miércoles, 27 de mayo de 2020

Discurso en cadena nacional 100 días de gobierno del presidente Nayib Bukele 09 de septiembre de 2019.

Pueblo salvadoreño.
Buenas noches.
Gracias por sintonizar esta Cadena Nacional en todas las emisoras de radio, televisión a través de
Facebook Live.

Por muchos años nos acostumbramos a cadenas nacionales por parte de los presidentes de la República, en donde se describía un país que no era el nuestro. Las cadenas nacionales de radio y televisión eran utilizadas para tratar de vendernos una realidad inexistente, un país que no era el que veíamos al salir a la calle, en mi gobierno no quiero cometer el mismo error.

Todos sabemos que El Salvador es un país pobre, inseguro, corrupto, con pocas oportunidades para salir adelante o encontrar un empleo, con bajo crecimiento económico, con escasa inversión nacional y extranjera, con casi nulo turismo. Con un comercio internacional bajísimo. Con una institucionalidad débil, plagada de intereses oscuros. Con una clase política que da vergüenza y muchos funcionarios y empleados públicos que no se quedan atrás. Un país, plagado por pandillas, luto, miseria. Con un campo desolado, ríos contaminados. Un sistema de transporte colectivo, en su mayoría, inservible. Con los servicios básicos, como la salud y la educación, en una situación paupérrima. Y con una epidemia de migración que ha expulsado literalmente, a millones de salvadoreños, de su tierra, de su hogar. Tantos problemas, todos reales, todos vigentes.

A diferencia de lo que otros presidentes decían en sus cadenas, yo, prefiero que partamos todos, por aceptar la verdad. El Salvador no es ningún paraíso. El Salvador no es un país que está bien. El Salvador sigue siendo, hoy por hoy y a pesar de todo lo que hemos trabajado sin descanso en estos 100 días, un país con demasiados retos que afrontar y demasiados problemas urgentes que resolver. Esta realidad, si bien heredada de los gobiernos anteriores, persiste, sigue y sigue casi tan grande como hace 100 días.

Una realidad heredada, sí, pero que ahora se ha vuelto nuestra responsabilidad. Una realidad que ahora tenemos la obligación de cambiar, poco a poco, hasta que tengamos el país que todos soñamos.
Para hacer esto, tendremos prácticamente que empezar de cero. Por qué desde cero dirán algunos. Porque desde el primer día de nuestro gobierno, encontramos un sistema que está diseñado para que la incompetencia sea lo normal.

Sabíamos que íbamos a encontrar corrupción, pero no sabíamos que tanta. Y tampoco sabíamos que encontraríamos un trabajo gubernamental estancado, que la cultura del mínimo esfuerzo predominaba en casi todos los ministerios y autónomas. Que teníamos un aparato estatal totalmente obsoleto. Esa, ha sido la realidad que impacta directamente a nuestra gente, desde hace tantos años y que lastimosamente, todavía lo sigue haciendo.

En estos primeros 100 días, apenas hemos empezado a poner a nuestro país en el rumbo correcto, a poner los cimientos de nuestro futuro. Muchos nos criticaron por utilizar la palabra “apenas”, en el eslogan. Pero nosotros no quisimos venir como han venido otros presidentes, que mientras no hacían nada por la población, mientras la gente seguía sufriendo. Mientras nuestras calles seguían desangrándose y nuestros jóvenes seguían sin encontrar una oportunidad de empleo. Mientras 16 mil salvadoreños migran por mes hacia los Estados Unidos, ellos venían a contarnos un cuento de un país que no existía.

Nosotros estamos seguros de que el primer paso para salir adelante es aceptar la situación en la que estamos. Plantear una clara estrategia para un verdadero cambio, priorizar, impulsar esos cambios. Revisar lo que estamos haciendo y ver qué está funcionando. Qué debe cambiar. Qué, aun no se ha empezado y qué es urgente de iniciar. Como si construyéramos un edificio, es necesario asegurar que el terreno sea sólido, que las bases soporten la estructura.

Y aunque ya quisiéramos ver el resultado final, estamos conscientes de que la construcción de este
edificio debe avanzar gradualmente, nivel, por nivel. De esa misma manera hemos empezado a preparar el terreno para gobernar, atacando frontalmente los problemas que durante años nos han tenido viviendo en la desesperanza.

Por eso, hemos empezado a responder algunas de las grandes necesidades del pueblo. Estamos atacando la inseguridad, con el Plan Control Territorial, que consta de siete fases y con el cual, devolveremos la seguridad y la tranquilidad a las familias salvadoreñas. Pero también sabemos que la búsqueda de la paz es compleja, no es fácil, toma tiempo. Sabemos que tendremos días duros. Momentos en los que sentiremos que avanzar es difícil y lo es, pero no es imposible, y lo haremos. En este esfuerzo, hemos implementado nuevas estrategias de despliegue de los cuerpos de seguridad, en todo nuestro país.

Con el Plan Control Territorial, hemos tomado el control de los Centros Históricos más transitados. Hemos coordinado las estrategias de acción, con las cuatro agencias de inteligencia del Estado. Hemos abordado aleatoriamente, el transporte colectivo. Hemos recuperado territorios, que por años estuvieron restringidos por grupos criminales, al punto, que ni siquiera la policía podía entrar. Por primera vez, en décadas, hemos abierto el reclutamiento masivo de nuevos soldados, jóvenes
comprometidos con su país, que ven el servicio a los demás, como una vocación.

Cientos de nuevos agentes de la PNC, también se han sumado a esta tarea y nos les íbamos a exigir más, sin cubrir sus necesidades. Por eso, con la Fase III tendrán mejores condiciones, mejor armamento, mejores patrullas, mejor equipo, mejores puestos de policía, mejores centros de control, mejor tecnología, mejor tratamiento médico y atención especializada para sus familias, seguro de vida. Podrán adquirir sus viviendas con créditos especiales. Tendrán un salario más digno y becas para sus hijos.

Pero ya comenzamos en la Fase I. Empezamos a dignificar su labor, dándoles uniformes y calzado nuevo. Asegurando que sus bonos lleguen puntuales. Otorgándoles otro bono para su alimentación, mientras protegen a los salvadoreños y dándoles el reconocimiento público que se merecen. Hasta este día, con el Plan Control Territorial, hemos realizado más de 12 mil capturas, incluyendo a varios de los más buscados.

Hemos desarticulado estructuras, capturado cabecillas, ranfleros y palabreros. Atacados las finanzas de las pandillas. Hemos incautado armas, droga, dinero. Hemos tomado el control de activos como nunca antes. Nunca antes se había tenido tanto control en los centros penales, cortando toda comunicación de los privados de libertad, hacia el exterior, bloqueando la señal con monitoreos diarios.

Hemos interceptado más de 1800 wilas o mensajes hacia el exterior.
Hemos borrado el grafiti de maras en las cárceles.
Hemos trasladado miles de reos, para que no puedan coordinar sus estructuras internas.
Y hemos quitado todos los privilegios que tenían las cabecillas de las pandillas.

Pasamos de centros penales, en donde reinaba el caos. En donde había fiestas porno, droga, Internet y PlayStation, a unos, en donde hay orden, limpieza y seguridad. Ya estamos montando las granjas, los talleres, las cocinas, que garanticen en un futuro próximo, su autosostenibilidad. Que ellos mismos hagan los más de 200 mil pupitres que faltan en nuestras escuelas y que remodelen los puestos policiales. En las siguientes etapas del plan, buscaremos que los penales, dejen una utilidad social al Estado y que podamos alcanzar la reinserción que nos mandata la Constitución.

Sabemos que hace falta mucho por hacer, pero nadie puede negar que los avances han sido significativos. En estos primeros 100 días, hemos tenido una reducción drástica de homicidios y de más delitos, en todo nuestro país; logramos una reducción significativa en junio. Luego, logramos  que julio se convirtiera en el mes con menos homicidios, en muchos años, para luego ser superado por agosto, en donde logramos el mes con menos homicidios desde los Acuerdos de Paz. Estos datos son irrefutables. Están avalados por la Policía Nacional Civil, por la Fiscalía General de la República y por el Instituto de Medicina Legal.

Aun así, sabemos que todo este trabajo no es suficiente, porque el dolor de perder un ser querido no puede ser mitigado por estadísticas.Así que mientras en nuestro país celebrábamos el mes con menos homicidios desde los Acuerdos de Paz, 131 familias estaban sufriendo la pérdida de sus seres queridos, mucho menos, que las más de 900 familias a las que llegamos en un solo mes del gobierno anterior, pero muchas más, de las que tendría un país, donde reinara verdaderamente la paz. Ese país, que aún falta tanto por construir.

Seguimos trabajando incansablemente para que nuestro país, sea un lugar menos violento. Para que como país logremos recuperar la esperanza y la tranquilidad. Para que los jóvenes tengan más opciones que entrar a una pandilla, migrar o pasar tocando puertas, buscando una oportunidad de empleo; pero ese trabajo no solo es del gobierno.

En esta tarea, todos tenemos algo por hacer. Por eso le pido a los diputados de la Asamblea Legislativa: aprueben los fondos para ejecutar la Fase II del Plan Control Territorial. Hace una semana les pedimos el financiamiento de 91 millones para invertir en seguridad.

Al día siguiente, nuestro ministro de Hacienda fue y les explico las necesidades. Formulamos el proyecto, junto con el Banco Centroamericano de Integración Económica, se los desglosamos ítem
por ítem. La semana pasada, la Junta Directiva del BCIE, aprobó por unanimidad estos fondos y el
proyecto ya está listo, explicado, desglosado y aprobado por el banco en sus mesas.

Señores diputados:
Cumplan con su trabajo. Súmense a esta lucha contra la delincuencia. Démosle a nuestro pueblo, la seguridad que han pedido durante décadas, ahora no tienen excusa. Este no ha sido un madrugón, como los que se hacían antes y se aprobaban así, sin debate, sin cuestionamientos, sin que los funcionarios fueran tantas veces a entrevistas, a hablar de la importancia que tiene esto para el país.

La Fase II del Plan Control Territorial, ha sido ampliamente discutida, más que cualquier otra propuesta. Es hora de aprobarla y no dilatarla más. Los avances en seguridad son innegables, es hora de que sean aún mayores, nuestro pueblo lo demanda y es nuestra obligación, hacer nuestro trabajo y cumplirles. El trabajo más fácil lo tienen ustedes, solo tienen que apretar un botono o como dijo el diputado presidente, ahora ya tenemos pantallas touch, pues, perfecto, aprieten el botón de sus pantallas touch y dennos los recursos para darle al pueblo, la seguridad que necesita.

Pero a los salvadoreños no solo les afecta la violencia, tienen otras necesidades que apenas estamos empezando a resolver, buscando respuestas integrales que aseguren el bienestar social de cada persona en El Salvador. Desde el primer día de nuestro gobierno, hemos escuchado constantes, denuncias en el sistema de salud, como que no hay la medicina que la gente necesita, que la infraestructura hospitalaria está abandonada o que los pacientes reciben maltrato por parte del personal de salud. Por eso lanzamos el Plan Nacional de Salud, que añade fuertemente el enfoque preventivo y que tendrá más presupuesto para su implementación.

Hoy puedo confirmar, que, por primera vez en la historia de nuestro país, hemos logrado el total abastecimiento de medicamentos en todo el sistema se salud pública. Desde hoy, ningún paciente debe irse a su casa, sin sus medicinas. Al llegar al gobierno descubrimos que las bodegas de medicamentos estaban vacías. Un desabastecimiento programado, que venía a sumarse al desabastecimiento histórico de nuestro país.

Pero, además, nos encontramos con otro problema:
El sistema público de salud estaba diseñado para pasar desabastecido siempre. Esto servía de excusa para poder utilizar el dinero de los medicamentos del pueblo, en otra cosa. Por eso, cuando un salvadoreño va a un hospital público, o a una Unidad de Salud, la respuesta siempre era, no hay. Con el nuevo Plan Nacional de Salud, no solo hemos hecho una compra histórica de medicamentos, sino que hemos unido los esfuerzos de varias Carteras de Estado, para lograr cumplir con nuestra promesa, de tener cien por ciento de abastecimiento, antes de terminar los primeros cien días de nuestro gobierno.

Redoblamos esfuerzos, algunos tuvieron que cruzar fronteras para traer medicamentos para el cáncer. Otros, movilizarse de punta a punta de nuestro país. Pero gracias a los buenos empleados y hago énfasis, en buenos empleados del Ministerio de Salud, DNM, FOSALUD, ISSS, Obras Públicas, Policía Nacional Civil, Fuerza Armada, Protección Civil y Casa Presidencial, lo logramos. Con el mismo trabajo articulado entre ministerios, hemos empezado a mejorar la infraestructura hospitalaria, se ha iniciado la habilitación de un albergue para los familiares de los pacientes del Hospital Rosales y dentro de poco, vamos a empezar el diseño, la licitación, la contratación y la construcción del nuevo Hospital Rosales que será el mejor hospital de Centroamérica, no solo por su moderna infraestructura, sino por la atención que recibirán sus pacientes.

A pesar de los pocos días de la implementación del plan, hemos empezado a cambiar el sistema de atención de salud, ahora, los trabajadores que cotizan el Seguro Social pueden pasar consulta en horarios extendidos y en fines de semana. En pleno 2019 no había consulta fines de semana o en horas no laborales, ¿a qué horas iban a pasar consulta las personas que trabajaban?, pero eso no es ni por cerca suficiente, hemos escuchado el reclamo de cientos de salvadoreños por la pésima atención que reciben en los hospitales públicos y en el Seguro Social, hoy les digo a todos esos profesionales en salud que trabajan en las distintas dependencias del gobierno, ayúdennos a mejorar el sistema de salud, hemos logrado un abastecimiento de medicamentos al 100 por ciento, por primera vez en la
historia de nuestro país.

Estamos contratando por concurso público, mil nuevos profesionales de la salud para que lleguen a ayudarnos, en la Fase II y III del Plan Control Territorial hemos incluido la compra de ventiladores mecánicos para que no tengan que darle respiración manual a los pacientes, hemos destinado la totalidad de la deuda política que cobreamos al FMLN para la compra de camas y cunas hospitalarias, vamos a mejorar el presupuesto para tener mejores condiciones, equipos, insumos médicos e infraestructura, pero necesitamos de ustedes, de los buenos profesionales de la salud. Ayúdennos a hacer lo imposible por sacar adelante lo que parece inalcanzable, los demás, los que sientan que están siendo explotados o que se les pide mucho, por favor, no permitan que los sigan explotando, déjenme inmediatamente sus plazas y denle la oportunidad a los demás que sí quieren atender a los pacientes como se merece.

Duele ver cómo hay decenas de miles de profesionales de la salud en diferentes ramas, buscando una oportunidad con todas las ganas de atender a nuestro pueblo y no de poderle dar una oportunidad por una minoría y hago hincapié en una minoría de profesionales en salud, que no tienen la vocación y el amor para atender a nuestro pueblo que ya ha sufrido demasiado.

Pero sabemos que no es suficiente, sabemos que cambiar nuestro sistema de salud, del sistema paupérrimo que tenemos ahora a uno del que nos podamos sentir orgullosos tomara tiempo, necesitara de recursos, tendremos que unirnos para que cada quien haga su parte. No todo lo puede hacer el gobierno, necesitaremos el apoyo de los sindicatos, de la Asamblea Legislativa y de la misma población tomando estilos de vida más sanos. Con esta visión que da prioridad al bienestar social de todos los salvadoreños sin distinciones también hemos empezado a enfocarnos en el trabajo y la inversión en las comunidades que han vivido en el olvido y la exclusión durante décadas.

Es indispensable reconstruir el tejido social de El Salvador, no queremos otra generación perdida por la violencia, no queremos más talentos salvadoreños migrando a otros países, no queremos más estigmatizaciones de niños y jóvenes por vivir en lugares peligrosos. En estos primeros 100 días por primera vez en la historia es frecuente ver funcionarios visitando comunidades consideradas peligrosos, territorios que estuvieron controlados por las maras, han realizado estas visitas para ver de primera mano las necesidades del pueblo. Pero visitar por visitar no serviría de nada, en cada visita hay compromisos que se asumen con las comunidades. Nuestro gobierno tiene como misión dar oportunidades y alternativas a nuestros jóvenes, para mostrarles que existen otros caminos distintos a las estructuras criminales. Los jóvenes que viven en estas comunidades quieren lo mismo que cualquier otro, una oportunidad.

Precisamente ese es el nombre de la fase II del Plan Control Territorial “Oportunidad”. Les daremos la oportunidad de salir adelante a nuestros jóvenes y a nuestras comunidades, les quitaremos el caldo de cultivo a las pandillas, haremos poco a poco que ya no tengan a quien reclutar.

Esto será más difícil, más largo y requerirá más trabajo y más recursos que la fase I, pero ya hemos empezado con ahorros presupuestarios y evitando la corrupción en las arcas del Estado. Hemos empezado a construir los primeros cubos en el Sitio del Niño, el la colonia Zacamil y en la Ivu, los cubos serán espacios de desarrollo de primer nivel, donde nuestros niños y jóvenes tendrán una biblioteca; área multiusos, donde recibirán clases de inglés; danza y arte urbano; un centro de cómputo y área de juegos; invertiremos en arte, cultura, deporte; tecnificaremos más 100 mil jóvenes en diversos oficios; instalaremos 262 escuelas de la liga española una por municipio y apoyaremos a los jóvenes, tomándolos en cuenta y construyendo la infraestructura necesaria para que puedan salir adelante, ellos y sus comunidades. La inversión en las nuevas generaciones es indispensable, no solo para evitar la violencia, sino porque es el capital más importante de nuestro país.

Por eso hemos empezado el trabajo articulado para mejorar la infraestructura educativa, incluyendo las calles que conectan a las comunidades con las escuelas. Gracias al incansable trabajo de mi esposa Gabriela y su equipo, se ha empezado a gestar lo que será la gran herencia de nuestro gobierno, una verdadera apuesta gubernamental por la primera infancia que será lanzado dentro de pocas semanas y que marcará un antes y un después para nuestra sociedad.

Cualquier país desarrollado empezó a progresar en algún momento, sabiendo que los resultados de verían años después, El Salvador no será la excepción. ¿Pero de que nos serviría tener seguridad y bienestar social si seguimos sufriendo el flagelo de la corrupción? Han sido décadas en los que muy pocos se han llevado mucho, lo que ha acentuado las brechas económicas en El Salvador condenándonos al subdesarrollo y a la pobreza.

Para avanzar tenemos que erradicar la corrupción y la impunidad. ¿cuántos proyectos se estancaron y se detuvieron hasta que se perdieron en El Salvador? ¿cómo estaría nuestro país ahora si hubiéramos invertido todo el dinero que se robaron?

Por eso en nuestro día 98 instalamos la Comisión Internacional contra la Impunidad y la Corrupción en El Salvador, con el apoyo de la OEA y la comunidad internacional. La CICIES nos servirá para prevenir, investigar y castigar actos de corrupción, porque el saqueo estatal debe parar y los que lo hicieron deben pagar.

La CICIES será independiente, neutral y transparente, perseguirá al corrupto y al corruptor, como primeros pasos la CICIES va establecer relaciones con instancias del Órgano Ejecutivo, como la PNC
donde se creara una unidad especializada anticorrupción; el Ministerio de Hacienda que tiene las atribuciones para fiscalizar al 100% de empresas y personas naturales de nuestro país; la Dirección General de Aduanas para combatir el contrabando y el narcotráfico; la Dirección de Migración y Extranjería; la Superintendencia del Sistema Financiero para combatir el lavado de dinero y toda aquella agencia estatal que nos ayude a combatir la corrupción.

Es primordial construir una sólida cultura anticorrupción con políticas que aseguren que el dinero de los salvadoreños se respete, ningún político debe pensar que puede llevarse el dinero del pueblo.

Para esto, no necesitamos la aprobación de la Asamblea Legislativa, el gobierno haciendo uso de sus facultades constitucionales lo hizo ya y la Secretaría General de la OEA haciendo uso de la carta de la OEA va a dirigirla.

Pero como lo dije ya, esto no debería ser solo trabajo del Ejecutivo, para que El Salvador siga por el rumbo correcto necesitamos de la Corte Suprema de Justicia, de la Fiscalía General de la República, de la Corte de Cuentas y la Asamblea Legislativa; también necesitamos el apoyo de las organizaciones de la sociedad civil, si ellos quieren sumarse a fortalecer la CICIES bienvenidos. La CICIES está lista para trabajar con todos los órganos del Estado, la CICIES está lista para que hayan reformas de ley para fortalecerla, es solo que no íbamos a esperar eternas discusiones en la Asamblea para empezar, ese no es nuestro estilo, así que ya empezamos.

Hemos empezado con la lucha contra la corrupción y la impunidad, porque la política no es para enriquecerse, la política es para servir. A todos aquellos que durante años se han lucrado del sufrimiento del pueblo, que durante años pensaron que este país les pertenecía hoy les digo: estaban equivocados. Un gobierno transparente, con objetivos claros, que busca el bienestar social para todo El Salvador incrementara la confianza de todos los sectores.

Lo dije al inicio, vamos construyendo este proyecto como un edificio nivel por nivel y para lograrlo necesitamos principalmente el apoyo de Dios, del pueblo salvadoreño y de dos sectores, la empresa privada y la comunidad internacional. La inversión pública permite que haya inversión privada, cuando el gobierno construye una calle de inmediato se impulsa el desarrollo económico y social; alrededor de esa calle se construirán hogares, oficinas, comercios, plazas y negocios que impulsaran nuestra economía.

En estos primeros 100 días hemos empezado a recuperar el optimismo del sector privado, en junio y julio el índice de confianza subió históricamente, nos hemos sentado con todos los sectores productivos como turismos, industria, agricultura y otros, para que juntos impulsemos el desarrollo de nuestro país. Toda esa inversión privada ira acompañada de trabajo en infraestructura por nuestra parte.

En estos 100 día hemos abierto calles y reparado viejos caminos en comunidades y sectores olvidados de nuestro país, sabemos que faltan muchos más lugares por llegar, pero la población puede ver que no paramos y que pronto estaremos en su comunidad también llevando desarrollo. El camino del progreso el largo, por eso la semana pasada pusimos la primera piedra del periférico Gerardo Barrios en San Miguel, esto significa una inversión histórica de más de 160 millones de dólares en una obra que trae empleos, progreso, desarrollo y crecimiento económico al oriente del país.

El trabajo de las diferentes autónomas y la Comisión Presidencial para Proyectos Estratégicos no se detendrá hasta concretar proyectos como el tren del Pacifico cuyos fondos ha ofrecido ya el gobierno del Corea del Sur; vamos reactivar el Puerto de La Unión con el apoyo del JICA; hemos empezado a aprovechar el mar de oportunidades que tenemos en nuestro país; vamos a posicionar a El Salvador como uno de los lugares turísticos más importantes de la región con Surf City; estamos formulando reformas de ley para agilizar procesos comerciales poniendo la tecnología e innovación al servicio de los salvadoreños; tendremos un gobierno digital con tramites y servicios en línea, con firma digital que nos facilite la vida a todos.

Para que El Salvador sea competitivo tenemos que crear o reforzar alianzas con países amigos que creen en todo el potencial que tenemos, estamos cambiando la percepción de nuestro país en el exterior, nos están volviendo a ver, ya no únicamente por las maras o la violencia sino porque han visto que tenemos mucho que ofrecer al mundo.

En estos 100 días de gobierno hemos restablecido las relaciones con nuestro mayor aliado internacional. Esas relaciones están en su mejor momento en décadas. Altos funcionarios de los Estados Unidos nos han visitado para crear acuerdos que nos ayuden al desarrollo, que nos ayuden a construir este proyecto de país al que le estamos apostando.

Estamos recuperando la confianza de los más de tres millones de salvadoreños que viven en el exterior y que extrañan su hogar. Muchos también están dispuestos a invertir en nuestro país, además de los 5,400 millones de dólares en remesas que nos envían cada año. Estamos trabajando para reducir la migración forzada de salvadoreños que huyen de nuestro país por la violencia y la falta de oportunidades.

No queremos más casos como el de Oscar Martínez y su hija Valeria, que perdieron su vida cruzando el río en busca de un sueño, un sueño que El Salvador no pudo darles. Por eso, también, nos aliamos con el gobierno de México, quien donó más de 30 millones de dólares para el programa sembrando vida, empezando a generar empleo para reactivar el agro. Ya generamos 20 mil nuevos empleos con solo este programa, 20 mil familias salvadoreñas se beneficiarán trabajando nuestra tierra. Una deuda que hemos tenido pendiente durante años.

En estos 100 días de gobierno nació una razón más de mi compromiso y el de Gabriela, mi esposa, para trabajar por El Salvador. En medio de nuestros primeros 100 días nació Layla, nuestra primera hija, a quien quiero dejarle un país del cual se pueda sentir orgullosa, un país con equidad para hombres y mujeres, un país que cuide a sus hijos en todas las etapas de la vida. Por eso, estamos haciendo todo lo humanamente posible, hemos trabajado al máximo de nuestras capacidades, no vamos a dejar de hacer todo lo que podamos hacer para cumplir el mandato que el pueblo salvadoreño depositó en nuestras manos, sacar nuestro país adelante.

Día a día nos impulsa la aprobación que el pueblo salvadoreño nos ha dado. Más del 90% de salvadoreños quiere ganarle la batalla a la delincuencia, más del 90% de los salvadoreños quiere que el sistema nacional de salud mejore, más del 90% de los salvadoreños quiere que todos tengamos bienestar social y que se reconstruya el tejido social.

Más del 90% de los salvadoreños quiere que pare la corrupción y la impunidad, pondremos nuestro trabajo al servicio de los salvadoreños, pero este proyecto no solo depende de nosotros, así como les dije una vez en aquel Facebook Live donde inició todo, ahora se los digo desde Casa Presidencial, como presidente de la república, no me dejen solo.

Necesitamos su apoyo, el de su familia, el de sus amigos, sus compañeros de trabajos, de nuestros hermanos que viven en el exterior, de cada salvadoreño, para luchar y que este gran proyecto no retroceda jamás. Vamos a asegurar donde no volver nunca más al rumbo de los mismos de siempre. Exijamos todos a los diputados que aprieten el botón para aprobar los fondos de la seguridad, apoyemos a nuestros policías y nuestros soldados en las calles, seamos ciudadanos responsables, eduquemos a nuestros hijos, demos el ejemplo con nuestro comportamiento.

Que el salvadoreño sea reconocido en el mundo como lo que siempre fue, un pueblo trabajador que nunca se rinde y que ahora está decidido a forjar su propio camino. Hay tantas cosas que nuestro país aún necesita, debe seguir el combate a la delincuencia, la humanización del sistema de salud, garantizar el abastecimiento de medicamentos, mejorar la infraestructura hospitalaria, la reconstrucción de tejido social, la puesta histórica por la primera infancia, el combate frontal a la corrupción y a la impunidad.

La inversión pública, que garantice la movilidad del desarrollo económico y social de nuestro país, las alianzas estratégicas con la empresa privada, y poner a nuestro país en los ojos del mundo. Luego vendrán otras etapas, otros planes para seguir arreglando lo que está mal, vienen planes para la educación, para impulsar aún más nuestra economía, para cuidar nuestro medio ambiente, para generar cientos de miles de empleos, para recuperar el liderazgo en Centroamérica, para que todos los salvadoreños puedan tener una vida mejor.

Estos son los primeros 100 días de nuestro gobierno y esto apenas empieza. 

Muchas gracias a todos.

Que Dios los bendiga.

Y que Dios bendiga a El Salvador.

Discurso de Toma de Posesión.1 Junio 2019 Nayib Bukele

Antes de iniciar Quiero hacer una mención especial a los invitados ilustres que tenemos este día. Me refiero a uno y cada uno de los salvadoreños que nos acompañan aquí, en esta plaza, y a los que nos ven a través de los medios de comunicación. En otras épocas, ustedes no habrían podido estar en este evento. Esa fue mi primera decisión como presidente electo, que ustedes estuvieran aquí, conmigo, en este lugar, en esta plaza, en este día.

Hace unos días, la tierra tembló en la madrugada y no había pasado ni hora y media cuando los salvadoreños salieron a trabajar, como si nada hubiera pasado. Ningún pueblo del mundo hace eso, más que este. Este pueblo del cual todos nos tenemos que sentir orgullosos.

Hace cuatro meses estuve parado aquí también, en esta plaza. Ese día nos comprometimos (…) a pasar la página de la posguerra, nos comprometimos a hacer un mejor El Salvador, nos comprometimos a garantizar el bienestar social de cada salvadoreño. Eso es lo más importante del compromiso que tuvimos ese día. Hoy vine acá para cumplir esa promesa.

Ustedes son la razón de ser de esa promesa. Ustedes son la razón de ser de que estemos aquí el día de hoy. Ustedes lograron lo que decían que era imposible. En las calles, cada uno, gritaron con fuerza el nuevo El Salvador que querían tener.

Hoy estoy aquí, con ustedes. Este día inicia el nuevo Gobierno de El Salvador. Este día inicia la nueva historia que vamos a construir juntos. He venido a cumplir con ustedes y estar acá con ustedes en esta plaza. El Salvador como lo conocemos es un país que ha sufrido mucho, es un país que nos ha tocado reconstruirlo, es un país que ha enfrentado terremotos, es un país que ha enfrentado gobiernos corruptos, es un país que ha enfrentado tragedias y, sin embargo, hemos seguido adelante, a pesar de todo, a pesar de todo eso, estamos aquí.

Este pueblo es luchador, este pueblo es trabajador. El más trabajador del mundo. Y nadie lo puede negar, porque el salvadoreño sale adelante donde quiera que esté, aquí en El Salvador y fuera de El Salvador. Pero a partir de hoy, no seré presidente de los que votaron por mí. Tampoco seré el presidente de un sector, el presidente de un grupo ni mucho menos el presidente de un partido político. Seré el presidente de todos los salvadoreños, de cada uno de los salvadoreños, los siete millones de salvadoreños que viven acá y los tres millones que viven afuera, de los 10 millones de salvadoreños. Los representaré a cada uno de ustedes, a uno y cada uno de los salvadoreños diseminados por todo el mundo.

Quiero que me escuchen esto, que creo que es importante y por favor reflexionémoslo. Así como una familia que tiene a su hijo enfermo (…), lleva varios días mal, cada día se pone peor. La familia va a hacer lo imposible por salvar al niño, pero no va a ser fácil. Van a tener desvelos, van a acompañarlo, van a estar pendiente de su salud, dándole medicina, van a tener cambios en su rutina, van a sufrir con él; pero no importa todo lo que hagan, porque todo es por el mismo objetivo común: sacar adelante a su hijo, sacar adelante la salud de ese niño.

De igual manera, es como El Salvador, nuestro país es como un niño enfermo. Nos toca ahora a todos cuidarlo, nos toca ahora a todos tomar un poco de medicina amarga, nos toca ahora a todos sufrir un poco, nos toca ahora a todos tener un poco de dolor, asumir nuestra responsabilidad y todos, como hermanos, sacar adelante a ese niño que es nuestra familia, es nuestro país, es El Salvador.

Y sí, habrán momentos duros, habrán momentos difíciles, pero tomaremos esas decisiones con valentía y espero que me acompañen a defender esas decisiones que tomaremos con valentía. Luego, cuando veamos hacia atrás, habremos visto que valió la pena, porque al final de cuentas, El Salvador saldrá adelante y podremos ver una luz en el futuro y saber que hicimos lo correcto y que arreglamos El Salvador.

Este es un pueblo valiente y a quien le debo todo, pero no vamos a poder salir adelante si no nos unimos. Tenemos que unirnos y asumir, cada uno nuestra esperanza, sí; pero también tenemos que asumir, cada uno de nosotros, nuestra responsabilidad. Cada uno de nosotros tiene una responsabilidad individual y la sumatoria de todas esas responsabilidades individuales se vuelven una responsabilidad colectiva, una responsabilidad colectiva que va a sacar a nuestro país adelante.

Ahora les voy a decir algo que debí haber dicho hace mucho tiempo. (Lenguaje a señas) eso quiere decir que, de ahora en adelante, el poder está en todos nosotros, en cada uno de nosotros, en las manos de nuestros agricultores, en las manos de nuestros profesionales, en las manos de nuestros estudiantes, en las manos de nuestros comerciantes, en las manos de nuestros escritores, en las manos de nuestros artistas, en las manos de nuestros pescadores, en las manos de nuestras amas de casa y, por supuesto, en las manos de nuestras personas con discapacidad, en las manos de todos, de cada uno de los salvadoreños.

Ustedes decidirán cómo quieren ser gobernados. Porque ahora tendremos un Gobierno del pueblo y para el pueblo. Algunos de ustedes dirán “¿y cómo vamos a hacer eso?” y lo entiendo, ya han sido engañados antes. Cuántas veces nos han dicho que vamos a tener un país mejor, cuántas veces nos han dicho que habrá prosperidad para todos, cuántas veces nos han dicho que todos tendrán trabajo, cuántas veces nos han dicho que vamos a acabar con la inseguridad, cuántas veces nos han dicho que en El Salvador habrá vivienda digna, agua potable, hospitales con medicinas, escuelas dignas para que le den buena educación a nuestros niños. Cuántas veces hemos escuchado esto antes y siempre ha sido una mentira, siempre han sido promesas rotas.

La diferencia es que esta vez el cambio no vendrá de un presidente, no vendrá de un político. El cambio vendrá de cada uno de nosotros, cada uno de nosotros vamos a hacer nuestra parte y cada uno de nosotros vamos a cambiar El Salvador, haciendo lo que nos corresponde, a mí como presidente y a todos los demás. Cada uno de los salvadoreños tiene una importante misión de ahora en adelante, de hacer hasta lo imposible por sacar adelante a nuestro país.

Tenemos solo cinco años. No para pasar la página de la posguerra, no para derrotar al bipartidismo, esas cosas ya las hicimos antes. Tenemos cinco años para hacer de El Salvador un ejemplo para el mundo, un ejemplo de que un pueblo puede salir adelante si así lo desea, si lucha por eso y lo logrará con la ayuda de Dios y con el trabajo de todos nosotros.

Yo solo soy un salvadoreño como todos ustedes. Hijo de un padre que dio en su vida todo lo que pudo por nuestro país. Hijo de una madre que me ha enseñado la importancia del amor. Mi esposa Gabriela me ha acompañado desde hace 14 años, cuando yo ni siquiera pensaba en ser político, ni siquiera imaginaba que me iba a meter en política ni me imaginaba que iba a estar parado este día asumiendo la Presidencia de la República. Y sin embargo, lograra lo que lograra, ella siempre me ha dicho la verdad, y siempre ha sido una guía en los momentos malos y en los momentos buenos, y será una guía ahora en este nuevo Gobierno que tendrá la República de El Salvador.

Gabriela sabe que la amo, eso ya está descontado, pero también tiene que saber que la admiro. Tenemos que ganar un mejor país para las futuras generaciones. Nosotros estamos esperando nuestra primera hija. Se llamará Layla y por ella y por los hijos de todos tenemos que hacer un mejor país. Piensen en un niño, en una niña, piensen en un joven.

Imaginen a la persona más cercana a ustedes, un niño, un joven, una niña; piensen en esa persona. ¿Acaso no merece lo mejor para su futuro? ¿Acaso no merece la mejor educación, la mejor salud? ¿Tener seguridad, poder caminar libre en las calles? ¿Acaso no merece un país del que se pueda sentir orgulloso? ¿Acaso no merece sentirse orgulloso de sus padres? Para que cuando nos pregunten “mamá, papá, ¿qué hicieron con El Salvador?”, nosotros podamos decirle “lo cambiamos y lo hicimos un país pujante, vigoroso y vibrante”.

El Salvador aún puede ser el líder en la pujanza y la innovación en Centroamérica, como lo fue en algún tiempo, un tiempo que ya perdimos, pero que recuperaremos, pero no solo llegaremos ahí, sino incluso más allá, hasta donde nuestros sueños y nuestro tiempo lo permita.

Quiero que me permitan contarles una historia. Una historia que está muy cerca de mí. Es la historia de un niño que caminaba las calles de aquí del centro de San Salvador con su papá. Sentado en una esquina, en una cuneta, comiéndome una manzana acaramelada de las que vendían por ahí y el niño curioso le preguntaba todo a su papá. Y le decía “papá, ¿qué hace ese señor que está ahí? Y él le contestaba “ese señor trabaja duro para sacar a su familia adelante”.

“Papá, ¿por qué nuestro país es pobre?” “Hijo, nuestro país no es pobre, en realidad nuestro país es rico, es el mejor país del mundo, aquí nací y aquí quiero morir”. “Papá, ¿pero por qué es el mejor del mundo? Y él le contestaba “porque es el nuestro”. Y ese niño todavía recuerda las enseñanzas de su papá, esas enseñanzas que aprendió en largas pláticas hasta entrada la noche, esas enseñanzas que le enseñó durante años, todavía lo recuerda. Ese niño ahora es presidente de El Salvador.

Y mi papá está en el cielo. Papá, hoy te extraño más que nunca. Quisiera que estuvieras aquí conmigo, quisiera que vieras hoy a tu pueblo. Él me enseñó que la justicia no es justicia si no es igual para todos. Él me enseñó que de nada sirve el dinero si hay gente que tiene hambre. Él me enseñó que un país debe trabajar para las personas más vulnerables. Él me enseñó casi todo lo que sé y la mejor forma de honrarlo será ser el mejor Gobierno en la historia que haya tenido nuestro país.

Desde que hicimos historia el 3 de febrero, nos hemos dedicado a hacer las mejores relaciones para nuestro país, a buscar inversión, a garantizar que nuestro país crezca y a formar un gabinete que, por primera vez en la historia de nuestro país, tendremos un gabinete paritario. Por primera vez en la historia de nuestro país tendremos un gabinete con igual número de mujeres y hombres.

Pero no han sido seleccionados por su género, han sido seleccionados por su currículum y sus capacidades, y les he indicado que tienen que trabajar y hacer lo mejor para el pueblo salvadoreño. Su única tarea será trabajar incansablemente para que los salvadoreños se sientan orgullosos de su país. A cada uno de ustedes, en cada área, les compete que todos los salvadoreños, los que están acá, los que nos ven por televisión, los que nos ven por redes sociales, los que están fuera de El Salvador, que todos los salvadoreños se sientan orgullosos de su país. Esa es la primera orden y la última que les voy a exigir (?). Este no es mi gabinete. Este es su gabinete.

Ser Presidente de la República no me da poder. El poder lo da cada una de las esperanzas que ustedes han puesto en mí y que ustedes han puesto en este proyecto, y sobre todo, que ustedes han puesto en ustedes mismos, que El Salvador puede cambiar.

Debemos de decidir nosotros mismos que debemos dejar de matarnos, que debemos de decidir nosotros mismos que debemos dejar de botar basura en la calle, debemos de decidir nosotros mismos que vamos a trabajar el doble para sacar a nuestro país adelante. Nuestros hermanos en el exterior, que tanto nos envían a El Salvador, también deben unirse. Todo ese talento que está allá debe apoyar lo que podemos hacer acá.

Debemos invertir en nuestros niños. Cuando mencionamos que debemos tomar medicinas, no solo nos referimos a las medicinas en los hospitales, también nos referimos a la inversión en nuestra niñez. Tenemos que invertir en nuestros niños para que en el futuro, a largo plazo, tengamos el país que todos queremos. También vamos a invertir en megaproyectos, vamos a pensar en grande, vamos a pensar en el largo plazo y vamos a dejarle un legado a los salvadoreños, un legado que no se borre con la historia.

Nuestro país va a avanzar. No tengo duda de eso. No tengo duda de eso cuando veo la cara de cada uno de ustedes, porque ustedes mismos se encargarán de que eso se haga realidad. Su Gobierno trabajará por ustedes, sí; pero la única forma que de verdad podemos salir adelante es si cada uno de ustedes decide hacer lo que le toca hacer, para que los 10 millones de salvadoreños empujemos hacia un solo lado. Que se acabe el tiempo cuando un grupo empujaba para un lado y el otro empujaba para el otro. Los lados se acabaron. De ahora en adelante, vamos a empujar hacia adelante, vamos a empujar hacia el futuro y vamos a empujar hacia donde queremos ver a nuestro país.

¿Estamos dispuestos a empujar todos para adelante? ¿Estamos dispuestos todos a ver hacia el futuro? ¿Estamos dispuestos a, con la ayuda de Dios, tener El Salvador que soñamos? Si es así, con la ayuda de cada uno de ustedes, defendiendo la conquista lograda el 3 de febrero, defendiendo este amplio mandato que nos dan para que podamos cambiar nuestro país, luchando cada uno desde su trinchera, con la ayuda de Dios, nuestro país va a salir adelante. Y ese es el juramento más importante que vine a hacer el día de hoy y les pido que lo hagan conmigo.

Juramos trabajar todos para sacar nuestro país adelante, juramos defender lo conquistado el 3 de febrero, juramos que cambiaremos nuestro país contra todo obstáculo, contra todo enemigo, contra toda barrera, contra todo muro. Nadie se interpondrá entre Dios y su pueblo para poder cambiar El Salvador.

Discurso del presidente Nayib Bukele en la ONU 26 de Septiembre de 2019


En nombre del pueblo de El Salvador que me ha dado el honor y la responsabilidad de servirles como presidente me complace dirigirme a ustedes en esta ocasión desde esta palestra. Solo un segundo si me lo permiten (se toma una selfie) estar aquí, ante ustedes, en esta Asamblea General número 74, es un privilegio y un honor que quise compartir con el mundo. Ya que el mundo, el nuevo mundo, ya no está en esta Asamblea General, sino en el lugar dónde irá esta foto, a la red más grande del mundo, donde miles de millones de personas están conectadas prácticamente todo el tiempo y en casi todas las facetas de la vida. Créanme, muchas más personas verán esa selfie que las que escucharán este discurso. Espero que haya salido bien. Aunque no lo queramos aceptar, la red cada día se vuelve más el mundo real y este formato de Asamblea se vuelve cada vez más obsoleto. Hemos oído muchas buenas ideas, muchos discursos interesantes, pero la forma en la que venimos a hablar aquí no ha cambiado hace 74 años. 

El mundo ha cambiado y la Asamblea Nacional continúa siendo la misma. Tal vez, dentro de algunos años, no tengamos que viajar a decenas de miles de personas a Nueva York a reunirnos en este edificio, cuando una serie de video conferencias hubieran costado varios centenares de millones de dólares menos, y estoy seguro de que prácticamente tendrían el mismo efecto, sino mayor. Además, que las personas que viene acá no tendrían a sus familia, amigos, vidas y quehaceres diarios por venir a una serie de reuniones de las que cada vez menos personas están pendientes. Me imagino que algunos de ustedes pensarán que lo que digo no tiene sentido.

Pero pregunten a sus hijos nietos al salir de esta reunión, de hecho va a utilizar una app en sus Smartphones, pero pregúnteles ¿De qué estuvieron pendientes? Y no es que las Naciones Unidas o a Asamblea General sea obsoleta, aunque vamos en ese camino sí seguimos así. Pero tenemos la oportunidad de usa esta gran red que se construyendo bajo nuestros ojos, para no solo salvar nuestra relevancia, sino multiplicarla exponencialmente. O por el otro lado podemos ignorarla, todos nosotros, el sistema de naciones unidas, los gobiernos, los políticos, etc. Y esperar que nos ocurra lo que le ocurrió a Kodak o a Blockbuster, a los dinosaurios o a los teen choice awards. O lo que les ocurrió a las grandes cadenas de ventas al por menor. A una gran cantidad de hoteles, agencias de viajes compañías de cable y partidos políticos. L mismo le está pasando a muchos medios de comunicación. Ya no es necesario el gran equipo televisivo para grabar una entrevista, ni mucho menos equipos sofisticados, miren el IPhone 11 o el Samsung S10, hasta películas de cine se pueden filmar con ellos ¡porqué seguimos haciendo las cosas como siempre?

Este último es el principal motivo por el cual tengo la oportunidad de estar aquí con ustedes, porque el pueblo de El Salvador nos cansamos de hacer las cosas de la forma obsoleta, que no hay resultados y decidimos hacer las cosas diferentes, yo creo que la ONU debería empezar a hacer lo mismo. ¿Qué es lo que debemos hacer como comunidad internacional?, No para rescatar el formato de esta asamblea, porque ya es muy tarde, es más ya es obsoleta, debemos aceptar que el mundo ha cambiado, que el mundo siempre está cambiando, pero aquí continuamos haciendo esta asamblea de la misma forma que hace 74 años, sin realmente aceptar lo inevitable.  La evolución de la revolución digital que se está convirtiendo en una revolución humana, en donde talcoso en la ONU, que cada país tiene un voto no importa si es grande o pequeño, los ciudadanos del mundo, ahora, cada uno también tenemos una voz, la cual se magnifica gracias a las redes sociales y así, ya no son 195 voces representando siete mil millones de seres humanos, sino miles de millones de seres humanos representándose a sí mismos.

Las Naciones Unidas tienen aún una gran capacidad de convocatoria, pero de una forma tradicional, lo que hace su capacidad de convocatoria menor, y cada año será menor. Todos los discursos de los jefes de Estado en esta Asamblea durante toda esta semana tienen menos impacto que el video de un youtuber famoso, les apuesto que uno de esos videos en youtuber famoso, les apuesto de uno de esos videos en youtube tiene más vistas que todos nuestros videos juntos. Esta nueva realidad no quiere decir que no seamos relevantes, de hecho, aquí hay aún recursos únicos, de hecho, aquí hay aún recursos únicos, económicos y fuertes para resolver los problemas más grandes del mundo, pero el formato es obsoleto. Como hemos visto y vivido en muchos países, un par de imágenes en instagram, o un par de videos en youtube, pueden subir y tener más impacto que cualquier discurso en esta asamblea, incluso de los países más poderosos del mundo, una imagen subida por un ciudadano puede empezar una revolución, y de hecho ya ha pasado.

Es hora de que seamos más inclusivos, aceptar y reconocer que podemos estar en todos los países, todas las horas del día, todos los días, es hora de buscar un formato que invite a participar a la masa colectiva de todos los países del mundo, sin tener que estar físicamente aquí en New York. ¿Por qué no cambiamos este formato para que sea más inclusivo de los ciudadanos del mundo? ¿Por qué no enviamos un video de 15 minutos cada uno, una plataforma online de la Asamblea para que cada uno de los representantes de todos los países nos pueda ver on demand? ¿cuántos ven televisión en vivo? Ahora pregúntenles a sus hijos, a sus nietos, si tienen, preguntémosle a mi hija dentro de 20 años, imaginemos la respuesta, es decir, una semana en la ONU, cuando podríamos estar resolviendo temas en nuestras naciones. ¿Será entonces una pérdida de tiempo? Nuestros dispositivos móviles son el futuro de la Asamblea general, entonces colegas, ¿Por qué no le damos la oportunidad a la juventud del mundo de proponer nuevas ideas? Que vengan los jóvenes, ambiciosos por querer cambiar el mundo, sin los paradigmas que nos encadenaron el siglo pasado, de hecho, ellos ya lo están haciendo, somos nosotros los que no estamos escuchando, y no nos estamos abriendo a la posibilidad de la cantidad de recursos que nosotros disponemos para poder hacerlo.

Los que estamos aquí, supuestamente representando a las nuevas generaciones. ¿realmente lo hacemos? Debemos de abrirle la oportunidad a millones de ciudadanos, de millenials, ahora de centenials y de cualquier edad, para que ellos puedan ofrecer soluciones a los problemas de la pobreza, el hambre, el cambio climático, de las enfermedades, etc. ¿Por qué no organizar un concurso de ideas? para que la juventud mundial se entusiasme y se motive aún más, promovamos un premio para aquellos que logren con sus propuestas darnos la llave para resolver los grandes problemas que enfrentan y que enfrentamos ahora nosotros como planeta, como el suministro de energía, escasez de agua, la pobreza, el hambre, el cambio climático y tantos otros problemas a los que nos enfrentamos. Disponemos tantos recurso que para esta organización, sería una gota en el mar, otorgar un premio de 10 millones de dólares a cada joven que logre con sus propuestas resolver estos problemas, imagínense cuanto nos ahorraríamos y cuanto lograríamos sí tan solo abriéramos nuestra mente, abriríamos la caja de pandora de la creatividad colectiva de miles de seres, de miles de millones de seres humanos, miles de millones de cerebros pensando a la velocidad de la luz, conectados a la velocidad de la luz, encontrando soluciones a los problemas que en este arcaico formato no hemos podido resolver, estamos en el 2019, por obvias razones tenemos más tecnología que en toda la historia de la humanidad.

¿Realmente creemos que haciendo lo mismo de siempre podemos resolver los problemas que solo hemos agravado?, tal vez algunos, muchos de esos problemas que no hemos sido capaces de resolver pudieran ser resueltos por un millenial pensando fuera de la caja, en algunos años me atrevo a decir que no menos de10, no más de 10. Todo lo que estoy diciendo lo estaremos viviendo, pero ¿Por qué no empezar desde ahora?, les pregunto ¿Por qué no comenzar a crear una plataforma, donde esta nueva forma de pensar para la Asamblea general de las Naciones Unidas , sea precisamente el mecanismo de cambio, de la evolución, de cómo debemos aceptar la inevitable irrelevancia del formato actual de esta Asamblea?, hay que aceptar lo que no funciona y comenzar desde ya a que se hagan las cosas de manera diferente, lo que estoy tratando de explicarles es que el proceso de esta nueva forma de pensar ya ha comenzado, todos los jóvenes que me estén escuchando lo están haciendo desde sus celulares, y los que tomen en serio ya están pensando en cómo hacer para lograr los cambios que nuestro planeta necesita. Esta nueva forma de hacer las cosas en el ámbito de las políticas públicas ya ha tenido éxito en muchos lugares, en mi propio país El Salvador, donde la cantidad de Smartphone supera nuestra población probó que el uso efectivo y eficaz de estas plataformas derribo un sistema bipartidista que tenía total hegemonía del poder, ellos tenían la hegemonía del poderes de los acuerdos de paz, pero nosotros llegando a millones de ciudadanos con Facebook live, mientras nuestros oponentes se hacían  mitin con cientos de sus propios correligionarios, los derribamos.

El cambio de formato y no únicamente de mensaje, y de contenido hizo que los salvadoreños me eligieran como su presidente, y así estamos, gobernando también, tengo un teléfono de línea fija en mi despacho que nunca he utilizado, cuando necesito información se la pido directamente a los ministros, sin la necesidad de involucrar intermediarios como antes, y hacer convocatorios a reuniones que causan demoras. La comunicación de hoy en día es directa y mucho más democrática sin filtros, todos tenemos una voz que se puede oír y que se debe hacer oír. Hace unos días me volví a probar esto a mí mismo.

El 15 de septiembre en El Salvador celebramos la independencia, mientras toda la atención de los grandes medios de comunicación y la mayor parte de nuestro gobierno se enfocaba en un gran desfile que estábamos  haciendo en la capital, los niños de un lugar -llamado caserío del Aguacate salieron a desfilar por un estrecho camino rural de piedras, una maestra los había vestido como sí fueran una banda de paz de primer nivel, habían hecho todo con sus propias manos, sus tambores hechos de latas de leche en polvo con cucharas para tocarlos, alguien  de la comunidad tomo un video, con su celular y subió el desfile a su perfil de facebook, probablemente para que sus amigos y familiares lo vieran, estoy seguro que nunca se imaginó que el patriotismo y la alegría de estos niños, a pesar de todas sus carencias, harían que el video se hiciera viral en mi país, en cuestión de horas los grandes medios ya habían retomado el video, miles de salvadoreños lo compartieron, y eventualmente el video llegó a mí, luego de ver este video instruí a mis ministros a ir inmediatamente a mejorar las condiciones del caserío El aguacate. De inmediato, por medio de whatsapp, se pusieron de acuerdo para visitar el centro escolar, tres días después nuestros ministros llegaron a entregarles instrumentos musicales de verdad a los niños, ahora están pavimentando sus calles, les pondrán iluminación LED, les remodelaran la escuela y dejaran la comunidad como nadie se la hubiera imaginado hace un mes.

Todo empezó con un video que se hizo viral, sin darnos cuenta en qué momento ocurrió, ahora cada persona tiene un celular conectado a internet, y cada persona que tienen eso, es un vocero, fuente de información, y puede incluso llegar a tener incidencia política, la viralización del video de los niños, elevo miles de voces que los animaban, pero que también le piden al gobierno una acción que los impactara. La maestra del cantón El Aguacate y la persona que subió el video, hizo que algo tan cotidiano y local, llegara a ser visto por todo el país, esto generó que la realidad de sus alumnos cambiara, el entorno de estos niños ya no solo es su comunidad, ellos ahora como todos nosotros, somos ciudadanos del mundo y estamos hablando de una maestra, de una escuela, en un pequeño caserío, en un pequeño cantón, en un pequeño municipio de San Salvador. Imagínense el poder transformador y de convocatoria que pudiera tener la Asamblea General de la Naciones Unidas, usando la misma red que usaron estos niños ¿Por qué no utilizamos esta plataforma para convocar a los ciudadanos del mundo a que participen de esta asamblea General?

No quiero que me mal interpreten, la ONU cumple un papel crucial paz mantener la paz mundial, la lucha contra el hambre, la mejora de la salud, la búsqueda del desarrollo, los derechos de la mujer, de los niños, la protección del medio ambiente, el tratamiento del problema de refugiados e incluso la no proliferación nuclear, pero también tenemos que enfrentarnos con la realidad, de que ya estamos llegando a un punto en donde los problemas que tenemos en frente nos sobrepasan.

La revolución comunicacional es un hecho, es una revolución democrática, es el inicio de una nueva era human, las sociedades orgánicamente han avanzado pero las Naciones Unidas, no. Debemos cambiar, adaptarnos y aceptar el progreso, hoy día los ciudadanos del mundo están más empoderados que nunca, démosle la voz que merecen en esta Asamblea General, y no dejemos que solo los pocos privilegiados que estamos aquí reunidos seamos los dueños de la verdad absoluta. Algunos entenderán esto muy bien, otros no, desafortunadamente algunos se rehúsan a aceptar la nueva forma democrática de comunicación, la libertad de expresión en esteroides, miles de millones de personas interconectándose, todos con una opinión, todos con una solución, todos con una idea y todos con una voz.

Los políticos decían antes, que toda política era local y tenían razón, el político que lo entendía ganaba las elecciones, pero ahora toda la política es personal, pocos lo han entendido, pero sí es en realidad, sí algunos lo han entendido y los que han entendido, han tenido éxito, y si esa es la forma correcta de involucrar a los ciudadanos del mundo en cómo resolver los problemas más importantes que enfrentamos, no se supone que esto lo debería estar haciendo la ONU.

Muchas gracias

sábado, 2 de mayo de 2020

Discurso del presidente de la República, Nayib Bukele, 9 de Febrero 2020 en la Asamblea Legislativa

Prometí... les prometí en la campaña que si había que marchar a la Asamblea Legislativa, íbamos a marchar a la Asamblea Legislativa. Y este día estamos cumpliendo esa promesa de campaña: si necesitábamos marchar, marchábamos.

“Y ahí está el Palacio Legislativo donde vamos a entrar en un momento. ¿Qué fue lo que pasó para que tuviéramos que estar aquí ahora? En primer lugar, quiero hacerles una pregunta a todos ustedes. Piensen si han perdido a un ser querido, ya sea por enfermedad, por vejez, por accidente, por las pandillas, por la delincuencia... piensen, cualquiera que esté aquí... ¿cuánto dinero pagarían para que ese ser querido volviera a estar aquí con nosotros? ¿Cuánto, mil dólares, cuánto? Yo daría todo lo que tengo y trabajaría toda la vida solo para recuperar a ese ser querido...

“Pues estos delincuentes de la Asamblea Legislativa no quieren ni siquiera quieren aprobar dinero que no es de ellos, sino que es del pueblo salvadoreño... para garantizar la seguridad del pueblo salvadoreño. 

“Entonces pusimos en función el plan Control Territorial, que ha dado resultados irrefutables: se han reducido en un 60 por ciento los homicidios, pero todavía el pueblo salvadoreño sufre los embates de la violencia, de las extorsiones, de ese 40 por ciento de los homicidios que no hemos reducido.

“Y ahora también sabemos que esos señores que no quieren financiar a nuestros policías y a nuestros soldados para que nos cuiden son los que financiaron a las pandillas para que compraran armas y mataran a nuestras familias. Compraron, dieron dinero, y según el propio requerimiento —ojo, no lo digo yo— de la Fiscalía General de la República... con el dinero compraron armas y municiones. ¿Y qué hicieron con esas armas y municiones? Mataron a sus familias (de los asistentes al mitin presidencial). Mataron al pueblo salvadoreño, y ahora sabemos también que el gobierno del FMLN les prestaba polígonos de tiro para que practicaran a disparar a la cabeza y al corazón de sus seres queridos (de los asistentes al mitín).


“Y ahora sabemos también que el ex ministro de Gobernación del FMLN, Arístides Valencia, les decía cuántos muertos tenía que haber y negociaron la sangre del pueblo salvadoreño a cambio de votos. Y eso no lo digo yo, no lo dicen los testigos criteriados, eso lo ha visto todo el pueblo salvadoreño.

“Tanto ARENA como el FMLN financiaron a las pandillas que asesinaron a nuestro pueblo y que continúan asesinando a nuestro pueblo.

“Ahora eso está en sede fiscal y no me compete a mí como Presidente resolverlo. Está en sede judicial y será la Fiscalía y el sistema judicial los que se encargarán de darle justicia... y si no, pues se las dará Dios, porque de la justicia de Dios no se escapan.

“Ahora bien ¿qué podemos hacer como gobierno? Hacer un plan. Dicen que le han dado dinero al Gobierno. Hasta el día de hoy un solo centavo partido por la mitad no ha venido a este gobierno para el plan Control Territorial. En diciembre aprobaron para la Fase II y estamos en febrero y aún no lo han ratificado. Todos los partidos políticos dijeron estar a favor de la Fase III y dieron dictamen favorable para aprobarla. ¿Qué es la Fase III? Es la compra de chalecos antibalas para nuestros policías y soldados, la compra de visores nocturnos, de cámaras térmicas, de drones, de helicópteros, de patrullas, de cámaras de videovigilancia, de sistemas de comunicación; es la compra del equipo que ellos necesitan para darle seguridad a ustedes.

“Los diputados se quedaron sin seguridad 12 horas y todavía están poniendo el grito en el cielo; llamaron a la OEA, a la ONU, a la comunidad internacional, a la Unión Europea, a la Comunidad del Anillo, al Consejo Jedi... llamaron a todo el mundo para decirles ‘Ay, nos quitaron la seguridad’. Doce horas sin seguridad y se estaban haciendo en los pantalones. Doce horas. ¿Y qué pasa con el pueblo salvadoreño que va en bus y que en cada parada tiene que aguantar la respiración para no saber si el que se va a subir lo va a asaltar o lo va a matar?

“Yo no vivo eso, nunca lo he vivido, lo acepto; ellos (los diputados) tampoco. La diferencia es que yo quiero que ustedes tengan la seguridad que ellos no quieren que tengan.

“Entonces, el Consejo de Ministros, de acuerdo al artículo 167 numeral 7 de la Constitución de la República de El Salvador convocó a las 3 de la tarde a una sesión extraordinaria de la Asamblea Legislativa para tratar un punto de interés de la república: la aprobación del plan Control Territorial.

“¿Y qué fue lo que hicieron? ¿Y qué fue lo que hicieron? No solo no vinieron a excepción de algunos diputados que están allá dentro. Les pido un aplauso al grupito de diputados; pero la gran mayoría no vinieron, no vinieron. ¿Y qué fue lo que hicieron al no venir? Rompieron el orden constitucional, porque la Constitución, la Constitución no es letra muerta. El artículo 167, numeral 7 no está ahí por si ellos quieren o no quieren hacerle caso, está ahí como una atribución constitucional del Consejo de Ministros”

“El Consejo de Ministros los convocó y ¿qué fue lo que hicieron los diputados? Sacaron una resolución declarando improcedente nuestra convocatoria. Les voy hacer una pregunta, ¿en qué lugar de la Constitución dice que va a depender si los diputados es improcedente o no es procedente? En ningún lugar, ellos están obligados por Constitución a atender la convocatoria a la sesión extraordinaria del Consejo de Ministros; ahora cualquier niño de seis años para arriba que pueda leer puede decir claramente lo que dice ese artículo”

“Me extraña que hayan abogados (entre comillas) que digan que el artículo no dice eso; no sé si no saben leer español, pero el artículo dice textualmente ´que es potestad del Consejo de Ministros convocar extraordinariamente a la Asamblea Legislativa para asuntos de interés de la República. Ahora ellos dicen, pero ¿quién define cuando es interés de la República? Y no dice que el Consejo de Ministros pues”.


“Ahora, ¿ellos están obligados a votar a favor o en contra? No. Ellos pueden votar a favor, pueden votar en contra, pueden incluso no votar; mandarlo al archivo, mandarlo a la Comisión, lo que ellos quieran, pero lo que ellos no podían hacer era no venir”.

“Ahora, tienen unos pseudos abogados que esas gremiales que se crearon hace seis meses. Y sacan los comunicados que son los mismos comunicados con un poquito de manden el párrafo al tres al cuatro y el uno…. así... y que salieron al mismo tiempo a la 1 de la tarde, más o menos el día de ayer (sábado) y publican que es inconstitucional nuestro llamado; hombre, en primer lugar, ¿quién les puso el título de Sala de lo Constitucional?; segundo lugar, no necesitamos que la Sala interprete un artículo textual. ¿Quién nos va a decir cómo se lee algo que está claro? Si ahí dice, el Consejo de Ministros bla, bla, bla”.

“Ahora estaba desayunándome la noticia y veo el reglamento interno de la Asamblea Legislativa, es decir…. (Interrumpe varios minutos para hacerse la selfi). El Consejo iba hacer historia porque nosotros, aunque se burlen los del 3%, estamos haciendo historia y los que digan que no que miren a este mar de gente enfrente de la Asamblea Legislativa con su presidente hablándoles con el apoyo de la Fuerza Armada y la Policía Nacional Civil que está acá, no para reprimir al pueblo, sino para apoyar al pueblo. Pero lo que les decía, hoy me desayuno el reglamento. El pueblo unido jamás será vencido, y esa frase no es de la izquierda rancia del FMLN, esa frase es del pueblo salvadoreño porque unidos no nos pueden vencer”  

“Ahora, dicen los pseudo abogados, porque son pseudo abogados. Yo no sé cómo tienen valor de ser abogados, es más, hay algunas empresas que los contratan a esos bufetes y digo yo ¡Por Dios, quiénes estarán manejando esas empresas! Cuando me pidan una reunión yo les voy a decir ¿enserio, con esos abogados? Si esos no son abogados, son pseudo abogados, a lo mucho plumas pagadas. Ya todos saben lo que dice el artículo 167 ¿sí o no? No lo voy a repetir. Pero miren lo que dice el reglamento interno de la Asamblea Legislativa, el reglamento interno que ellos mismo hacen. Artículo 64, numeral 2 son tres clases de sesiones, están las sesiones ordinarias y las sesiones extraordinarias y las sesiones solemnes; pues entonces de las extraordinarias dice: ´Sesiones extraordinarias, se celebran por convocatoria de la presidencia de la Asamblea en fecha previa a la que se había convocado. Su finalidad es tratar uno o varios temas específicos, los cuales se darán a  conocer en la convocatoria. También, será sesión extraordinaria la que realice por convocatorio del Consejero de Ministros de conformidad con lo dispuesto en el artículo 167  del numeral 7 de la Constitución´.

“Hombre, no le quieren hacer caso a la Constitución, no le quieren hacer caso a su propio reglamento y alguien tiene el valor de decir que nosotros somos los que estamos haciendo algo inconstitucional. ¿Díganme dónde está la inconstitucionalidad? ¿Es inconstitucionalidad que el pueblo se concentre pacíficamente? ¿Es inconstitucional que el Presidente le hable a su pueblo? ¿Es inconstitucional que nos reunamos en una calle pública? ¿Es inconstitucional que el Consejo de Ministros convoque a la Asamblea Legislativa de acuerdo con el artículo 167, numeral 7 de la Constitución? ¿Es inconstitucional que convoquemos de acuerdo al mismo reglamento interno de la Asamblea Legislativa artículo 64, numeral 2 que dice que el Consejo de Ministros podrá convocar a sesión extraordinaria? ¿Qué hay de inconstitucional?”

“Los que han roto el orden constitucional son los delincuentes que financiaron las pandillas y mataron al pueblo salvadoreño; los que han roto el orden constitucional son esos sinvergüenzas que no quisieron venir a darles la cara, que no quisieron trabajar el domingo. Es más, dicen que nos espere el presidente, el lunes nos vamos a reunir, y el lunes tal vez, tal vez vamos a tener dictamen para reunirnos el jueves; y el jueves tal vez, tal vez vamos a darle el voto para la aprobación del préstamo. ¿Cuánta gente va a morir de aquí al jueves? Hoy esa sangre está en las manos de ellos, sinvergüenzas, además, ese préstamo está ahí desde el año pasado. Ya estuviéramos aplicando los fondos, nuestros policías y nuestros soldados ya tuvieran las condiciones necesarias para combatir el crimen, pero no la tienen por esos sinvergüenzas que solo se sientan a platicar y aprobarse cosas para ellos mismos, pero nunca para el pueblo salvadoreño”

“Ahora bien, como Presidente lo más que podría hacer era pedirle al Consejo de Ministros que convocara con el artículo 167 de la Constitución de la República en un marco totalmente constitucional y nadie que pueda leer español lo puede negar. Le dije, incluso, a un embajador, a un amigo de la Unión Europea ´pídale a su amigo el embajador de España que le traduzca el artículo de la Constitución´, porque la Constitución es clara, no tiene otra interpretación más que la que dice ahí. Y si alguien, algún leguleyo tiene alguna duda, pues que lea el reglamento interno de la Asamblea Legislativa artículo 64, numeral 2 para que le ratifique lo que le estoy diciendo”.

“Ahora bien, como Presidente hasta ahí puedo llegar, pero hay otro artículo en la Constitución, el artículo 87 que no me da el poder a mí, no me lo da, se lo da al pueblo salvadoreño de que cuando funcionarios rompan el orden constitucional el pueblo salvadoreño tiene un derecho a la insurrección para remover esos funcionarios y restablecer el orden constitucional (la gente grita: insurrección, insurrección)

“Ahora antes de eso, yo les quiero pedir que me permitan entrar. ¿Quiénes de aquí son creyentes en Dios? La mayoría. Los que no lo son les pido que nos toleren, así como todos debemos de tolerarnos. Los que creemos en Dios debemos de tolerar a los que no creen en Dios y los que no creen en Dios pido que nos toleren a los que creemos en Dios”.

“Yo les quiero pedir que me dejen entrar al Salón Azul de la Asamblea Legislativa hacer una oración y que Dios nos dé sabiduría para los pasos que vamos a tomar y luego la decisión estará en ustedes. ¿Me autorizan? ... 

Gente: "siii" (le gritan) 

Dios los bendiga pueblo salvadoreño. Les pido que me esperen acá, vuelvo en un momento”, concluyó primera parte del mensaje del mandatario.

“Bienvenidos a este recinto legislativo. Vamos a dar inicio a la sesión convocada por el Consejo de Ministros, de acuerdo al artículo 167, numeral 7 de la Constitución de la República y además, de acuerdo al Reglamento Interno de esta misma Asamblea Legislativa, artículo 164, numeral 2, en la que faculta al Consejo de Ministros a convocar a la Asamblea Legislativa para discutir temas de interés de la República. Evidentemente, el tema de interés de la República es la seguridad, y por lo tanto los diputados que no están acá están en desacato constitucional. Felicito a los que sí cumplieron con su labor constitucional de estar acá. Ahora creo que está muy claro quién tiene el control de la situación y la decisión que vamos a tomar ahora la vamos a poner en manos de Dios. Así que vamos a hacer una oración”.



Al salir de la Asamblea siguió su discurso:

“Yo les pedí que, con toda humildad, ustedes saben, el pueblo salvadoreño completo lo sabe, nuestros adversarios los saben, la comunidad internacional lo sabe, nuestra Fuerza Armada lo sabe, nuestra Policía Nacional Civil lo sabe, todos los poderes fácticos del país lo saben, si quisiéramos apretar el botón…solo apretamos el botón. Pero yo le pregunté a Dios… y Dios me dijo: "Paciencia".

Gente: "Nooo"

“Paciencia, el 28 de febrero todos esos sinvergüenzas van a salir por la puerta de afuera y los vamos a sacar democraticamente. ¿Por qué vamos a poner en duda el verdadero poder del pueblo en la democracia, por qué?, si en unos meses vamos a tener esta Asamblea. ¿Por qué la vamos a tomar por la fuerza?, aunque la Constitución les dé el derecho y yo no se los voy a impedir. Yo les pido paciencia.

Gente: "Nooo"

Sí estos sinvergüenzas no aprueba esta semana el Plan Control Territorial nos volvemos a convocar aquí el domingo y le volvemos a pedir sabiduría a Dios y le decimos: Dios tú me pediste paciencia, pero esos sinvergüenzas no quieren trabajar para el pueblo.

“Dios es más sabio que nosotros, una semana señores. Una semana, una semana, ningún pueblo que va en contra de Dios ha triunfado, démosle una semana a estos sinvergüenzas. Los convocamos de nuevo sino aprueban el plan. Oren ustedes mismos, pidan sabiduría ustedes mismos, pidan sabiduría a Dios; no confíen en mí, confíen en su relación personal con Dios; pídanle la paciencia, la prudencia por una semana. 

Gente: "Justicia, Justicia"...

Una semana señores, en una semana nos convocamos acá, los vamos a volver a citar con el Consejo de Ministros sino aprueba el Plan Control Territorial. Y si no, yo o me voy a oponer entre el pueblo y el artículo 87 de la Constitución, yo no me voy a poner en medio.

“Que Dios bendiga a nuestro país El Salvador, de verdad los amo y daría mi vida por ustedes; pero esperamos una semana. Dios los bendiga.

Fin del mensaje.