viernes, 7 de marzo de 2014

Los compromisos de los candidatos a la presidencia con la iglesia evangélica


Para los candidatos de los tres partidos mayoritarios rumbo a las elecciones presidenciales 2014 de El

Salvador parece que el apoyo de la comunidad evangélica es muy importante. Y no es para menos, ya que según el IUDOP en su boletín de prensa No. 4 del Año XXIV la población evangélica de El Salvador representa el 38.2% de la población, y se tiene la impresión de que las iglesias evangélicas llegan a territorios donde ni los gobiernos, ni la iglesia católica ni ninguna otra  organización tienen tanta incidencia, y que su nivel de organización es muy alto, por lo que los partidos podrían valerse de la estructura territorial de la iglesia evangélica para buscar atraer el voto en lugares de difícil acceso. 

Dicha importancia que los partidos dan a este grupo se evidenció durante el mes de diciembre, ya que los tres candidatos participaron en actividades con la comunidad evangélica según lo documentan diferentes medios de comunicación (Ver citas a pie de página). 

Por lo anterior, surge la siguiente pregunta ¿cuáles son las políticas públicas que se dirigen hacia el sector evangélico de El Salvador por parte de cada candidato? De acuerdo a lo que se puede encontrar documentado acerca de los tres candidatos se ha encontrado lo siguiente. Para Norman Quijano de Arena el no legalizar el aborto, ni el matrimonio gay y abrir más los centros penales a la evangelización, se reflejan como compromisos .  Por otro lado, para Salvador Sánchez Cerén del FMLN una de sus propuestas es la apertura de espacios en educación para que se predique el evangelio dentro de las escuelas, ya que  "cuando fue Ministro de Educación Ad Honoren, junto a las iglesias firmaron un compromiso para que los pastores pudieran predicar en los centros escolares y cultivar los valores del amor, la esperanza, el respeto a la familia, entre otros principios y valores”  En cambio, Elías Antonio Saca del Movimiento Unidad expresó que con pastores evangélicos ha conversado sobre el programa Ternura, con el cual propone que las madres que trabajan sean beneficiadas con la apertura de guarderías estatales para sus hijos . Por tanto, se puede reconocer que para los candidatos es importante el apoyo de dicho grupo social, los partidos buscan mostrar un nivel de empatía hacia la Iglesia evangélica a quienes les proponen ser tomados en cuenta desde el gobierno. 

De lo anterior surgen varias preguntas, por ejemplo ¿Serán suficientes este tipo de propuestas para atraer el voto evangélico? ¿Cuáles son las reacciones del pueblo evangélico cuando alguno de sus pastores muestra simpatía por algún candidato a la presidencia? ¿Qué tan identificados con el sector evangélico se siente realmente los candidatos? Ya que como lo dice Mateo 7:21 "No todo el que dice Señor, Señor entrará en el Reino de los cielos”.

Referencias tomadas de:
- http://elecciones2014.elsalvador.com/articulo/norman-quijano-asume-compromisos-con-evangelicos-487
- http://www.fmln.org.sv/oficial/index.php/noticias-2/notas/3298-salvador-sanchez-ceren-celebra-junto-a-miles-de-evangelicos-el-dia-del-pastor
- http://www.laprensagrafica.com/2014/01/02/saca-participa-en-actividad-evangelica

google-site-verification: google215845265ac319af.html


Tomado de http://www.uca.edu.sv/noticias/brujula-electoral

jueves, 6 de marzo de 2014

El futuro del perdedor de las elecciones en El Salvador. Una visión "Profética"

Una profecía para luego de la campaña electoral podría ser “La hora viene, luego de la derrota habrán unos que preferirán sus propias reglas y se marcharán, otros serán acusados como culpables y otros serán expulsados. Aquello que era uno ahora se dividirá”.

Sin embargo, el “profetizar” es una faena arriesgada, ya que en el mundo religioso el uso de la figura de profeta, no recurre al uso de la probabilidad, ya que su mérito lo acredita a una revelación de Dios, por lo tanto, la tarea se hace mucho más complicada. Este artículo no es un esfuerzo profético (por eso las comillas en el título), sino que trata indagar lo que podría acontecer en el plano político partidario luego de las elecciones presidenciales, todo esto basado en antecedentes registrados en escenarios similares luego de terminadas las elecciones en El Salvador.

Si observamos los antecedentes de nuestra joven democracia, desde el año 1994, los partidos que han quedado en segundo lugar en las elecciones presidenciales han sufrido separaciones de las que han surgido nuevos partidos, estas disgregaciones no han sido inmediatamente después de la elección presidencial pero han sido configuradas antes de la próxima elección  legislativa (Ver tabla anexa al final). No se puede afirmar con certeza que es lo que va a ocurrir a los partidos políticos salvadoreños luego de las elecciones, sin embargo, se puede pensar que el partido que queda en segundo lugar (y que tuvo alguna posibilidad de ganar), buscará establecer nuevos liderazgos, los cuales, apartan a los antiguos líderes y que de ahí que surjan separaciones dentro de los partidos.

Luego de  definir el próximo presidente,  podría ser que el Movimiento Unidad (a pesar de no competir de forma directa en la segunda vuelta) se vea fortalecido con antiguos liderazgos que provengan del partido perdedor entre Arena y Fmln, o incluso que surja una nueva opción política tal como ha sucedido en el pasado.

Dicho escenario genera las siguientes preguntas ¿Será que el partido perdedor de las elecciones tendrá una nueva separación como ha sucedido en el pasado? Por otro lado, si la separación se llega a dar ¿Quién será la figura o líder que protagonizará dicha separación?

AÑO
GANADOR
PERDEDOR
Partido surgido del perdedor
Líder
1994
ARENA
FMLN
Partido Demócrata
Joaquín Villalobos
1999
ARENA
FMLN
Movimiento Renovador
Facundo Guardado
2004
ARENA
FMLN
Frente Democrático Revolucionario
Julio Martínez
2009
FMLN
ARENA
GANA- UNIDAD
Elías Antonio Saca
2014
¿?
¿?
¿?
¿?

Elaboración Propia

Tomado de http://www.uca.edu.sv/noticias/brujula-electoral

miércoles, 5 de marzo de 2014

El Salvador, segunda vuelta electoral 2014 ¿quién no está conmigo está contra mí?

En nuestra cultura política parece que es difícil entender que los que no votan por el mismo partido no son enemigos, ya que sin importar por quien se vote, la mayoría de los salvadoreños (que no formamos parte de la cúpulas partidarias) tendremos la necesidad de convivir en el mismo territorio. Durante esta y otras campañas electorales personas que hablan de política en el trabajo, los centros de estudio, el vecindario, las iglesias y dentro de las mismas familias se han visto enfrentadas en situaciones complicadas con una fuerte carga emocional donde hay poco lugar a los matices, en muchos casos la plática casi obliga a una aceptación de un partido ó rechazo del otro.

Otro ejemplo de esta tensión se observa en las redes sociales, en las mismas no es difícil encontrar posturas partidarias rígidas, testarudas o sin fundamento que suplantan el diálogo con insultos, amenazas y difamaciones. Tomar una postura partidaria es un legítimo derecho en una sociedad democrática pero no debería de reducir la percepción de la realidad y fomentar la discriminación, intolerancia y resentimiento que poco o nada ayudan a la convivencia. El problema de estas formas de intolerancia es asumirlas como algo normal, natural o habitual y que se justifique la agresión del otro a quien percibo como posible enemigo. 

En El Salvador establecemos una diferencia entre el “nosotros” y el “ellos”, a los otros les adjudicamos con facilidad características negativas, ya sean los adversarios políticos, a los que en fútbol profesional reciben dinero por perder, a la monja embarazada en Roma, al que ganó concurso literario con plagio, al barbado que aparece en un islote en el pacífico, al que le “jaló la pata” y tuvo un accidente, eso solo por mencionar algunos ejemplos. En este sentido, la sociedad salvadoreña espera como regla una conducta madura, respetable y honrada de los otros ciudadanos, de los partidos políticos y de los candidatos para esta segunda vuelta, pero ¿Por qué no buscamos nosotros aplicar la misma regla a nuestras propias conductas?

Esta segunda vuelta electoral 2014 nuevamente vuelve a enfrentar dos posiciones que parecen mutuamente excluyentes, y que vienen compitiendo luego de los acuerdos de paz, tanto el FMLN como ARENA se han visto obligados a convivir en el desarrollo del pluralismo democrático, en donde la consigna debería de ser que cada quien pueda defender su ideología sin atentar la dignidad del otro, pero no solo desde las cúpulas sino desde los ciudadanos comunes en los que se incluyen los jóvenes, las mujeres, los trabajadores y los otros grupos importantes del país.

En la democracia salvadoreña los ciudadanos deberíamos de generar formas de convivencia que deben caracterizar a las sociedades plurales en donde se piense más allá de posiciones coyunturales y/o emotivas (que es a lo que nos podría llamar esta segunda vuelta electoral), y dejar de lado una percepción estereotipada: del “nosotros” y “ellos”, ya que la misma atenta contra la convivencia de todos. Se debe buscar posturas que permitan unificarnos en un ambiente de respeto, y no pensar que quién no está conmigo, está contra mí. Ya que sin lugar a dudas después de este 9 de marzo, sin importar quien gane, seguiremos teniendo la necesidad de convivir.

Luis Eduardo Aguilar Vásquez. Sociólogo