miércoles, 23 de mayo de 2012

La primitivización: cómo se hacen pobre los países pobres

Existen áreas geográficas en donde se había dado una relación de relativa autarquía (autosuficiencia económica),  en donde los países a pesar de ser perdedores ( sin comillas porque no ser sarcasmo ni ironía el ser perdedores)  a nivel macroeconómico habían logrado desarrollar algún tipo de industria más o menos fuerte, pero al abrirse a los mercados internacionales en el proceso de globalización que permite el libre comercio entre un país ganador (relativamente avanzado) y un país perdedor  (relativamente atrasado) da como resultado la desaparición del sector más avanzado del conocimiento del país menos avanzado.


“Las débiles economías se han visto sometidas a terapias de choque, convirtiéndolas de la noche a la mañana en una economía sin trabas” (Reinert, 182). Dicha situación hace que sus industrias más especializadas de los países ganadores sometan a la mano de obra más calificada de los países perdedores a diferentes escenarios como la desocupación, a emplearse en áreas poco desarrolladas o periféricas dentro de su país ó a emplearse en otros países dónde se necesita mano de obra especializada. Por tanto, la tarea de los países periféricos se reduce a la producción de materia prima hacia los países centrales o ganadores y no a su tecnificación o competencia real con los países desarrollados o ganadores.

La globalización exige a los países quienes ya venían de ser ganadores y perdedores en el proceso de industrialización, a competir en “igualdad de condiciones”. Los mercados internacionales entonces obligan a estos países perdedores a mantener condiciones insostenibles si desean competir con los mercados más fuertes. Por ejemplo los obligan a bajar los precios e inciden sobre los salarios de sus trabajadores, en dichas condiciones los mercados nacionales son sometidos por los mercados internacionales.

Ante dicha situación: “Muchos países del tercer Mundo están en peligro de perder los beneficios del desarrollo conseguidos en la época anterior” (Reinert, 190)

Por tal motivo es importante pensar en nuevas formas de desarrollar el comercio y tal como lo dice el autor replantearse las categorías de las ciencias económicas tales como: “información perfecta, competencia perfecta y la inexistencia de rendimientos crecientes con la escala” (Reinert, 201), ya que la situación real de los países en desventaja es de un caos espontáneo en lugar de un orden espontáneo  que era supuestamente la respuesta de una economía planificada.

Los países subdesarrollados han sido obligados a aplicar fórmulas por los Organismos internacionales (gerenciados por los países ganadores) para integrarlos a la dinámica de la globalización, las estructuras de los países en desventaja no han estado preparadas para afrontar los cambios y ha provocado efectos negativos en sus economías locales. 

Alternativas de solución para los países perdedores no son fáciles de encontrar, ya que la dinámica de la globalización no es posible de detenerse, y el estado va perdiendo su capacidad de decisión frente a las presiones internacionales, el poder viene ejercido no desde los gobiernos nacionales sino que de grandes transnacionales

La cooperación internacional y el tercer sector económico 8expresado en la responsabilidad social empresarial) juega un papel transcendental con proyectos asistencialistas, en las cuales muchas personas reciben beneficios pero no necesariamente se promueve un cambio estructural. Entonces, es necesario que los Estado nacionales sean políticamente fuertes para la toma de decisiones, esto debe de permitir un cambio en las estructuras económicas de los países que hasta el momento han sido los perdedores. Si este cambio político no se traduce en cambio económico entonces no es un verdadero cambio y se seguirá fomentando la globalización de la pobreza.

Bibliografía:
Reinert, Erick (2007). Emulación: Cómo se hicieron ricos los países ricos. Libros de Historia Barcelona

Cómo se hicieron ricos los países ricos”

Según el diccionario de la Real academia española de la lengua, el verbo emular se refiere a imitar las acciones de otro procurando igualarlas e incluso excederlas.

En la historia de Europa los territorios pasaron de ser feudales y agrícolas a transformarse en países industrializados y desarrollados, por medio de la emulación de los modelos de ciudades estado exitosas en lo industrial como lo fueron en principio Venecia y Holanda, y luego” Inglaterra que pasó a ser el prototipo del paso de la pobreza  a la riqueza” (Reinert  2007, 74)

El modelo de crecimiento era una necesidad imperante para los territorios europeos en el siglo XVI, en este sentido se entendió que el crecimiento económico exigía ciertas características como: 
Fomentar la innovación y la creatividad (Ibid, 74)

El desplazar a las personas a los centros urbanos para fomentar la división del  trabajo y de forma especializada a la industria. (Ibid, 75)

Los países con pocas tierras cultivables se ven obligados a especializarse en industria manufacturera y el comercio a distancia (Ibid, 77)

El crecimiento económico de los países consistía en no permitir que las naciones productores de materias primas se incorporaran a la industria, ya que solo por medio de la industrialización se conseguía el verdadero crecimiento, los países además cerraron sus fronteras para que se pudiera crear el proceso de industrialización interno para luego competir en los mercados internacionales luego de alcanzada la industrialización.  El autor describe que “se dio importancia al desarrollo tecnológico  en un determinado  campo y en una determinada zona geográfica que podía extender la riqueza a toda la nación” (Ibid, 79)
La búsqueda del crecimiento era una lucha  que implicaba “la mayor importación de materias primas y la mayor exportación de productos industriales”(Ibid, 81) esta protección solo era momentánea ya que a medida los países se iban desarrollando necesitaban más mercados para vender los productos que producían, por lo el proteccionismo que fomentaba el crecimiento en principio tuvo que ser cambiado  a un libre comercio luego que ciertos países alcanzaron su industrialización que implicaba “una mayor división del trabajo y un mayor sector industrial” (Ibid, 82).

Cuando un país producía mucha materia prima (incluido el sector agrícola, ganadero o minero), esta era vendida a un costo relativamente bajo a los países industrializados, que al trabajar esa materia prima y transformarla en un producto elaborado (fruto de su creatividad y trabajo especializado) podía costar muchísimo más que su valor inicial.  Tal es el caso que España obtuvo grandes beneficios económicos desde sus colonias en américa pero al no contar con una industria especializada, tuvieron que adquirir artículos elaborados  a un precio mayor del que habían vendido la materia prima. “La idea fundamental aquí es que un producto acabado puede costar entre 10 y 100 veces el precio de las materias primas” (Ibid, 87)

Se descubrió entonces que “el efecto multiplicador  de la industria era clave para el progreso y la libertad política” (Ibid 88) por eso se crearon formas de proteger la industria de cada país por medio de las patentes y la protección arancelaria, para frenar el desarrollo de la competencia, estas reglas por supuesto fueron impuestas por los países mayormente industrializados.

Otros países como Alemania e Irlanda buscaban “emular la estructura económica vigente en Venecia y Holanda, fomentando tantas profesiones diversas como fuera posible y procurando obtener un rendimiento creciente” (Ibid 95), en ambos casos no se trataba de hacer una copia exacta al modelo sino de adecuarlo a sus condiciones particulares.

En conclusión, se  nos plantea una forma de entender el crecimiento económico de los países a través de su proceso de industrialización. Se entiende que la importancia de las materias primas no es su producción sino su transformación en productos que puedan comerciarse  a mucho más valor de su precio original.  Lo interesante del asunto, es que países en condiciones muy complicadas como lo han sido Japón y Alemania, han logrado salir adelante apostándole a la industria y a la innovación luego de crisis muy profundas. Sin embargo, los países latinoamericanos todavía cuentan con muchos recursos y han pasado por graves crisis, pero no han pasado por un proceso de verdadera industrialización ya que de ser países agrícolas  muchos hemos saltado a la tercerización de la economía sin pasar por un  proceso de industrialización.

Dicha situación nos condena a seguir en subdesarrollo, según lo planteado por el autor. 

Bibliografía:
Reinert, Erick (2007). Emulación: Cómo se hicieron ricos los países ricos. Libros de Historia Barcelona

Globalización los mismos argumentos a favor son los mismos argumentos en contra.


En principio se expresa la evolución de las formas de distribución de bienes en la historia, desde las comunidades primitivas hasta como se van configurando los gobiernos ilustrados  y las ciudades estado que se distinguían de la pobreza que las rodeaba en los territorios circundantes.

Erick Reinert, describe la forma en que se van generando en los países pobres factores de reproducción de la pobreza, fundamentados en el tipo de actividad manual, artesanal o agrícola. Se explica que los costos de dichas actividades son fijos ya que son mecánicas que no necesita necesariamente creatividad para que funcione o mejore su producción (pone el ejemplo la producción de pelotas de beisbol en los países subdesarrollados que se hace de forma manual y paga muy poco y la de pelotas de golf que es un proceso industrializado que paga muchísimo más)

La labor de los países agrícolas es proveer las materias primas para los países industrializados para producir bienes transformados que requieren un mano de obra más calificada, esa mano de obra calificada promueve diferentes productos mediante la innovación, mientras que la agricultura y las actividades manuales condenan a los países al subdesarrollo. Por lo anterior el autor expresa lo siguiente en el caso de Australia: "cuanto más se especialice ese país en producción de zanahoria más pobre será"(Reinert: 109) con lo anterior quiere decir que la producción agrícola y artesanal condena a los países al subdesarrollo ya que su crecimiento es aritmético, pero en cambio al desarrollar la industria y la tecnología un país su crecimiento es geométrico ó exponencial.

"Los países ricos se especializan en ventajas comparativas producidas por el hombre, mientras que los pobres se especializan en ventajas productivas producidas por la naturaleza" (Reinert: 111) Por tanto las ventajas de los países ricos se darán en torno a la manera como los hombres han estructurado las sociedades humanas mientras que los pobres serán especialistas en ser pobres. El mercado va recompensando al productor más eficiente e innovador en dicha lógica, que tenderá a ampliar las asimetrías entre los países ricos y pobres. 

En los países desarrollados se desarrolla un lenguaje económico más cercano a la matemática que a las ciencias sociales, se cuidan de no desarrollar teorías con comprometan los intereses de sus propios países y domina el pragmatismo. Sumado a que a los países perdedores se le provee de créditos  para fomentar su desarrollo, el problema se da porque no hay posibilidades de pagarlos por la misma estructura de retraso con la que cuentan, su estructura no requiere mayor innovación para que funcionen (si se quiere mantener la estructura con los actuales países ganadores y perdedores).

La innovación es requerida en los países industrializados, estos pagan los mejores salarios a las personas en relación a como pueden manejar o fomentar la innovación, por tanto entre más se va generando innovación más se mejora la calidad de vida de empresarios, trabajadores, resto del mercado laboral y el estado (todos en ese orden), la productividad y la innovación actúan como catapultas  que van generando una mejor calidad de vida. Esto se debe a que nuevos productos van a ayudando a satisfacer más y nuevas necesidades.

El incentivo para los actores para producir nuevas y mejores cosas (la innovación y el uso de materias primas), este mismo proceso va generando las desigualdades sociales entre los paises ganadores y perdedores en la economía (por lo tanto los mismos argumentos a favor son los mismos argumentos en contra). La premisa simple de que la empresa busca maximizar su ganancia y ese es su fin “per se” nos permite entender que todo el efecto positivo a otros actores sociales periféricos se debe a una consecuencia secundaria luego que se alcanza la ganancia de la empresa.

Ninguna empresa o territorio ganador desea ceder terreno y es lógico, pero lo que no se puede dejar de tomar en cuenta es que los recursos no son ilimitados aunque la voracidad del capitalismo industrial y tecnológico no tiene límites, y eso innegablemente nos puede llevar a una crisis que sería más allá de lo político y podría amenazar la vida y la existencia de la vida en el planeta, en ese instante no será importante saber quien ganó sino quien ha sobrevivido.

Un aspecto que vale la pena resaltar es que la globalización no es un mal en sí mismo, y podría pensarse en un modelo diferente. El problema ha sido de que muchos países lo que lograron fue sino reproducir el esquema de desigualdad ya que protegieron a la manufactura y la agricultura y no desarrollaron la industria (el cual fue el sector que marco diferencias entre los países desarrollados y no desarrollados). La globalización hizo más evidente el crecimiento asimétrico de los países perdedores y no potenció a estos países para alcanzar un desarrollo.

Bibliografía:
Reinert, Erick (2007). Emulación: Cómo se hicieron ricos los países ricos. Libros de Historia Barcelona