La retórica religiosa se utiliza cuando se desarrolla un argumento fundado en conceptos o creencias religiosas. Este tipo de argumento no solo es utilizado por religiosos sino que se ve mucho en la política.
David O’Connell, en su libro "El uso de la religión en Estados Unidos" (2012) dice que la retórica religiosa ha sido usada por los presidentes estadounidense en diferentes momentos clasificándolos en tres tipos. En primer lugar, como una retórica religiosa ceremonial, es decir, en un sentido amplio se usa porque es apropiado para la ocasión. Por ejemplo en celebraciones/ festividades religiosas o ceremonias funerarias. Una segunda variante es una retórica religiosa calmante usada para "calmar" al país en las difíciles secuelas de un ataque terrorista, un desastre natural o disturbios. La tercera y última es una retórica religiosa instrumental que consiste en hacer un argumento fundado en conceptos o creencias religiosas para un intentar convencer a las partes interesadas para que apoyen un objetivo suyo (egoísta).
Los primeros dos tipos de retórica facilitan la relación con el público, con los medios e incluso su relación con el Congreso. Este tipo de retórica religiosa presidencial no es controvertida. De hecho, es más probable que los presidentes tengan problemas si no la usan en estas ocasiones. Por tanto, lo más sensato sería que un presidente las utilizase, ya que incluso es esperado que al final del discurso se utilice como despedida un: "God Bless America". Por tanto, cada presidente utiliza una retórica religiosa ceremonial o calmante en algún momento de su carrera.
Sin embargo, este tercer tipo, la retórica instrumental, tiene otra lógica en esta un presidente cubre sus objetivos verdaderos con una retórica religiosa. Puede ser para justificar una guerra, distraer la atención o para evitar un juicio político (impeachment). Esta no debería de ser utilizada a partir de una visión moral.
Sin embargo, hay ejemplos como el de Bill Clinton (1993-2001) quien en su impeachment trató de evitar las acusaciones (debido a las consecuencias de una aventura con Monica Lewinsky) de varias formas. En primer lugar mintiendo: "I did not have sexual relations with that woman" (yo no tuve relaciones sexuales con esa mujer), y luego usando una argumentación religiosa diciendo "He pecado" y diciendo que su "aventura podría terminar siendo una bendición para el país" invitando a todos a unirse en su curación. En este caso quería empatizar con el público utilizando un argumento religioso para salvaguardar su propio interés.
Ahora Donald Trump que durante la campaña dijo "seré el mejor presidente de empleos que Dios haya creado”, ahora en 2019 vuelve a hacer uso de la retórica religiosa instrumental. En este momento se encuentra una etapa de investigación por la supuesta participación en una negociación ilegal, para presionar al gobierno de Ucrania a tomar medidas que podrían serle útiles a Trump (para sacar al público supuestos trapos sucios de sus oponentes en su campaña de reelección 2020)
En esta coyuntura ya tuvo una reunión con evangélicos conservadores, en dicha reunión hablaron políticas que son del interés de dicho grupo. Y los presentes oraron con Trump, y clamaron a Dios lo saque de este apuro. Cabe destacar que la mayoría de protestantes blancos conservadores religiosos se oponen al juicio y destitución del presidente, y que en muchos casos son estos mismos grupos los que apoyan las políticas de supremacía blanca y políticas de anti inmigración.
No es que sea inadecuado el uso de la religión siendo presidente de los Estados Unidos, sin embargo, es moralmente cuestionable que se utilice la oración y referencias a Dios para evitar un juicio político. De ahí que cabe resaltar la cita de Mateo 7.21 "No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos".