Después de más un año.en Costa Rica lo digo con convicción. Sin duda he sentido un ambiente más pacífico con respecto a El Salvador, camino en las noches sin temor, observo y he corroborado una polícía más respetuosa, y menos infantes trabajando o mendigando en las calles. Las desigualdades son menores pero existen. En el bus no siento temor a ser asaltado. Al menos no tuve preocupación por mí seguridad nunca. En el Ricardo Saprissa (al ver un juego) pude comprobar un respeto mayor y menor uso de malas palabras. Existe cierta tolerancia pero siempre hay cosas violentas que impresionan.
He escuchado muchas historias de asaltos, las mujeres en la UCR denuncian el acoso (con carteles, panfletos, conversaciones y otras expresiones). Un Uber que me trajo me dijo que hace menos de un año lo balearon tres veces en el brazo. Yo logré ver sus cicatrices.
He escuchado muchas historias de asaltos, las mujeres en la UCR denuncian el acoso (con carteles, panfletos, conversaciones y otras expresiones). Un Uber que me trajo me dijo que hace menos de un año lo balearon tres veces en el brazo. Yo logré ver sus cicatrices.
El colmo, yo observé partede lo que una noticia reza: El joven de 19 años y estudiante del Instituto Tecnológico de Costa Rica fue atacado el viernes, pasadas las 10:30 p.m. frente al Paseo de las Flores. Yo estaba ahí, ví su cuerpo tirado. Sin sensacionalismo, Costa Rica me deja ver un primer mundo y un tercer mundo combinados. Un Costa Rica que ama el reggee, donde hay acceso a drogas y donde la neutralidad forma parte de su cultura como rasgo característico. Siento que crezco y que caminar por la Cali, la Amargura por las noches me ha permitido observar mucho, apreciar el pasado, valorar el presente (capturarlo) y proyectarme a un futuro.
Costa Rica es ¡Pura Vida¡ para decir: gracias, buenos días y por favor. Sin embargo, tiene su presa ( tráfico), su indiferencia y su violencia que me ha hecho darme cuenta de algunos de sus defectos, que le señalo, pero no me hacen quererle menos. pero me hace ponerla tanto en interrogación como en signos de admiración
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Luego el golpe de realidad, a mediados de Junio de 2019 me asaltaron, me quitaron la Laptop, mi pasaporte, chamarra y reloj. Fueron 5 sujetos, se bajaron de un taxi rojo, que me amenazaron con cuchillos y machetes. Al final el daño físico solo fue un ojo morado, y me tocó aprender por la mala lo que ya me habían contado, porque Costa Rica también es peligroso.