martes, 8 de enero de 2013

Políticas educativas en El Salvador 1989-2013



Al finalizar la guerra civil en El Salvador y luego de la firma de los acuerdos de paz se plantea una situación problemática en el sistema educativo en El Salvador, por ejemplo, la escasa cobertura en zonas rurales, baja calidad de la educación en todos los niveles, deterioro de la infraestructura escolar, disminución en la capacidad organizativa y de incidencia  de los maestros en las políticas públicas, reducción gradual y significativa del presupuesto público, deserción escolar, repitencia escolar, altas tasas de analfabetismo, entre otros.

Ante dichas circunstancias, los gobiernos - luego de los acuerdos de paz- deciden enfrentar los problemas de educación descritos buscando el apoyo financiero y técnico de organismos internacionales tales como El Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Sistema de Naciones Unidas, Unión Europea entre otros. Sin embargo, las políticas educativas implementadas fueron determinadas por un enfoque estrictamente económico, en el cual el ser humano está en función de la economía como una pieza fundamental en el mundo globalizado.

Hubo ciertos logros como el incremento de la cobertura en la educación media y superior, y el aumento de la oferta de graduados; pero la deficiente calidad de su formación sumado a la crisis económica, generó como consecuencia mayores desigualdades sociales expresadas en un aumento significativo del desempleo, la delincuencia y la migración. Vale recordar que mientras se ampliaba la cobertura en la educación, las condiciones de pobreza de la mayor parte de la población aumentaba, y la riqueza se concentraba en unas pocas manos; y como se dijo anteriormente la calidad de la educación presentaba serias deficiencias, particularmente las referidas al desempeño escolar, fenómeno que se presenta principalmente en las escuelas del sector público.

Ante dicho escenario y luego de 20 años de la formulación e implementación de políticas educativas por parte del partido ARENA (1989-2009), se planteaban nuevos desafíos para el gobierno de Mauricio Funes para alcanzar la realización plena e integral de la persona humana. En este sentido, el gobierno necesitaba mostrar una nueva forma de hacer políticas educativas, en ese marco nace el plan “Vamos a la Escuela” gira en torno al rediseño de la escuela. Las acciones estratégicas buscan garantizar la educación en todos los niveles, incluyendo a aquellos en situaciones más desfavorables debido a la falta de ingresos económicos a fin de garantizar el acceso a la educación en diferentes niveles pero sobretodo los iniciales.

Estas acciones plantean generar la accesibilidad geográfica a los centros educativos, la dotación de uniformes y útiles escolares, ampliación del programa alimenticio, entre otros; de manera que el plan no solo se simplifica a tareas de la escuela, sino que garantice la permanencia del estudiante en esta, y que la falta de recursos no sea la piedra de tropiezo, ya que debido a la falta de ingresos económicos muchos se ven obligados a abandonar la escuela. En este  sentido resulta importante que gran parte del éxito o fracaso de este plan se deberá en gran medida a la forma de manejar el discurso por parte del Presidente de la República, esto agregado que es uno de los programas insignia de esta administración.

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