miércoles, 5 de octubre de 2022

La PNC en El Salvador y la religiòn

Policía Nacional Civil (PNC) y la religión en El Salvador

Por Luis Eduardo Aguilar Vásquez

Introducción

En teoría la policía se considera secular, porque no dependen de una confesión religiosa que los orienta como institución, pero en la práctica policial hay autodenominados "hombres y mujeres de Dios", impulsados por la doctrina cristiana, tanto a nivel personal como profesional. De ahí que en este escrito se ha considerado importante describir el rol que los diferentes directores de la PNC en El Salvador le han dado a la religión en sus administraciones, pero fundamentalmente al cristianismo. Luego de abordado lo anterior se procederá a abordar sí ¿puede la fe llegar a poner peligro el ejercicio profesional de la policía, justificar el uso desmesurado de la violencia, o el exaltamiento autoritario de una figura política?

Palabras clave: Religión, Política, Policía Nacional Civil, El Salvador, políticas públicas, moral

Introduction

The exercise of the police is considered a secular practice, as it is situated within the practices of professionalism without dependence on a religious confession. However, in the police exercise there are self-proclaimed "men and women of God", driven by Christian doctrine, and claim to adopt professionals who coincide with said morality. Hence the questions arise: What is the role that religion has had within the PNC? What role should religion have within the PNC?

To answer this question, in this paper the administrations of the different directors of the PNC in El Salvador will be reviewed, analyzing the role or not that each one has given to religion.

Keywords: Religion, Politics, National Civil Police, El Salvador

Fotografía 1: Miembros de la PNC y fuerzas militares arrodillados en posición de oración

Los primeros directores de la PNC

José María Monterrey (1993-1994) fue el primer director de la PNC, no presentó declaraciones patrimoniales ni al asumir ni al dejar el cargo (Silva Ávalos, H. 2015). En su gestión, con base a lo expresado en los Acuerdos de Paz, se incorporaron a elementos del ejército y la exguerrilla a la PNC. Acerca de los usos que hizo de la religión dentro de la policía, es difícil encontrar su relación con la religión a nivel personal, o promoción de la misma en su rol como director de la PNC.

El segundo al mando fue Rodrigo Ávila (1994-1999). Asumió el cargo por primera vez entre 1994 y 1999 durante la presidencia de Armando Calderón Sol. De acuerdo a Human Right Watch (1995) Ávila fue objeto de varios ataques armados, posiblemente relacionados con su compromiso con una fuerza de seguridad pública más profesional. Una señal de cambio fue que, a diferencia de las fuerzas de seguridad en el pasado, la PNC hizo lo posible para castigar a los agentes acusados de infracciones y regularmente hizo públicos estos casos. Luego de ser director de la PNC, Rodrigo Ávila fue elegido diputado por el partido Arena. A nivel personal, Rodrigo Ávila se ha autoidentificado como católico, pero como director de la PNC no es fácil encontrar manifestaciones públicas de religiosidad.

El siguiente director fue Mauricio Sandoval (1999-2003). Anteriormente se había desempeñado como secretario de comunicaciones en la administración del presidente Cristiani; en esa época, dirigió la cadena nacional encabezada por Radio Cuscatlán durante la ofensiva de noviembre de 1989. Precisamente, a través de este medio y del "micrófono abierto" que instaló la "población" se pedía la muerte de los jesuitas, del arzobispo metropolitano y de su auxiliar, entre otros. Sandoval buscó medidas “duras" para combatir la delincuencia, y desarrolló una nueva imagen de la PNC a través de una campaña publicitaria. En lo personal no se identificó su afiliación religiosa, aunque páginas se internet lo asociaban al Tabernáculo Bíblico Bautista Amigos de Israel. También se documentó que luego de cuatro años en el puesto su capital aumentó $1,298,190.31 (Silva Ávalos, H. 2015). En cuanto a lo religioso durante su gestión como director se pueden resaltar dos cosas:

- Hizo la moción sobre el patrocinio divino, para gestiones ante el Vaticano, de la aprobación del Arcángel Miguel como patrono de la PNC. Esta fue solicitada en junio de 1999, ante el ordinariato Militar de El Salvador. Desde entonces este fue nombrado como patrono de la Policía Nacional Civil. Dejándolo como una especie de legado para otros directores en la PNC.

- En noviembre 2001 el director de la PNC, Mauricio Sandoval, rindió honores a dos agentes de la División de Élite contra el Crimen Organizado (DECO), asesinados cuando cumplían con su deber. Dijo: "Los agentes fallecidos son un ejemplo de grandeza ante Dios y ante la patria". Al mismo tiempo, pidió fortaleza a los familiares de las víctimas (Margarita Sánchez, EDH, 2001). 

Ricardo Meneses: policía y “cristiano devoto”

Meneses (2003-2005) fue el primer oficial de carrera que asumió como director general de la PNC. Tomó el cargo tras la renuncia de Mauricio Sandoval. Durante el último año de la administración de Francisco Flores, él y su subdirector, el comisionado Pedro Baltazar González, ejecutaron el Plan “Mano Dura”, que consistió en una política de seguridad pública enfocada en capturar pandilleros o sospechosos de ser pandilleros. Por otro lado, se temía que Meneses colaborara con el narcotraficante José Natividad Luna Pereira, más conocido como “Chepe Luna”, con el cual aparecía supuestamente en una fotografía en un jaripeo en el municipio de Pasaquina en 2005. Además, se asegura tenía supuestos vínculos con el supuesto líder de una de las pandillas, Carlos Alberto Rivas Barahona, alías “Chino tres colas”. 

En dos años en el cargo, Meneses aumentó 13 veces el patrimonio, de $18,700 reportados en 2003 pasó a $244,209.80 en 2005 (Silva Ávalos, H. 2015). Se sospechó de corrupción, pero nunca fue ni siquiera a juicio, aunque investigadores decían que: "Empezó a comprar caballos. Pagó cash una casa de más de 100,000 dólares”. Luego de dejar el cargo, Meneses fue único oficial de alto rango acusado de vínculos con el crimen organizado al que la administración Funes sacó de la policía, pero finalmente solo lo hicieron por motivos de abandono de trabajo (Silva Ávalos, H. 2015). 

Meneses, quizás, ha sido el director de la policía que utilizó más elementos religiosos en su discurso, hablaba con cierto complejo de superioridad moral, puritanismo y hacía referencias constantes a Dios y a la Biblia, incluso parecía que combinaba su afiliación religiosa personal con la autoridad policial. Expresaba que, vivía "con la Biblia bajo el brazo", y que "confía en Dios en cada paso de un policía de carrera". Afirmó tener como prioridad "llevar la palabra de Dios hasta los oficiales de la policía". Y dijo haber fundado el "Ministerio Cristiano Policial" con la que evangelizó a un tercio de la corporación.

Siempre en esta relación donde combinó su confesión religiosa personal, con su ejercicio profesional, en una entrevista para un periódico afirmó:

"Nunca he tenido vicios, pero en ese momento no me entregué totalmente, como joven estaba entre frío y caliente. Nunca he fumado, nunca he tomado, pero a veces iba a la iglesia y a veces no. Ya de adulto es que uno ve diferentes las cosas y me ha ayudado mucho en mi matrimonio, tengo un matrimonio muy estable. Imagínense, yo no sería director de la Policía si Dios no me hubiera ayudado a llegar ahí" (Portillo, E. y Guevara C. 2003).

Meneses desarrolló el evangelismo en la policía, y continuó con la estructura propagandística al servicio de ARENA, tal como había hecho el anterior director Mauricio Sandoval. Meneses les decía a los miembros de la policía, "hay que dar gracias a Dios por las victorias que vamos a tener, si uno pone su trabajo en manos de Dios todo tiene éxito" (Portillo, E. y Guevara C. 2003).  

Fotografía 2: De archivo de La prensa Gráfica donde está Ricardo Meneses junto con alias “Chino Tres Colas” líder del Barrio 18.

Durante la “Mano Dura” la policía se dedicó a perseguir y encarcelar pandilleros. Sin embargo, los niveles de violencia se mantuvieron e incluso se agravaron. Meneses, se plegó a la visión policial de Saca, y la situación de violencia no se detuvo. Aunque nunca fue procesado se sospecha en su administración de corrupción, y aunque fue removido de su cargo, nunca fue procesado, ni enjuiciado formalmente. Finalmente fue sustituido por Rodrigo Ávila.

Su ejercicio combinó su afiliación personal de cristiano, con su rol de director de la PNC. Promovió el respeto a la autoridad por normas impuestas desde afuera, resaltando las figuras de Dios y la policía. Esto probablemente le permitió validar sus disposiciones de mando, donde se minusvaloraba el sentido crítico, cuando el mérito provenía en apoyar a una autoridad fuerte, en un contexto de políticas de “Mano Dura”.

Los últimos directores de la PNC de Arena: Ávila, Rovira, y Tobar Prieto

Ávila en la segunda ocasión estuvo en el cargo por 2 años y 27 días durante la gestión de Antonio Saca. En este período como director, quizás se dio uno de los incidentes armados más graves desde el fin de la guerra civil, cuando Mario Belloso disparó un fusil M-16 contra agentes de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) que intentaban dispersar una marcha en una calle cerca de la Universidad de El Salvador. Esto provocó la muerte de dos agentes y salieron al menos diez lesionados. Finalmente, la PNC logró detener al fugitivo, y esto fue anunciado en rueda de prensa por Rodrigo Ávila. Otro hecho a resaltar se dio el 21 de marzo 2007, cuando mueren quemados en un vehículo tres diputados salvadoreños y su chofer en Guatemala. En cuanto al tema religioso, no se encontraron referencias religiosas hechas a nivel personal, ni como director de la PNC. Al momento de dejar su cargo su salario mensual era $4,372 (Silva Ávalos, H. 2015).

Luego, asume el puesto Francisco José Rovira (2008) que había sido ex director de impuestos internos del Ministerio de Hacienda, este duró siete meses en el cargo de director de la PNC. El presidente de El Salvador Antonio Saca se vio obligado a pedirle la renuncia por haber salido a la luz pública su nexo con la banda de narcotraficantes “los perrones”; y que algunos de sus asesores estaban vinculados con Margarita Parada Grimaldi, cabecilla de una banda de roba-furgones. Tampoco se conoce su afiliación religiosa, ni que haya usado elementos religiosos en su discurso o acciones como director de la PNC.

Finalmente, José Luis Tobar Prieto (2008-2009) fue el último director de la PNC puesto por ARENA. En 1997 Tobar Prieto había sido la mano derecha de Ávila y, ejecutó una depuración real, limitada pero efectiva. Se aseguró de mantener a Meneses en Washington, esto debido a que la relación entre ambos oficiales nunca fue buena se dijo que entre ellos: “hubo siempre envidias, intentos de marginarse mutuamente, de crear grupos de poder alrededor de ellos y del poder político”. Tampoco destacan elementos religiosos en su discurso.  En este período no resaltan referencias religiosas de los directores de la policía a nivel personal, solo a nivel institucional ellos aparecen en actos oficiales como días festivos, y celebraciones religiosas rutinarias, tanto católicas como evangélicas. 

Fotografía 3: Miembros de la PNC en la Catedral Metropolitana de San Salvador, celebrando misa en honor a su patrono San Miguel Arcángel

La PNC del “gobierno del cambio” de Mauricio Funes

El presidente Funes designó como director general al doctor en medicina Carlos Ascencio. Él provenía de las filas del FMLN, anteriormente había fungido como jefe de la delegación de la PNC en Usulután. Su título, fue señalado como irregular y extendido por la Universidad de las Américas. Durante su gestión se buscó reactivar el reclutamiento obligatorio bajo la bandera de tecnificación en protección civil para jóvenes de zona en riesgo. También en su período, la Inspectora General, Zaira Navas, abrió expedientes contra altos mandos de la PNC, sin embargo, esto no prosperó.  No se conoce su afiliación religiosa personal. Luego de su gestión en la PNC fue nombrado embajador de México, y de Nicaragua.

Ascencio ya como embajador de El Salvador en Nicaragua, junto con el presidente Daniel Ortega dijo en el contexto de santificación de Oscar Romero: "Monseñor Romero valoró la lucha del pueblo nicaragüense en sus conquistas de 1979, que las vio muy esperanzadoras no solo para Nicaragua sino para El Salvador y toda la región. Monseñor Romero fue un ferviente opositor a toda intervención e injerencia extranjera". Esto en un contexto donde Ortega acusaba a miembros de la Iglesia Católica de golpistas, y donde existían amenazas físicas a sacerdotes y monjas.

Luego Ascencio fue relevado en el cargo por el General Francisco Ramón Salinas (2012-2013), un mes después de su juramentación, viejos oficiales de la élite policial retomaron el control de oficinas estratégicas de la Policía, y jefaturas regionales. Buena parte de esos oficiales, como se ha dicho, tenían investigaciones abiertas al llegar a sus nuevos despachos; algunos incluso habían sido separados de la Policía o degradados de sus cargos en administraciones areneras por esos vínculos.

Durante su gestión, el ejército tomó más protagonismo en labores de seguridad, por ejemplo “dos militares armados con M-16, custodiaban el despacho del director general”. Además, según fuentes periodísticas en su gestión se facilitó la negociación entre pandillas que permitió la reducción de homicidios varios meses, en donde las iglesias jugaron un papel central. Según Albaladejo (2017) el y monseñor Colindres se reunieron varias veces con el presidente Funes para hablar sobre la tregua. Salinas llego a afirmar que el "expresidente Funes tenía pleno conocimiento de la tregua". Finalmente fue destituido porque su nombramiento se declaró inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia. No se reconocen referencias personales a la religión, pero sí que, en su gestión de director tuvo acercamientos con líderes religiosos católicos y evangélicos para la “tregua”.

Luego asumió el ingeniero eléctrico Rigoberto Pleités, que anunció cambios en la PNC durante su primer día de trabajo. Luego de varios meses admitió que no contaba con los recursos humanos necesarios para combatir la delincuencia en El Salvador. Durante su gestión incrementaron los homicidios, él lo atribuyó a que la tregua de pandillas había terminado, y tampoco es fácil identificar referencias de tipo religioso ni personal, ni institucional. A continuación, fue nombrado Mauricio Ramírez Landaverde (2014-2016), que como funcionario participó en misas celebrando días especiales. Además, cuando era ministro de Justicia y Seguridad, se reúne con el Párroco de la Iglesia católica de San Juan Talpa William Menjivar y líderes de Comunidades de Fe Organizadas en Acción el 28 de noviembre de 2017, para hablar de políticas de prevención de violencia. A nivel personal no se reconoce su afiliación religiosa.

Fotografía 4: Autoridades de Seguridad durante el gobierno del FMLN celebrando una misa en la Catedral Metropolitana de San Salvador, en honor a San Miguel Arcángel el 29 septiembre, 2015.

Finalmente, Howard Augusto Cotto Castaneda fue director de la PNC entre enero de 2016 y mayo de 2019, se reconoce como uno de los principales rostros de la seguridad durante los dos gobiernos del FMLN. Carismático en redes sociales, era un guerrillero conocido por como Sergio Villanueva, y en su gestión como director de la PNC mantuvo su énfasis de su actividad en contra las pandillas. A nivel personal, el papá del comisionado Cotto era un conocido pastor de la iglesia Bautista (Arauz, 2013, Faro), pero se desconoce la afiliación específica de Howard Cotto. Cuando asume el cargo participan en misas celebrando días especiales, por ejemplo, participa en una eucaristía, el 27 de septiembre de 2019 en la Catedral de San Salvador, el día de San Miguel Arcángel, patrono de la Policía Nacional Civil (PNC). La misa se celebró por capellanes de las Delegaciones del área metropolitana. Cabe destacar que en Coto es difícil encontrar la utilización de la imagen de Monseñor Romero (como director de la PNC).

Ministerio Cristiano policial durante la gestión del FMLN

El Ministerio Cristiano policial inició en la gestión de ARENA, y continuó durante la administración del FMLN. Este hacía cultos, celebraciones de aniversario y servicios varios como la visita a centros penales. Por ejemplo, durante la gestión del FMLN, el día jueves 20 de enero de 2011, inauguraron un Templo Cristiano Policial en la delegación de la PNC en Santa Ana.

Fotografía 5: A la izquierda invitación del Ministerio Cristiano policial a un evento en Sonsonate. A la derecha el logo de dicha agrupación.

Según su página la página de Facebook: “Capacitaciones Ministerio Cristiano Policial” sus actividades se desarrollan en toda la república, es decir, no se concentran solo en San Salvador, la mayoría de las actividades publicadas en la página se concentra de agosto 2015 a agosto 2017. En ss publicaciones incluyen presentaciones en delegaciones y sitios varios con diferentes con pastores como Mauricio Navas, el pastor Carlos Berges y “Toby Jr”. Llama la atención que en una de las presentaciones se observa la frase "La sumisión a la autoridad lleva a la verdadera grandeza".

Durante la administración del FMLN se remodelaron instalaciones de templos cristianos policiales, sin embargo, se desconoce de dónde provenían los fondos. Lo que sí se está documentado, es que el entonces comisionado Mauricio Arriaza Chicas (que luego sería director de la PNC) en la inauguración del templo en Santa Ana dijo: “Esta capilla, será como un oasis espiritual”. En esta celebración participó la Orquesta “Los Levitas”, que estaba conformada por elementos policiales. Además, cabe resaltar que según la página de Facebook: “Capacitaciones Ministerio Cristiano Policial”. Entre 2012 y 2019 hubo múltiples participaciones del pastor Edgar López Beltrán Jr. Del Tabernáculo Bíblico Bautista en actividades de este ministerio, se desconoce sí fueron ad honorem o sí hubo pago de por medio. Según la Dirección General de Aduanas entre los años 2002-2019 el Ministerio Cristiano Policial gastó $6,106.76 en importaciones de libros (López Reyes, C. 2021:171)

Fotografía 6: Orquesta “Los Levitas” en celebración religiosa

PNC y la religión con Nuevas Ideas (2019-)

Volviendo a los cargos de dirección de la policía. Mauricio Antonio Arriaza Chicas asumió el 4 de junio de 2019 como director general de la PNC. El comisionado había sido parte del ejército antes de estar en la corporación. Al revisar sus antecedentes, en octubre de 1996, se vio involucrado en un caso de fraude procesal, porque supuestamente sustrajo equipo informático en un allanamiento. Chicas fue enviado a prisión, pero un tribunal anuló la condena. También, se le investigó por participar en un caso de manipulación de evidencias en 1997 conocida como la Masacre de Valle Nuevo. En 1998, de acuerdo a investigaciones de la Fiscalía (que no se judicializaron) Arriaza parece haber intervenido en la preparación de un testigo por la masacre mencionada, pero nunca fue comprobado.

En un proceso de depuración, a Arriza se le sancionó sin goce de sueldo, y luego se le destituyó del cargo, por lo que tuvo que dejar la policía en el año 2000. Sin embargo, tres años después, la Corte Suprema ordenó su restitución. En 2017 cuando era el jefe de las unidades especializadas incluida la Unidad de Mantenimiento del Orden y el Grupo de Reacción Policial (GRP), ocurrió el asesinato de la agente Carla Ayala (un hecho marcado por la impunidad), lo cual será importante evaluar al momento de estudiar su ejercicio profesional, con las referencias religiosas en su cargo.

Estas alusiones religiosas durante su gestión, han sido más recurrentes que las hechas por sus antecesores en cargo (con excepción de Meneses). Cabe destacar que no todos los usos a la religión han sido igual, para este caso se han dividido en tres tipos de referencias religiosas. Las ceremoniales de tipo inofensivo para la democracia, las controversiales y aquellas que instrumentalizan a la religión para fines políticos. Estas se describen y analizan a continuación.

En primer lugar, hay referencias religiosas ceremoniales de tipo inofensivo para la democracia. Por ejemplo, Arriaza Chicas, al asumir su cargo dijo: "Estoy aquí para decirle a la población que es lo que vamos a hacer, en nombre de Dios saldremos adelante en esto de la seguridad pública”. En este caso, hay un ofrecimiento en nombre de Dios que su gestión será satisfactoria, que puede ser entendida como una expresión coloquial.

Otra referencia religiosa se dio el 12 de agosto de 2020. Entonces el presidente del "Ministerio Cristiano Policial", Pedro González (quien fuera jefe de la unidad Antipandillas) y el director de la PNC Mauricio Arriaza Chicas desarrollaron servicios religiosos para encomendar la protección de los agentes. En este se dijo que- desde la fundación de la PNC hasta agosto de 2020- habían sido asesinados 351 elementos (Azucena Henríquez, 2020). Este homenaje no debería de ser criticable, ya que se trataba de un acto póstumo a policías que habían muerto en cumplimiento del deber. La participación en misas y cultos por conmemoraciones, aunque generan polémica (por algunos que defienden la laicidad del Estado), se considera adecuados cuando la ocasión lo amerita[1]. Para el caso, se podría justificar que se usa para generar alivio, a través de lenguaje religioso, con el fin de mitigar la tristeza y las situaciones de tensión, a las que se someten los miembros de la corporación policial y a sus familias.

Fotografía 7: Homenaje póstumo a Policías participan Padre Pedro Baños y Pastor Manuel Guillén.

En este mismo sentido, otro acto religioso en relación a los policías, se dio el 28 de septiembre de 2022. En este, miembros de la corporación participaron en una misa en honor a San Miguel Arcángel en Catedral Metropolitana. El servicio entra en la lógica de actos “oficiales” religiosos, similar a otros ya señalados en este escrito. Para el caso, el director de la PNC, Mauricio Arriaza Chicas expresó: “San Miguel Arcángel es el patrono y en nombre de Dios, vamos a seguir pidiendo que nos siga protegiendo y bendiciendo”. Este hecho resulta cuasi irrelevante porque se celebra como una especie de costumbrismo religioso. Muy probablemente sería más controversial el eliminar esta celebración, porque ya ha sido institucionalizada en la PNC.

Fotografía 8: Policías participan en misa en honor a San Miguel Arcángel el 28 de septiembre de 2022.

En esta misma situación ceremonial el director Mauricio Arriaza Chicas, el presidente del "Ministerio Cristiano Policial", Pedro González y la diputada Aronette Mencía participaron; en un servicio religioso evangélico, justificado por parte de la congresista para: “encomendar a Dios la protección de nuestros agentes de cualquier daño(...). Otro caso se dio el 1 mayo de 2020, entonces la PNC de El Salvador en su cuenta de Twitter colocó que, por iniciativa de su personal "...  se interesa en fortalecer la parte espiritual de la población en la pandemia”, y que “cada viernes desarrolla a través del Ministerio Cristiano Policial una jornada de oración". 

Fotografía 9: Diputada por San Salvador Aronette Rebeca Mencía junto con el director de la PNC Mauricio Arriaza Chicas en jornadas de oración

Estos hechos a pesar de ser catalogados como “inofensivos” para la democracia se debe prestar atención a ellos, ya que la religión se puede usar de forma sutil, para justificar el actuar de las políticas públicas de seguridad, y/o la imagen de los políticos de turno. Además, en el caso de Arriaza Chicas, cabe destacar que la religión ha estado más presente en comparación de anteriores gestiones, y aunque no es el eje central de su discurso, resulta llamativo.

En segundo lugar, están aquellas de tipo controversial. Por ejemplo, una referencia religiosa la hizo el 27 septiembre de 2019, entonces participó en una misa con el arzobispo castrense y expresó: "He elevado mi oración porque la protección divina siempre les cubra a lo largo y ancho del territorio, en esa valiente misión de defender y proteger a los ciudadanos".  En este caso se hace una referencia de una autoridad religiosa para acciones de seguridad pública, se ruega la protección divina de los miembros de la policía, sin embargo, no se habla del respeto pleno de los derechos de todos sus ciudadanos violentados en el plan de control territorial.

Otra acción controversial en su gestión, fue cuando lo acusaron del delito de incumplimiento de deberes, por no llevar al ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, a una comisión de la Asamblea Legislativa. Por tal acción, se llevó a antejuicio por incumplimiento de órdenes. Al final el proceso jurídico no prosperó y al final del mismo dijo: “Yo le pedí a Dios un juicio justo; un juez transparente, objetivo. Yo le pedí al señor juez que hiciera una valoración jurídica objetiva y transparente”, por tales acciones fue sobreseído definitivamente.

En el mismo sentido, el 12 mayo 2022 Mauricio Arriaza Chicas, aseguró a periodistas que no se reportaban muertes en bartolinas, ni en procedimientos policiales durante el régimen de excepción decretado para controlar la violencia atribuida a las pandillas. En declaraciones dijo: "Gracias a Dios en ninguna bartolina policial, ni en ningún procedimiento policial ha fallecido alguna persona que haya sido detenida". Esto es contrario a lo señalado por organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos.

Otra situación de controversia a destacar se dio el 9 de octubre de 2022. En ese momento Arriaza Chicas, y el ministro de seguridad Gustavo pidieron a Dios por la protección del país ante la amenaza de la tormenta tropical "Julia". Ese mismo día el director de la policía expresó en twitter: “Dios nos permitió reducir los homicidios. Dios nos permitió ser de los países que manejó mejor la pandemia. Y Dios, también nos permitirá salir avantes de esta Tormenta Tropical Julia. Él dice: "Clama a mí y yo te responderé".

Fotografía 10: Foto del director de la PNC Mauricio Arriaza Chicas en misa a razón de la Tormenta tropical Julia.

Estas referencias resultan controversiales porque ningún funcionario debería aprovechar ninguna tragedia nacional (llámese pandemia, tormenta, terremoto, etc) para promocionarse él mismo o a un actor político. Se desconoce el verdadero motivo por el cual Arriza Chicas (en su condición de funcionario) hace el uso del lenguaje religioso en este caso. Ya que la retórica religiosa también está diseñada para ser reconfortante y calmante, y el lenguaje religioso sirva para pacificar a un país angustiado o enojado, pero no significa que su uso deje de ser polémico.

En tercer lugar, un uso referencias de la fe que se podrían decir instrumental, en estos se mezclan con la admiración (lealtad) al presidente en sus mensajes. Esto de manera conveniente a favor de un proyecto personalista, por ejemplo, dijo: “agradecemos a Dios por los resultados positivos en seguridad. El liderazgo del presidente ha sido vital. El trabajo ha sido duro y él ha supervisado constantemente la labor”. Esto es parte del “bukelismo” o mesianismo donde seguidores defienden la figura del líder mostrando admiración y lealtad, y al que exaltan como único capaz de dar “salvación” a la nación, pero que facilitan la concentración del poder, y no la construcción de la democracia. En este caso, la religión se impone a la población con una moral heterónoma, es decir, impuesta por una autoridad donde se inculca la obediencia como virtud, pero que puede justificar el fanatismo para exagerar, esconder la verdad o concentrar el poder.

En este mismo sentido, de “lealtad” cuando el Ministerio Cristiano de la PNC posteó en Twitter el 3 abril 2020 que desarrollaba una jornada de oración en todo el territorio nacional, y que pedía la protección divina para la nación, a causa de la Covid-19.

Fotografía 11: Miembros de la PNC arrodillados en posición de oración, en día nacional de la oración

Aunque hay quienes oran con sinceridad por valores de justicia y verdad a través del respeto e incluso desde la humildad. Sin embargo, esta súplica parece que fuera una táctica para darse propaganda, y actuar de manera prepotente. Además, fomentaba la polarización, la intolerancia y la violencia política la cual, solo es beneficiosa para el autoritarismo.

Otra referencia directa a la religión la hizo Arriaza Chicas el 28 de agosto de 2020 al decir: “Cuando Dios abre las puertas ningún obstáculo prevalecerá, el Plan Control Territorial sigue cosechando históricas cifras para el bienestar de la población. Los que tienen oscuros intereses en desmantelar este plan ¡No podrán!”. En este caso hay que prestar más atención en acciones que afirman tener inspiración divina, y que actúan con cierto complejo de superioridad moral, exaltando políticas públicas que en realidad son falibles. De manera similar, en febrero de 2020, cuando Arriaza Chicas -en su calidad como director de la PNC- participó en la toma por la fuerza de la Asamblea Legislativa el 9 de febrero de 2020. En estos casos estas referencias religiosas simplifican la realidad y son útiles para quien las usa, porque presentan respuestas autoritarias y moralizantes.

Descripción del rol de la religión con los directores de la PNC

La utilización de referencias religiosas por parte del Estado a través de los directores de la PNC es compleja de analizar.  En cuanto al rol que ha tenido la religión dentro de la PNC, en cierto modo, los directores de la PNC en El Salvador parecen reacios a “explotarlo” más allá de lo ceremonial costumbrista. Hay directores que han seguido actos religiosos como veneración a santos, la celebración de ministros de la Iglesia, conmemoración de fiestas religiosas o participación en cultos evangélicos como algunas formas para reforzar la solemnidad.

Sin embargo, existen algunos que le han dado un rol más importante a la religión en sus gestiones, por ejemplo, los directores Meneses, Salinas y Arriza Chicas. En los casos de Arriza Chicas y Meneses prácticamente combinaron su afiliación religiosa personal con su ejercicio de la autoridad policial. En cambio, Salinas (del cual no se documenta su confesión religiosa personal) parece haber tomado ventaja de los líderes religiosos para ejecutar la “tregua” entre pandillas.

En estos casos la religión (entendida desde un cristianismo conservador) ha sido como justificador de la violencia policial (en una línea de represiva) o la falta de transparencia. Específicamente, se hace referencia al plan mano super dura (Meneses), la tregua de pandillas (Salinas), y el plan control territorial (Arriaza) que se han valido de recursos religiosos para su aplicación.

Sin embargo, también la religión (desde una óptica más liberadora) ha sido también vista como una herramienta de prevención de la violencia, como facilitador de una reinserción e inclusión social, como protector de los policías y por costumbrismo. Explorando información de los casos, a continuación, se presentan los resultados tanto a nivel personal como profesional.

Tabla 1: Rol de la religión en la vida personal y en la gestión administrativa de los directores de la PNC en El Salvador

Director de la PNC

Rol de la religión en su vida personal

Rol de la religión durante su gestión en la PNC

José María Monterrey (1993-1994)

Difícil encontrar referencias de tipo religiosa en ámbito privado

Difícil encontrar referencias de tipo religiosa en su gestión

Rodrigo Ávila (Primera Gestión)

Católico practicante

Difícil encontrar referencias en su gestión. No es el centro de su gestión mezclar las referencias religiosas personales con las individuales

Ricardo Mauricio Meneses

Evangélico

Hay varias referencias a la religión, desde las costumbristas, hasta las que eran justificador de la violencia policial. Desarrolló el evangelismo cuasi fanático en la policía, su moral es de tipo heterónoma. Mezcla la fe personal con su ejercicio profesional

Mauricio Sandoval

Difícil encontrar referencias de tipo religiosa en ámbito privado

Religión impulsada en la institución como factor de protección y usado por costumbrismo.

Rodrigo Ávila (2006-2008) (Segunda Gestión)

Católico practicante.

Aparecen son de usos por costumbrismo

Francisco José Rovira (2008)​

Difícil encontrar referencias de tipo religiosa en ámbito privado

Aparecen son de usos por costumbrismo

José Luis Tobar Prieto (2008-2009)

Difícil encontrar referencias de tipo religiosa en ámbito privado

Aparecen usos de la religión por costumbrismo

Carlos Antonio Ascencio Girón (2009-2012)

No se encontraron referencias religiosas en su ámbito privado

Difícil encontrar referencias religiosas, las que aparecen son de usos por costumbrismo. Luego al ser nombrado embajador utilizó la figura de Monseñor Romero

Francisco Ramón Salinas (2012-2013)

Difícil encontrar referencias religiosas en ámbito privado

Referencias religiosas aparecen para promover la tregua de pandillas a través del diálogo con lideres religiosos.

Rigoberto Pleités (2013-2014)

 

No se encontraron referencias religiosas en su ámbito privado

Religión como herramienta de prevención de la violencia iglesia como facilitador de una reinserción e inclusión social, se desarrolla una página de redes sociales activa

Mauricio Ramírez Landaverde (2014-2016)

Difícil encontrar referencias de tipo religiosa en ámbito privado

Religión como herramienta de prevención de la violencia. Se promueve que las iglesias como facilitadores de una reinserción e inclusión social

Howard Augusto Cotto Castaneda (2016-2019)

Su padre era un conocido pastor de la iglesia Bautista de El Salvador, pero del exdirector se desconoce su afiliación

Religión como herramienta de prevención de la violencia. Iglesia como facilitador de una reinserción e inclusión social

Mauricio Antonio Arriaza Chicas (2019-2024)

Autoidentificado evangélico

Referencias discutibles o polémicas. La religión incluso es justificadora de la violencia policial y de represión dura

Fuente: Elaboración propia

La tabla permite distinguir la religión a nivel personal y a nivel profesional que se describen a mayor detalle en cuatro puntos a continuación. En primer lugar, este escrito abordó como los diferentes directores de la PNC en El Salvador han hecho referencia a la religión, destacando el cristianismo católico y evangélico. Se identificó que, la mayoría de los directores -desde ese rol- han hecho referencias a la religión, pero no con la misma intensidad, ni de la misma manera. La mayoría han hechos referencias han sido de tipo institucional en ceremonias concretas como: fiestas patronales o conmemoraciones. Ya a nivel personal es más difícil encontrar este tipo de referencias, salvo en casos concretos como los señalados anteriormente.

Fotografía 12: Miembros de la PNC en postura de oración

En segundo lugar, se puede explorar algunos motivos por el que se cree existen estas referencias religiosas. Según Cruz (2017) hay un impacto en la manera cómo los ciudadanos aprecian a la PNC, de acuerdo a la pertenencia a una confesión religiosa que se profesa. Por ejemplo, las prácticas religiosas utilizadas dentro de la PNC son mejor recibidas por quienes se declaran cristianos-evangélicos u otras denominaciones como Testigos de Jehová, mormones, etc. Estos exhiben un nivel más alto de confianza (legitimidad) en la policía que el resto de la población, especialmente en comparación con agnósticos y ateos, esto probablemente porque se justifican en una moral desde afuera del individuo. De ahí que la religión (sobre todo conservadora) resulte conveniente legitimar la autoridad civil. 

En tercer lugar, aunque este escrito tiene como objetivo, identificar cuando la fe en la PNC puede llegar a poner en peligro la democracia. También es importante señalar que existen situaciones positivas relacionados a la actividad policial, combinada con referencias religiosas. Por ejemplo, la religión (en su sentido amplio o de carácter liberadora) puede dar una sensación de protección ante diferentes riesgos, ya que los agentes están expuestos diariamente a asesinatos, robos, peleas, agresiones, problemas de salud, ansiedad y depresión. De ahí que, las convicciones religiosas en los policías pueden contribuir a una mejora de la autoestima, a la estructuración y mantenimiento de los valores éticos y personales, así como evitar fraccionamientos, y promover las “buenas costumbres”.

En cuarto lugar, los policías tienen el derecho a que se les respete como persona, esto incluye su honor, sus convicciones y sus prácticas religiosas. Además, que no se les persiga por ellas, se reconoce que hay policías que genuinamente practican diversas religiones de manera liberadora. Sin embargo, eso no significa que desde la dirección de la PNC se tenga la obligación de promoverla religiosidad, ya que no son lo mismo las manifestaciones públicas que privadas de la religión. Desde un punto de vista de la fe, Dios puede ser honrado por un culto interior que se manifieste en acciones exteriores, y viceversa, puede llevarse a exaltar exteriormente, sin realmente llevar una convicción interior.

Fotografía 13: Ministerio Cristiano Policial (2021)

Análisis y conclusiones 

Se reconoce que, la religión no es un eje central de la acción de la mayoría de directores de la PNC, pero el fundamentalismo religioso cristiano se ha utilizado como herramienta para justificar abusos de poder y extrema violencia estatal o para exaltar a un funcionario (promoviendo el personalismo), y esto puede llegar a dificultar la profesionalización de la institución. 

Tratos discriminatorios: Los policías fundamentalistas religiosos por la interpretación literal y absolutista, les lleva a actuar con una mentalidad cerrada y dogmática, . De manera concreta, los adversarios -de los policías fundamentalistas cristianos- se desarrollan en diferentes niveles de realidad y son referidos a grupos sociales específicos. Esto se pueden nombrar a nivel político (el político corrupto), a nivel social (las pandillas satánicas), a nivel cultural (el extranjero no cristiano), a nivel moral (feministas brujas y homosexuales inmorales), educativo y legal (los intelectuales laicos), a nivel económico (los pobres pecadores: perezosos y viciosos) a nivel religioso (católicos mundanos y evangélicos no comprometidos) y a nivel medio ambiental (campesinos e comunistas, indígenas espiritistas)


De ahí que, esta sensación de superioridad moral  hace que "un gran ser humano, buen cristiano y de buen corazón al mismo tiempo ser un abusivo. En concreto, algunas referencias religiosas hechas por Meneses, y Arriaza Chicas combinan amenazas al estado de derecho y los derechos humanos con planteamientos religiosos fundamentalistas, fanáticos o literalistas. En este punto, es importante recordar para el análisis que la religión (conservadora) ha justificado discriminación, exterminio, esclavización, la deportación y otros actos inhumanos. De ahí que, es importante reconocer que grupos religiosos pueden dar lugar a grupos paramilitares de fachada un “ministerio cristiano”.

Por tanto, el solo hecho que se desarrolle el cristianismo no es condición ni suficiente para mejorar la labor de la PNC, incluso pueden llegar a ser un peligro. En los casos de Arriaza Chicas y Meneses puede verse este tipo de contradicción, donde religiosidad puede servir para ordenar y controlar, pero no es exento de acciones que se usen a conveniencia que pueden justificar el fanatismo, o la instrumentalización de la religión para fines personales.

Por otro lado, sí se asocia a la PNC con una autoridad más que civil, la ciudadanía no solo está en riesgo de caer en una cultura autoritaria policial, sino también a una supuesta "voluntad divina" donde los policías no estén aprendiendo de sus “errores”, ni responsabilizándose de sus acciones. Ninguna referencia a Dios que esconda los problemas de delincuencia, desempleo, migración irregular y sospechas de corrupción puede ser válida.

Por ejemplo, en el artículo 7 de la constitución de El Salvador: "se prohíbe la existencia de grupos armados de carácter político, religioso o gremial", (esto refiere a que los ciudadanos pueden reunirse pacíficamente), pero de ahí también se entiende que- en teoría- lo policial debe estar libre de la influencia de los ideales religiosos o doctrina religiosa. Además, en los regímenes autoritarios la libertad religiosa tiene dificultad de sobrevivir.

Los que han utilizado la religión de forma autoritaria en la PNC lo han hecho desde una concepción de antiguo testamento, con respuestas de corte mágico (que esperan el favor divino) y simplistas, se resalta un Dios que ayuda a la legitimación de la violencia desde el Estado, y se promueve desde la PNC una moral heterónoma (del ciudadano que se comparta bien solo frente a la autoridad), por tanto, simplista. De ahí que se utiliza a la PNC como ese símbolo no solo de autoridad civil, sino también religiosa conservadora. Esta moral de antiguo testamento es simple a ciertas figuras les adjudica una autoridad igualmente incuestionable, se justifican castigos (que se equiparan a la venganza "ojo por ojo"), no se dispone de un sentido crítico, y esta es muy útil para fomentar el acaparamiento de poder desde la PNC.

Ha habido una aceptación o desarrollo de la confesión religiosa evangélica entre diferentes directores de la PNC. No solo tiene que ver con el crecimiento en el país del evangelismo, sino también que el hecho de declararse evangélico ha sido visto como una salida a la pandilla. De ahí que, pueda verse como una labor de la PNC el promover el evangelismo para prevenir delitos o hacer reinserción social, sin embargo, el evangelismo es una condición necesaria pero insuficiente para propiciar la disidencia pandilleril (Orellana, 2017). Esto debido a que, mientras El Salvador no ofrezca condiciones favorables de una vida material suficiente, es muy difícil consolidar una reinserción social de jóvenes pandilleros. Por tanto, la religión per se no puede garantízar la reinserción social, ni mucho menos ser promovida como tal por la PNC. De ahí que, aunque la religión puede contribuir con las políticas de rehabilitación de mareros en El Salvador, no es obligación de la PNC hacerlo, ni tampoco garantía en sí misma para la reinserción social.

Es necesario comprender las diferentes formas de la religión oficial y religiosidad popular, y ser respetuoso de ellas, ya que no se puede minusvalorar las razones religiosas. Sin embargo, el defender culto desde lo personal, no significa que se deba promover el culto desde lo Estatal para contener delitos y desórdenes los policías cuentan con un poder disuasorio dado por el Estado, en para cumplir que dichas funciones no son necesario que desde el Estado se promuevan acciones de tipo religioso. Las celebraciones religiosas como misas y culto del MCP han sido promovidas por casi todos los directores de la PNC desde Mauricio Sandoval hasta Arriaza Chicas.

Los policías representan una autoridad civil, el derecho y el contrato social. Si su poder coercitivo o punitivo es manipulado por la religión resulta especialmente peligroso. Los policías representan una autoridad civil, el derecho y el contrato social. Si su poder coercitivo o punitivo es manipulado por la religión resulta especialmente peligroso. Y sí es defendido por lo seglar es menos factible a ser manipulado (aunque cabe aclarar que no está exento). Las convecciones religiosas no pueden sobrepasar el Estado de derecho, los derechos humanos los cuáles son competencias directas del Estado. La PNC no puede ni debe controlar que las autoridades eclesiales con sus normas religiosas.  Pero en los casos de Meneses, Salinas y Arriaza Chicas son ejemplos donde sí se ha sobrepasado la línea. Porque una policía eficiente se encarga de cumplir las funciones inherentes a su cargo, y para estas no son indispensables las creencias religiosas. Pero sí que cumplan con las normas y deberes de sana convivencia civil.

Finalmente, en relación al deber ser. Pueden establecerse algunos paralelismos entre delito y pecado. Aunque ambos son faltas, los delitos son actos que perturban el orden social civil y la seguridad de los ciudadanos los cuales de comprobarse son castigados por la autoridad civil. En cambio, el pecado, aunque es una violación a lineamientos morales de estos no se tiene la certeza plena ya que dependen de una autoridad religiosa, y la concepción que se tenga de Dios. Y aunque la PNC puede contribuir con al combatir la “vida pecaminosa” y mejorar la moral de una sociedad con la religión este no es su responsabilidad directa, sino la de combatir los delitos que incluso ella misma pueda cometer.

Esta visión fomenta el castigo como natural y los ciudadanos equiparan la justicia como una especie de venganza, algo que se basa en el principio de retribución más básico como el “ojo por ojo”. Al darse una justificación de tipo religiosa de su actuar, se puede obviar que la misma PNC puede cometer delitos, y que pueden ser justificado en nombre de la religión conservadora.

Cabe aclarar que, el hecho que en este escrito no estén documentadas acciones religiosas por directores de la PNC, no significa que no existan, por ejemplo, en los casos de Rodrigo Ávila, Mauricio Sandoval, Rigoberto Pleités, Mauricio Ramírez Landaverde, y Howard Augusto Cotto Castaneda han participado de una cultura religiosa-policial afín al de catolicismo y evangelismo conservador. Sin embargo, la religión se ha utilizado para justificar la violencia policial: especialmente cuando se trata de la represión de grupos marginados. Esta justificación puede basarse en la idea de que la policía está protegiendo los valores y creencias religiosas de la sociedad.

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[1] O'Connell (2012) reconoce que los elogios fúnebres, bendiciones de vacaciones o fiestas patronales requieren una retórica religiosa meramente ceremonial, ya que el funcionario está hablando en lenguaje religioso porque la ocasión lo amerita (sobretodo para un pueblo mayoritariamente creyente)