abusos de poder. También fue un partido que generó esperanza en la población, y que desarrolló discursos por las causas populares. Esto les permitió controlar tanto el ejecutivo como el legislativo. Además, tuvo en Duarte una especie de líder mesiánico justificado en su momento con frases como: "con Duarte, aunque no me harte", pero que finalmente terminó dando la sensación de ser un gobierno lleno de oportunistas y corruptos. La "aplanadora verde" es recordada- por obras que fueron símbolo de corrupción como "la calle de oro", y que gobernó en un tiempo considerado como "la década perdida".
En una búsqueda de balance, cabe reconocer el PDC contribuyó por casi tres décadas para impulsar algunos cambios para la implementación de la democracia, sin embargo, por todo su recorrido histórico en la actualidad está desgastado como partido. La experiencia del gobierno del PDC no le permite volverse creíble en sus promesas, esto a pesar de las causas que defendió, de todo el poder que concentró, y de los múltiples y fieles seguidores que tuvo Duarte. ¿Se repetirá el problema de la "aplanadora" verde?
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