viernes, 13 de noviembre de 2015

Los atentados en Paris de noviembre 2015 ¿Quién se beneficia?

Los atentados en Paris de noviembre 2015 plantea una pregunta que resulta esencial ¿Quién se beneficia? la pregunta parece ser fácil de contestar (partir de la idea de algunos medios de comunicación tradicionales).

“Los terroristas eran árabes y gritaron que esto era por sus hermanos muertos en Siria”

Muchos en Europa culpan a los musulmanes, a los migrantes, a las minorías, a aquellos que huyen de los conflictos y la miseria en sus países. Dichas minorías que ven en Francia (y en otros países desarrollados) como una tierra de refugio, y para negarles el asilo parecería conveniente culparlos de ataques terroristas (a los migrantes, a los pobres, a esos a quienes se les discrimina). Cabe aclarar que somos muchos sabemos que no todos los musulmanes son terroristas (ni siquiera la mayoría de musulmanes lo son), y que hay muchos terroristas que no son musulmanes. 

El hecho que grupos musulmanes hagan ataques no significa que todos sean terroristas, ese es el problema de las etiquetas y la generalización, ya que el terrorismo no tiene que ver con una religión en particular. Esas etiquetas resultan convenientes no para los pobres y exiliados, sino para los grupos de poder que pretenden expulsarlos o eliminarlos. ¿Se benefician los musulmanes de los ataques? creo que muy poco o nada. 

Por otro lado, los círculos de poder y/ó los xenofóbicos ven en los atentados un pretexto perfecto para intensificar la intervención militar en Medio Oriente, y la criminalización de los ciudadanos de origen árabe o musulmán y a los migrantes que viven en Europa, sobre todo en un contexto de recrudecimiento de las discusiones de las políticas migratorias en Europa. A partir de esto surgen nuevas preguntas por ejemplo: ¿Pudo haber sido un auto-atentado para negar el asilo en todo Europa a los refugiados de países en conflicto? ¿Los círculos de poder estarían dispuestos a acabar con la vida de muchas personas con tal de mantener sus privilegios? 
Plantearse estas preguntas acerca de los beneficios que pueden recibir las argollas de poder (a partir del atentado) es válido aunque no se tenga la respuesta certera, pero es casi un hecho que lo que sucede en Francia- ante los lamentables ataques terroristas- tendrá una repercusión profunda en la política de asilo e inmigración en y hacia Europa. El tiempo nos dirá cual será ese cambio, aunque ya lo podemos imaginar ( cada quien que saque sus conclusiones). Desde una postura racional el planteamiento que los ataques sean parte de un revanchismo por parte de grupos musulmanes resulta poco creíble (y fruto de análisis superficial), ya que los musulmanes tienen mucho que perder y ganan muy poco al atribuirles la autoría de los ataques.

jueves, 10 de septiembre de 2015

La importancia de hablar mierda

Por: NICOLAS BUENAVENTURA

A MENUDO ME OCURRE. EN LOS PASOS previos a una asamblea comunitaria que estoy allí, con la vecina, la animadora, la líder, la vieja que mueve la gente, y conversamos como ver correr el agua. Simplemente conversamos. Hablamos por hablar.

Y, de pronto, sin más ni más, sucede que nuestra conversa, como cuando uno va río abajo, jugando, llevado por la
corriente y se agarra por las ramas de un árbol de la ribera para saltar a tierra, la conversa salta u lo que nos corresponde, a lo que toca, al terreno firme. Y he allí que llegamos a lo que íbamos, a los asuntos de la asamblea
comunal. Porque hay algo nuevo, lo que yo no sabía. Algo urgente. Discutimos. Yo me voy con cuidado. Le conozco a ella el cobre. Y el tema da para largo.

Sin embargo, sin saber cómo, por cualquier razón, hemos cortado. Nos descarriamos, nos desubicamos otra vez.
Alguien interrumpió. Surgió un nombre. Y nuestra conversa se vuelve agua de nuevo. Hablar por hablar.

—Oiga, vecina, ¿se acuerda de Ernesto? ¿Qué se hizo Ernesto? ¡No lo he vuelto a ver!

Entonces él, Ernesto, adquiere dimensiones colosales. Es nuestro lugar común, el nexo, lo que nos une. Porque los
dos, mi vecina y yo, necesitamos amarnos, es decir, comunicarnos, y es imposible lograrlo así, de una vez, directamente. Bueno, ello sería posible si nos acariciáramos entre ambos o bien si nos diéramos golpes. Pero la vecina y yo somos apenas compadres. No somos amantes ni somos rivales. Simplemente conversamos. Ni siquiera nos damos la mano o unas palmadas al hombro, mucho menos un abrazo. Por eso necesitamos tanto a Ernesto.

Ambos hemos tenido, de años atrás, voces y lances con Ernesto. Entonces se crea el triángulo mágico. A través de Ernesto nos encontramos ella y yo. Las dos relaciones, las dos historias, la de ella y la mía, con Ernesto, se entrelazan, se confunden. Río abajo con Ernesto como en chalupa, embarcados, hablar, garlar, ranear, platicar. Hay tanta tela de dónde corlar. Y, de improviso, quién sabe, no entiendo cómo, volvemos al asunto crucial, listamos estamos en los preparativos de la asamblea comunal. (Yo le conozco a la vieja, a mi vecina. Sé bien para dónde va).
En este momento cuento cada palabra. Tengo cuidado. Ahora ya no estamos charlando. Estamos en el asunto, en el negocio. Estamos en lo que estamos.

Cuando yo era muchacho, la abuela encabezaba en la casa la oración del Santo Rosario y toda la familia coreaba y también los peones y la servidumbre. Pero, de pronto, se cortaba la letanía de un tajo.

— ¡La chucha! —Gritaba la abuela—. ¡La chucha! ¡La sentí! ¡Se va a comer las gallinas!

Y todos saltábamos de la ronda, del ritual, iniciando la cacería.

—Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores—, volvía a encabezar la abuela, una vez termi- nada la faena, como si nada, como ver correr el agua.

Mi vecina y yo somos compadres. Ella lava ropa y con-versa. Se las sabe todas. De casa en casa. Sin ella no se
hace nada aquí en la comunidad. Yo la ayudo, claro está. Pero yo soy tengo trabajo formal. Voy y vengo.

La gente se va arremolinando para la asamblea. Llegan desgranados, por grupos, o bien solos, uno por uno. En- tran orillados, como con miedo. Por todas partes hay paliques, corrillos, ruedos. Es la asamblea comunal. Se está cocinando el rito, la ceremonia.

Yo no suelto a mi vecina. Estoy en lo que estoy. A esta asamblea va a venir la pesada. Estamos a la expectativa.
Aquí se puede perder todo lo que se ha ganado. Hablamos. Hay que medir cada palabra, ahora no es charla.
Ahora la palabra no se casa con la palabra. Ahora la palabra se casa con el asumo, con la idea. Ahora no hay
tiempo que perder, la cuestión va en serio.

Sin embargo, mi vecina está hoy muy almidonada, muy de blanco, está echando lujos. Y no reparo en decírselo
por embromarla.

—¿Es que viene el doctor, verdad?—. Y vuelvo a la carga con el traje y el doctor. Y ya estamos embarcados en el
«doctor» río abajo. La última vez que vino... ¿y el otro?
—¡Bueno, ese no volvió!

—El otro, el chiquito, ¿qué se hizo?

Hablamos. Nos echamos un rato por ese atajo, sin querer. Porque el tiempo corre y no nos hemos puesto de acuerdo.
Ya se sienten pasos de animal grande. No obstante, recuperamos el tema, el terreno firme. No vamos a ceder, las
cosas son como son. Hay que poner todo en su punto.

Pero mi vecina no da prenda y yo me azaro.

—Vecina, ¿usted que dice? En la comunidad no puede haber secretos. El tipo ni siquiera permite sacar fotocopias de esos papeles. Vecina, ¿ese asunto se va a tratar o no se va a tratar?

Ahora ya es tarde. Ya está entrando la comitiva y el rumor
se asienta. Ya nadie alborota más. Los corrillos se disuelven, encuentran su acomodo. Algunos se quedan de pie.
quizás para facilitar la escapada.

Y es en ese momento, ¡Dios mío!, cuando tiene lugar el milagro. Ese milagro increíble de la transfiguración de mi vecina, de esta buena mujer que se mete en cualquier escondrijo del barrio, que es uña y
mugre con cada uno, con todo mundo.

Es increíble pero es cierto. Sucede que se lee el orden del día y en primer lugar está ella, el saludo y el informe de
Ella. Así que mi amiga, mi interlocutora, mi vecina, pasa a la tribuna y empieza a hablar frente a la asamblea.

Habla mi vecina. Pero no es ella. Desde que ocupa la tribuna se transforma. Como cuando uno engatilla el arma
o le corre el seguro. Es la metamorfosis. El milagro.

Yo la miro. Es ella, sin duda. Es la de siempre, es su aire, su rostro. Pero aquello que la distingue, lo que le da su
alma, el habla, su discurso popular, se ha perdido. Ahora es otro cuento.
No habla mi vecina. Es distinto. Sólo ora. Sólo sermonea
.
Porque su discurso va en serio. Es lineal. Y yo la desconozco completamente.
No ha ocurrido ningún cataclismo, nada. Sólo que mi vecina ha cambiado de lugar. Ha dejado el rincón donde
departía conmigo y está un poco más allá, unos metros más allá. Está frente a la asamblea.
Entonces ocurre como si su rico discurso popular se hubiera puesto de perfil. Se torna filudo, lineal. No que sea
engolado o artificioso. Sigue siendo sencillo, pero ahora es terriblemente uniforme, parejo, es unidimensional.
No tiene contrapunto. No tiene la otra dimensión. No tiene aire por dentro.

No es una arenga conceptual, es descriptiva y a menudo anecdótica. Pero allí no hay pierde, no hay la palabra por la palabra misma. Como siempre, mi vecina es ella. Es tenaz, es reiterativa. Vuelve sobre el asunto una y otra vez. Pero no es su discurso. Es el discurso prestado, de oficio, oficioso.
Como siempre, mi vecina es ella. Es tenaz, es reiterativa.

Vuelve sobre el asunto una y otra vez. Pero no es su discurso. Es el discurso prestado, de oficio, oficioso.
¿Por qué? ¿Por qué ella tiene que abandonar su habla, su rica comunicación, su ser? ¿Por qué tiene que prestar a
otro el discurso por el sólo hecho de cambiar de lugar unos pasos y colocarse delante de su gente?
¿Por qué ella no puede eludirlo, no puede escapar del discurso oficioso u oficial si está allí, entre su misma
gente, como la que más? Si ellos son ella.

Pero es verdad. Existen los dos discursos. El discurso popular y el otro, el ritual. El del maestro en su cátedra,
del tribuno en el agora, del cura en el pulpito. Esto lo conocemos bien. Y los sufrimos siempre. Incluso lo padecemos a nivel de puro vocabulario.
Todo discurso oficial, del aula o de la plaza o de la iglesia es opacado; es pobre de léxico, así sea sofisticado o erudito. Porque siempre debe despojarse, por principio, de las palabras más ricas o refrescantes o recursivas, las palabras vulgares.

Por ejemplo, el discurso oficial o formal no disfruta nunca o casi nunca de la palabra mierda.
Sería útil, en su ayuda, un seguimiento, por ejemplo, del empleo asombroso de esta palabra en la obra de García
Márquez. Veamos:

-          Y mientras tanto qué comemos? El Coronel necesitó 65 años de su vida, minuto a minuto, para llegar a ese instante, se sintió puro, explícito, invencible en el momento de responder: mierda.
Algunas veces envié a un periódico sindical un texto en el cual comentaba que a Vargas Vila lo leían lo mismo los doctores que los obreros o las putas. Entonces la directiva del gremio sometió a votación la palabra maldita. Y ganaron las putas!
 Recordemos, a propósito, el clásico:

-          Ay hideputa, puta y qué rejo debe tener la muy bellaca, dice Sancho Panza al escudero del Caballero de los Espejos. Ni ella es puta ni su madre lo es!, replica el otro.
Recuerdo que de niño mi madre recomendaba: Mis hijos, por Dios, no digan palabras! Las llamaba así, palabras, a secas. Como si fueran las únicas, las palabras por excelencia. Pero esta libertad o esta riqueza en el léxico del discurso popular, frente al oficial, no es sino la primera señal de la supremacía del primero.

Lenguaje desnudo Lo importante, lo decisivo, es lo que vengo anotando: cuando mi vecina recupera su humanidad, al dejar la oratoria y debe empezar acá, en el rincón, conmigo, la conversa, entonces ella habla en serio, quizás más en serio que en la tribuna, en cuanto está más cerca, en cuanto dialoga. Pero, de pronto, se cuela ella misma por algún portillo de la trama del compromiso, de su explicación y sólo habla por hablar.

Hablar por hablar es un juego. Es el más común, el más noble y generoso de los juegos humanos y por eso el más socorrido con el don de la risa. Allí el lenguaje es desnudo, no tiene objeto, es pura comunicación. O mejor, su objeto es sólo signo o señal de comunicación. Pero hablar en serio, reconstruir el mundo con palabras, apuntalar la palabra con la idea y el objeto, hablar por algo, digamos por hacer la comunidad, es otra cosa y yo pienso que igualmente importante.

La vida social está hecha como una trama ciertamente, ya desde la familia. Es la trama del progreso, donde se asienta el futuro. Pero, por favor, que corra el aire entre los hilos de la trama. Que la trama social no nos ahogue. Ciertamente, el hombre es el único animal trascendente, el único que tiene que zafarse del presente y preguntarse para qué. El único que no puede vivir sólo para el momento, para la hora. Pero no por ello puede perder la hora o el momento. No por ello puede dejar el goce del presente.

Y el discurso popular reproduce o recrea esta doble dimensión de la cotidianidad humana. No es unívoco. No es simplemente vertical, como el discurso oficial. Es biunívoco. Es vertical, es constructivo y es a la vez horizontal, a lo ancho, es pura comunicación humana. He allí la importancia de platicar, de garlar, de la conversa, del palique, de hablar por hablar.

La importancia de hablar mierda.

jueves, 13 de agosto de 2015

Similitudes entre la política y la religión

¿Existe una relación entre el ámbito político y el religioso?

Para responder  a esta pregunta existen varias posturas, dentro de las cuales destacaremos dos. Algunos sostienen que las convicciones religiosas tienden a crear consecuencias políticas significativas, y por tanto, hay una relación. Por otro lado, se presume que la religión y la política son asuntos diametralmente opuestos, dado que a la religión le concierne la espiritualidad y el alma del ser humano, y la política las cuestiones netamente terrenales, es decir, no hay relación. Sin embargo, el objetivo de este escrito es describir donde ambas coinciden.

En primer lugar, las relaciones manifestadas en el ámbito político y el religioso son los lugares de asociación (Iglesias; partidos y sus sedes). En relación a los grupos religiosos, las iglesias son “instituciones sociales que tratan de una forma de regular la conducta del hombre, su origen se basa en la necesidad de la creencia un ser superior que fuera capaz de dominar las fuerzas de la naturaleza y el mundo” (Hernández Bravo 1997:13).

Organizaciones de similar naturaleza pero en el ámbito político son los partido políticos, los cuales son concebidos como "organizaciones definidas por la clase social que los integra" (Gramsci 1975 citado por Malamud 2003), ambas representan el interés de un grupo humano específico en relación con una colectividad, todos estos valores son el punto de coincidencia manifestado entre entre las iglesias y los partidos políticos ya que en ellas se expresan "El grupo de valores, de usos y costumbres, de normas, que regulan el comportamiento y la acción en una esfera importante de la vida social, más el personal que con su actividad sostiene tales valores y normas, les da cuerpo, las reproduce y las impone a los nuevos miembros, más los recursos materiales necesarios a dicho personal para desarrollar la actividad requerida" (Fairchild, 1949). Además, tanto en las iglesias, como en los partidos tienen cantos y líderes.

En segundo lugar en ambas se observan formas de regulación particulares (Libros Sagrados y constitución) y las mismas contienen las normativas manifestadas en la política y la religión, que se constituyen como formas de incidir sobre los comportamientos de las personas. Dichos elementos son indispensables para la organización de ambas. 

En el caso del mundo político la constitución se entiende por “el código o conjunto de disposiciones políticas, económicas, sociales, dictado por un poder especial -el constituyente- para el encauzamiento y régimen de la actividad del Estado” (Miranda 2004:62) de este modo, la constitución marca una pauta de normas que rigen las relaciones sociales de los individuos dentro de un territorio determinado, es decir, son un conjunto de reglas y principios  acordados. En cambio en el ámbito religioso (en este caso el cristiano), la biblia “es un libro donde Dios se manifiesta inspirando a los autores” (García González, 2012:76) incluso, resulta tan notable el influjo que las personas le dan la biblia que se puede “extender la influencia de la Biblia a otros ámbitos fuera de la religión en la vida de las personas”( Chang, 2003:136).

En tercer lugar existe coincidencia ya que ambas existen manifestaciones de liderazgo, ya que los líderes políticos y religiosos (Pastores y Presidentes) pueden identificarse como aquellos que dictan las doctrinas de los grupos, por ejemplo en las religiones “la creación de sacerdotes- no ha consistido más que en una manera de pensar la intercesión de las fuerzas esenciales por medio de personas cercanas a lo divino" (Durkheim 2006: 13), entonces son los líderes religiosos aquellos que asumen por carisma o por autoridad delegada, la conducción de la fe de un grupo religioso “la autoridad moral de sacerdotes y monjes en estas tradiciones se da por sus vidas ejemplares o por virtud que las permiten incidir sobre los miembros de su congregación” (Kniss, 2003: 344),  

De este modo, esas virtudes son las que les permiten orientar las
acciones de los creyentes.  Siguiendo esta idea, en el ámbito político también existen figuras como los presidentes que toman ese papel predominante en la conducción como líder, según Borja (1997) “El presidente es el título que se da al jefe de Estado en los regímenes republicanos. Surge de una elección universal y directa de los ciudadanos o de una elección parlamentaria indirecta. Sus poderes varían de un estado a otro” (pág. 305), de este concepto se entiende que existen personas que legitiman el liderazgo del presidente por medio de una elección,  en este sentido se identifica que tanto en la política como en la religión se encuentran personas que ejercen roles de liderazgo.

En cuarto lugar existe la segregación, ya que tanto en la religión como en la política no existe un solo grupo que abarque todas las formas de pensar, “Las sociedades humanas siempre han sufrido divisiones internas en todos los tiempos que afectan los intereses de un grupo humano con respecto a la colectividad” (Hernández Bravo 1997:13) dentro de la religión existen diferencias que llevan a las personas a conformar diferentes grupos religiosos, de igual forma, en la política existen diferentes partidos que se conforman de personas que tienen diferentes maneras de pensar, esto hace que ambas tengan grupos que han sido atacados y/o descalificados. Entre los afiliados políticos y religioso hay fanáticos fieles e irracionales a la institución y sus normas ( fanáticos), y por otro lado, a quien cambia de partido o de religión se le llama traidor.

En conclusión tal como lo expresa una interpretación de García Méndez (2004)  “en ambos casos se crearon normas de conducta que más tarde se realizaron de una manera establecida, formal y constante, es decir, se institucionalizaron; los patrones de conducta acordados  basados en costumbres y tradiciones que se manifiestan en instituciones específicas”. Se entiende que ya de forma concreta que la política es hecha  por los partidos y la religión es hecha por las iglesias, por tanto las iglesias como los partidos son grupos de representación de intereses institucionalizados. Estos puntos de relación llevan a que los líderes políticos lleguen a utilizar argumentos religiosos, o viceversa, los religiosos pueden utilizar técnicas políticas por tanto a determinar que si hay concidencia entre ambos.


Cuadro comparativo entre la política y la religión

Política
Religión
Institución
Partidos Políticos
Iglesia
Lugar de reunión particular
Sede del partido
Parroquia o templo
Estructura Territorial
Departamentos y Municipios
Diócesis
Miembros
Militantes
Fieles
Libro de reglas y normativas
La Constitución
La Biblia
Líder
Secretario General, Coordinador
Papa ó Pastor, sacerdote
Finalidad (Deber ser)
Bienestar social
Bienestar Espiritual
Fanáticos
Votos duro
Fundamentalistas
Traidores
Tránfugas
Apóstatas
Fuente: Elaboración propia


lunes, 20 de abril de 2015

Causas de las muertes de policías, una breve reseña de estudios científicos

Los policías son la cara más visible de la representación del poder del Estado para proteger y controlar a los ciudadanos. Las muertes de policías -especialmente en manos de civiles - implican un desafío directo al Estado de Derecho y la autoridad del gobierno. Cuando los agentes de policía son asesinados en la opinión pública queda una profunda sensación de inseguridad y miedo (Konstantin,1984). Aparte de la pérdida obvia de la vida y el trauma para los seres queridos, la muerte de policías representan una pérdida de recursos para el Estado, y también una fuente de estrés para los oficiales que aún permanecen sirviendo (Savery, Soutar y Weaver,1993).

Es sorprendente ver la poca investigación acerca del asesinato de policías, a pesar de la relevancia de los eventos fatales y casi fatales de policías en noticieros, y los dramas policiales de ficción en series y películas que son bastante populares. Al revisar la literatura especializada, pocos son los estudios serios (más allá del sensacionalismo) que abordan las implicaciones de los asesinatos de policías, y cual es su verdadero costo financiero y social para los países.

Según algunos estudios entre las causas de los homicidios de agentes policiales se encuentran tres factores:

En primer lugar, autores estiman que las víctimas (policías) subestimaron los riesgos que enfrentaban a los delincuentes (confiar demasiado en la negociación), o los policías violaron los procedimientos institucionales (como no poder esperar para respaldo o no tener el equipo necesario para combatir) ( Chapman, 1997 ; José, 1995 ; Kurby , 2004). De esta forma, parece que las mejoras en los procedimientos, chalecos antibalas y la formación  contribuyen a la disminución de los homicidios (Brown y Langdon , 2001; NIJ , 1998 ; Mayhew , 2001 ;Swanton, 1987). Por tanto, parece ser que la violencia también puede ser desencadenada por oficiales que sin saberlo estimulan ataques hacia ellos mismos.

En segundo lugar, según Mathew (2001) considera que los asesinatos ocurren cuando existen delincuentes con trastornos de la personalidad: una baja autoestima les hace sentirse atacados por lo que desarrollan resentimiento contra quienes consideran sus adversarios. por tanto, pueden llegar a atacar hasta la muerte. Los victimarios actúan contra la autoridad formal como una expresión de desprecio hacia lo que consideran indeseable. Tienen una irritabilidad profunda, y están casi siempre a punto de explotar, incluso por cosas sin importancia; todo les decepciona y siente satisfacción con muy pocas cosas.

En tercer lugar se observa que muchas de las muertes de oficiales de policía son el resultado de "defensa de la autonomía" de los delincuentes por intervención policial, esta se da generalmente por lesiones por armas de fuego hacia los policías producidas en las siguientes situaciones: detenciones, la intervención en robos, respondiendo a la perturbación y la violencia doméstica llamadas y la investigación de denuncias de personas sospechosas (Carderelli, 1968 ; Edwards , 1996; FBI , 2007). Esta se genera cuando existe una especie de perseverancia de la violencia que ya existía antes de la llegada del oficial, y que luego se mantiene por los agresores como método de defensa propia o con el apoyo de otros aliados.

En este sentido, los departamentos de policía deben adoptar una gama de estrategias las cuáles deben plantearse la siguiente pregunta: ¿Hay circunstancias específicas de las muertes de policías que ofrecen alguna visión de cómo se pueden prevenir dichos asesinatos?

1) Uso más extenso del equipo de protección, incluyendo cascos y armaduras que cubran un área más amplia del cuerpo, en situaciones de alto riesgo. Así como la introducción de gas pimienta y pistolas paralizantes es potencialmente beneficioso en parar agresiones mortales contra la policía.

2)  Desarrollar su propia investigación en profundidad sobre el tema, además de incluir un sistema de justicia penal con un mejor intercambio de información sobre los delincuentes, y más estricto controles sobre aquellos infractores reincidentes.

3) Los gobiernos deben aplicar una serie de medidas en ámbitos como la gestión de la salud mental. Los reconocimientos médicos periódicos deben ser utilizados para identificar los agentes con condiciones de riesgo y también aplicarlas a la población. Por otro lado, el apartar a los policías de territorios que son vulnerables a homicidios. así como de los asedios y asaltos a los cuáles están propensos en su vida cotidiana. Esto les permitirá hacer un entorno social mucho más seguro, para ellos y sus familia y en su ambiente de trabajo estarán en ambientes hostiles los cuales deberán combatir con mayor solvencia.

DATOS INTERESANTES:
MATRIMONIO: En un recorrido único por la línea de las muertes de policías en el deber (Kachurik, S., Ruiz, J., Samp; Amp; Staub, M. 2013) encontraron que los oficiales con mayor inversión social (es decir, los oficiales que estaban casados ​​y tenían hijos) eran menos propensos a ser criminalmente muertos que eran oficiales solteros.

NOVATEZ: Además, funcionarios con menos experiencia fueron significativamente más propensos a morir criminalmente que de sus contrapartidas más permanentes. Además, el estudio revela que los oficiales  policías no está considerada como una de las diez profesiones más peligrosas (Smith, 2013)

AUMENTO DE LA DELINCUENCIA NO INCIDE: Los investigadores también han señalado que las muertes de policías desde la década de 1960 han tendido a mantenerse ya sea a una tasa estable o en descenso a pesar del aumento de la delincuencia a partir de la década de 1970 hasta la década de 1990 ,y a pesar de la disponibilidad de armas de fuego y el aumento de las actividades de alto riesgo tales como drogas (Carderelli, 1968) .

En pocas palabras las muertes de los policías a partir de esto podría decirse que se pueden prevenir ( en mayor o menor medida) a partir de: Un mayor interés del estado en investir en indumentaria y capacitación policial, y de reconocer a los individuos con potenciales riesgos a ser homicidas y darlas el tratamiento adecuado.


jueves, 19 de febrero de 2015

El significado de los zapatos en la política, los deportes y la religión

Los zapatos en la vida no pueden considerarse un factor sin importancia, ya que en su simbolismo
tienen un significado contradictorio. Ellos representan la autoridad y el poder, pero también pueden representar humildad o servidumbre. Todo depende del contexto, por ejemplo, en tiempos antiguos, no todas las personas podían permitirse comprar zapatos (esclavos a menudo no usaban zapatos), es por eso que están asociados con la riqueza, la libertad y la comodidad, y también con la otra cara de la moneda: la vanidad y la arrogancia. Andar descalzo, en muchos casos, ha sido una situación indeseada por asociarse a la pobreza, en la actualidad en muchas culturas parecería no haber una razón real para tener que ir descalzo en cualquier. Como resultado la mayoría de la gente elige ir descalza exclusivamente en situaciones de la vida privada, recreación o deportes específicos. Al parecer, los zapatos parece que valen más de lo que cuestan, entonces, ¿qué se puede decir a través de tus zapatos en la política, los deportes y la religión?

En primer lugar, políticos y empresarios suelen elegir sus zapatos para mostrar su status, los zapatos son el reflejo del poder de los fuertes pero también se observa esto en la gente común en otros contextos. Por ejemplo en la adolescencia, el tipo de zapatos usados es el marcador más crítico de la edad y la situación económica. Uno de los ritos más comunes de los zapatos de paso que implica, es la transformación simbólica de una niña a mujer a través de su primer par de zapatos de tacón alto.
Por otro lado, siempre ha habido algún tipo de relación entre los políticos y los zapatos.  Los zapatos son una forma de expresar una postura digna o indigna, independientemente de las diferencias culturales, en los que algunos han comentado en tono de broma que "la relación entre los políticos y los zapatos es más profunda de lo que imaginamos.

Por ejemplo, durante una conferencia de prensa el presidente de Estados Unidos fue casi golpeado en la cara por un par de zapatos lanzados por el periodista iraquí Montadhar Al Zaidi.  Otro ejemplo en 1975, el embajador de Estados Unidos fue sometido a una situación embarazosa cuando perdió uno de sus zapatos como él se apresuró a subir al helicóptero que lo esperaba en el techo de la embajada de Estados Unidos. Algunos incluso afirman que los zapatos son especiales para patear traseros y lucir con elegancia. Sin embargo,  el zapato más bonito puede lastimar el pie, recordemos  y que a la fuerza, ni los zapatos entran.

En segundo lugar, hay muchos deportes que se realizan descalzos, sobre todo la gimnasia y artes marciales, también de voleibol de playa y esquí acuático. Sin embargo, los zapatos son utilizados en la mayoría de deportes, en ellos no solo es importante la calidad sino también elasticidad combinada con la resistencia y durabilidad, todo para buscar el éxito deportivo.

Otro aspecto importante de los zapatos en el deporte es la función de control Social, esto  se refleja en la lealtad a la marca por parte de los consumidores a marcas como Nike, Adidas y otras. Estas compiten en el mercado para ser líderes en calzado deportivo y ropa.  Cada marca tiene algo que puede ofrecer a los consumidores, se presenta de una manera atractiva con jugadores de éxito y a su vez construye lealtad a la marca. Las marcas han entendido que los zapatos transforman tu lenguaje corporal y tu actitud. Te levantan física y emocionalmente.

En tercer lugar, en algunas religiones, cuando entras en un templo usted está obligado a poner a tus zapatos, mostrando humildad y el respeto a la voluntad divina. En este caso, los zapatos son un símbolo de la obediencia y respeto que incluso esta sitado en la biblia. "Quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa", es la orden de Moisés "(Ex. 3, 5). Un ejemplo más moderno, aplicado a la religión, es el del papa Francisco que usa zapatos negros, y se rehusó a andar los clásicos rojos de sus antecesores.

En conclusión, los ojos pueden engañarse, las sonrisas pueden fingirse, pero los zapatos nunca mienten, detrás de cada par de zapatos hay miles de significados. se pueden diferenciar a los niños, los jóvenes, los adultos, los adultos mayores lo rural y lo urbano por medio de los zapatos. El zapato es una analogía de la vida y a través del análisis de ellos se pueden entender a las personas, ya que existen diferentes clases de personas y de calzado. El zapato que va bien a una persona es estrecho para otra, es decir, no hay receta de la vida que vaya bien para todos. (C. Jung)


miércoles, 4 de febrero de 2015

Las cuatro caras de Monseñor Romero-

Un Decreto Vaticano establece que Oscar Arnulfo Romero y Galdámez (1917-1980) Arzobispo de San Salvador (1978- 1980) es asesinado por odio a la fe y es un mártir de la iglesia católica (BBC: 2015).  Ante dicha circunstancia, en El Salvador se generan diferentes percepciones acerca del hecho de su reconocimiento como mártir y de la iglesia que lo canoniza. Algunos fragmentos de frases a continuación muestran parte de estos rostros construidos a partir de percepciones de Romero y los grupos que le representan.

1.  Rostro 1: Personas creyentes en la Iglesia católica y con opinión positiva a Romero

En frases como: "Qué noticia más hermosa y digna de sentirse más que orgullosa de ser salvadoreña y católica!!!! Viva Monseñor Romero de América", "Siempre me entristeció escuchar gente que se dice católica, descalificando la forma en que vivió" "San Romero por la iglesia pronto. Para nosotros lo es hace tiempo", 

En estas frases se interpreta una cara o visión de Romero que es sostenida por los miembros y/o simpatizantes de las comunidades de base y la teología de la liberación, aquellos católicos afines a la causa de los mártires jesuitas, y que celebran misa en la cripta de catedral. En este grupos destaca el discurso de la praxis y la búsqueda cambio estructural no basada en la caridad sino en la reivindicación (no solo religiosa sino también política).Otros aceptan pero de manera parcial la contribución del entonces arzobispo.

2. Rostro 2: Personas no creyentes en la iglesia católica pero con actitud positiva a Romero
"Romero no era divino, fue un luchador defensor de los derechos humanos, sin importar si lo reconoce o no la iglesia católica" 

Esta es la cara con la que lo reconocen muchos miembros de la cúpula del FMLN, militancia y algunos simpatizantes, le asignan un carácter de líder político histórico, la visión de este Romero coincide con el discurso de la crítica a la estructura de pobreza y represión que desencadenó la guerra en 1980, pero no necesariamente comparten su carácter como líder religioso o espiritual. Otros que se encuentran en este grupo son: la iglesia luterana, anglicana y otras más; quienes sí lo reconocen como guía espiritual de carácter ecuménico pero no católico. Otros simplemente reconocen su aporte al país pero con matices.

3: Rostro 3: Personas con actitud negativa ó de indiferencia a Romero, pero creyentes de la Iglesia Católica

"..este monseñor, de santo "JAMAS" tendrá ni la S". "Monseñor fue un guerrillero con sotana", "Soy católico y me da mucha pena ver que un servidor de Dios se involucrara descaradamente a la política y en lugar de unir a un pueblo, Romero no es mi mártir" "A mi Romero me da igual".

En este grupo, hay un rechazo o indiferencia a la figura de Romero, son los católicos que valoran más la obediencia que la autonomía, y hacen más énfasis a la costumbre que al cambio. Para este grupo es muy importante el mantenimiento del "Status Quo" su lógica es simple basado en historia y obediencia a los mayores y deben de "Someterse a las autoridades instituidas por Dios”. para ellos si la autoridad cumple o no su cometido queda al juicio final de Dios". Algunos pueden tener repulsión hacia Romero que generar insultos y descalificaciones los cuales muy difícilmente vayan a cambiar, mientras para otros (debido a su lealtad a la iglesia católica) puede haber una cierta aceptación de la figura de Santo con el paso del tiempo, mientras que a otros simplemente no les interesa.

4. Rostro 4: Actitud de rechazo o indiferencia a Romero y a la iglesia católica
"Ni Romero ni los católicos me interesan" "Romero fue una persona que envenenó el alma de los jóvenes de la época los 80", "el único que murió y derramó su sangre por tí y por mi se llama Jesucristo ". "Con la beatificación de Romero están echándole abono a esa maleza que crece en el Mundo, llamada comunismo hombre cobarde que se escuda detrás de una sotana y en Dios" "los católicos... todos son puros FMLN..traidores..comunistas.. escondidos en el sótano dela catedral..de san salvador".

En este grupo se encuentran personas de extrema derecha que no solamente rechazan a Romero, ya que lo asocian a la izquierda, o simplemente no les genera ningún  sentimiento positivo. Aqui también se pueden encontrar simpatizantes y/o militantes de ARENA, iglesias no católicas, ateos que consideran que Romero no les aporta algo positivo en sus vidas. La construcción de este grupo no es de una sola identidad, sino que se construye a partir de la actitud compartida de rechazo o indiferencia a Romero.

En conclusión:
Cada uno de los "rostros" de Monseñor Romero son construidos a partir de las percepciones de la gente. En este sentido, los salvadoreños pertenecemos con ciertos matices a alguno de estos rostros (desde los muy intensos hasta los apenas manifestados). Ahora a partir de la próxima beatificación de Romero, estos rostros tendrán una convivencia más fuerte, ya que Romero será un tema obligado de conversación en la realidad nacional y con el cuál tendremos que aprender a vivir en lo cotidiano con  tolerancia y respeto, tanto unos como otros.  



Referencias:
BBC (2015) http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/02/150203_america_latina_monsenor_romero_canonizacion_msd

viernes, 30 de enero de 2015

Nayib Bukele y el efecto del "outsider" en la política salvadoreña


Un outsider (Miller, 2008) se puede definir una persona que se encuentra o proviene fuera del sistema político, o aquel con costumbres o tradiciones diferentes a la cultura política tradicional, y que decide a entrar en una elección a competir, e incluso puede ser parte de un proceso de renovación de un partido. Parece que en El Salvador los outsiders están siendo bien recibidos por la población y que hay y han habido muchos  en diferentes cargos públicos.

Pero, ¿qué factores favorecen la elección de un outsider en un cargo de elección popular?

En primer lugar, la incapacidad del sistema tradicional y de la gente que lo conforma a dar soluciones a las crisis económicas y sociales en un territorio. En segundo lugar el que un candidato a un cargo público se muestre lejano a las formas de política tradicional. En tercer lugar ser un líder con carisma que sabe capitalizar sus cualidades en apoyo social concreto. En cuarto lugar la incapacidad de los adversarios en hacer evidentes los errores de ese líder, y en ocultar su propios defectos. Parece que en el caso de Nayib Bukele se han conjuntado características, ya que:

1. Ciertamente la economía salvadoreña atraviesa por una de las crisis financieras más grandes después de la desaceleración económica del año 2008 (Ortega, 2014). Además, existe una gran desconfianza por las personas en el sistema político tradicional a la hora de dar soluciones, 

2. Esa desconfianza en la clase política tradicional puede contabilizarse, ya que, sí se revisa la encuesta del IUDOP (2012) las instituciones peor evaluadas por la opinión publica son los partidos políticos y la asamblea legislativa (ver imagen anexa), la gente esta harta de los políticos y que creen más en personas que vienen de fuera de los partidos. Nayib Bukele no proviene directamente de la militancia del FMLN, pero esta situación no parece debilitarlo sino fortalecerlo, en su discurso se muestra siempre inconforme con la manera de actuar de los políticos en el poder (ya sean estos o no del partido con el que milita).

3.  Según se percibe en la opinión publica Bukele es un líder, y genera muchos adeptos que son lejanos a las líneas duras de los partidos, similar escenario era el de Mauricio Funes cuando ganó la elección presidencial con el frente, y de Tony Saca cuando ganó la elección presidencial con Arena, estas figuras atraen a muchos electores a los cuales no les convencía únicamente el partido, pero que votaron por el candidato. (+  Nota a pie)

4. Los partidos como Arena según la literatura son partidos de notables, en estos tiende a predominar más la ideología que los individuos (es decir defender el partido a "capa y espada"), pero si se quieren ganar una elección hay que ver que es lo que quiere la gente.

La última vez que Arena ganó las presidenciales fue cuando un hombre como Tony Saca - que venía de "afuera"- logró convencer a esa parte de la población (que no es voto duro) de votar por el partido de derecha y no hacerlo por Shafik Handal, (porque se asociaba al candidato con el radicalismo partidario). En ese momento la derecha fácilmente hizo evidentes los errores del candidato del FMLN, ahora, Arena con Nayib tendrían que buscar un argumento más fuerte que el color de sus calcetines para impactar en la opinión pública.

En las campañas las personas parecen desear un político menos (tal como lo rezaba la consigna candidato a diputado 2015 por Arena Juan Valiente), pero no basta con decirlo sino que la gente lo perciba así. Y Arena parece que se deshace de cuadros más conciliadores (capaces de disentir con las cúpulas) y se llena de gente que simpatiza con la vieja guardia, aquella que no trae nuevos votantes.

A Nayib Bukele no se le responsabiliza de los fracasos del FMLN en el gobierno, e incluso se percibe por muchos como alguien fuera del FMLN (un outsider), por tanto, se acerca a los electores del centro ideológico, Arena se mantiene enfocado en su voto duro, y eso parece que no le esta permitiendo ganar elecciones. Como ya se dijo al principio, el outsider se refiere a una persona “nueva”en la política; pero cabe aclarar que no todos los nuevos son outsiders, porque en muchos casos las nuevas caras solo responden a la Arena y al FMLN tradicional.

Sin embargo el outsider tiene un problema, ya que no puede salirse completamente, es decir por sí solos son incapaces de llegar o mantener el poder, ya lo intentó Hector Silva con Cambio Democrático y Elias Antonio Saca con Unidad en las presidenciales (también hay casos en las municipales como Carlos Rivas Zamora en San Salvador, o René Canjura en Nejapa, solo por mencionar algunos). De ahí que figuras como Nayib deben mantener la postura si quieren seguir aspirando a cargos públicos y estar con un pie dentro y otro fuera, pero no salirse del todo, ya que así no es posible llegar o mantener el poder en El Salvador.


(+) Nota a pie: Como dato curioso si se revisa las  elecciones presidenciales del 2014 tanto Norman Quijano, como Sanchez Cerén eran de la línea dura de sus partidos. Ellos eran políticos de carrera con perfiles de años de trabajo en el escenario político, sin embargo, el entonces candidato de izquierda pasó casi inadvertido en la campaña y se dio mayor protagonismo a Mauricio Funes, quien a través de spots publicitarios y su programa de los sábados se dedicó a hacer una especie de segunda campaña.

Referencias:
- IUDOP (2012) "Encuesta de evaluación del año 2012”. Informe 131.
- Miller (2008)  “ Why do populist  outsiders get elected? ” University of Maryland.
http://econ-server.umd.edu/~miller/PopulistOutsidersMODEL%28miller%29vAug08.pdf
-Ortega (2014) La crisis es la madre de la creatividad  http://elmundo.com.sv/la-crisis-es-la-madre-de-la-creatividad