La situación política de Venezuela a partir de la proclamación de Guaidó como presidente de Venezuela es complicada, ya que desde entonces tanto él como Nicolás Maduro se adjudican el puesto. No es algo fácil de analizar, pero este escrito pretende exponer desde una perspectiva analítica y sintética dicha situación con un fundamento de ciencias políticas.
En primer lugar, ¿es Guaidó jefe de Estado en Venezuela? desde la perspectiva de Max Weber, 2016 (original en alemán de 1919) un Estado es una comunidad o territorio que reclama (con éxito) para sí el monopolio de la violencia física legítima. Y por el momento, a Guaidó no sólo le falta ese monopolio ya que Nicolás Maduro controla (al menos hasta finales de febrero y principios de Marzo 2019) el aparato militar venezolano, sino también su legitimidad. Estos principios de legitimidad (reglas y principios jurídicos) tienen la función de transformar una relación de fuerza en una relación de derecho (Bobbio, 1984), y Guaidó aún no lo ha consolidado. Lo que sería un punto en su contra para su calificarlo como jefe de Estado.
En segundo lugar, otra cosa sería el analizar a Nicolás Maduro. Ya que aunque cuenta con el control del aparato militar, su calificación como jefe de estado “democrático” es puesta en duda. Al revisar las definiciones de democracia, se pueden encontrar concepciones muy distintas y hasta en cierta manera contradictorias y es muy difícil abordar todas las definiciones hechas a lo largo de la historia, pero varios autores coinciden en el hecho de que deben existir elecciones, periódicas y competitivas. Y aunque en Venezuela hay elecciones periódicas, la búsqueda por el mantenimiento del poder impulsó en 2009 reformas que permitieron la reelección indefinida en Venezuela, lo que promovió el personalismo político, la concentración del poder y luego en el abuso de poder. En la República de Platón en su capítulo II se plantea el mito del Anillo de Giges, el cuál muestra que la posesión de un gran poder por un tiempo ilimitado es capaz de corromper a cualquiera lo posea.
A partir de lo aquí planteado, el jefe de Estado venezolano puede decirse que es Maduro, pero el haber obtenido dicho cargo por medio de una norma que establece una reelección indefinida pone en duda la legitimidad de su cargo. Indistintamente de quién ejerza al final como presidente, en Venezuela permanecerá el reto cuanto a la aceptación y el reconocimiento de las diferentes formas de pensamiento en elecciones, libres y competitivas, lo que lastimosamente parece que está muy lejos de resolverse.Ya que así como fue difícil que Maduro reconociera la oposición en sus logros electorales, el perfil de Guaidó no parece que podría legitimar un triunfo chavista en las urnas. Y es ahí donde tiene el verdadero problema la democracia de Venezuela.
Referencias:
Weber, Max (2016): "La política como vocación". Create Space Independent Publishing Platform
Bobbio, Norberto (1984) "Origen y Fundamentos del Poder Político".
Platón (sin fecha) "La República" (Libro II) Versión en Español
Sociólogo- Politólogo