domingo, 19 de noviembre de 2017

Calleja y Toby, hágase mi voluntad así en la tierra


Cuando la religión aparece en la campaña electoral surge también un debate intenso y revelador para un país ligado a la prédica moral de carácter religioso judeo cristiano. Sin duda el camino religioso abre muchas posibilidades para los políticos. Por ejemplo, aquellos con pasados oscuros (o incluso los nuevos rostros) pueden llegar a mostrarse entregados a las lecciones de la Biblia y a declarar la gloria de Jesucristo, ya sea para instrumentalizarla como un arma política que les genere apoyos, - lo cual ninguno aceptará en público- o simplemente para hacer una expresión espiritual genuina, lo cual es también una posibilidad.


En esta coyuntura han aparecido fotos de los pastores del Tabernáculo Bíblico Bautista “Amigos de Israel” Edgar López Beltrán (Hermano Toby) y su hijo, con el precandidato presidencial de Arena Carlos Calleja, lo cual genera ciertas preguntas: ¿por qué habrá llegado el precandidato presidencial de Arena a hablar con él? ¿Habrá problema que hable Toby con los candidatos o los políticos en general?

Antes de contestar estas preguntas, hay que destacar que no es la primera vez que políticos buscan al hermano Toby, por lo que hay que indagar las razones. El “Taber” - institución que surgió en 1977 y que hoy cuenta con más de 65,000 miembros según su página web- es una iglesia que afirma tener algo para todo el mundo, ya posee una amplia gama de ministerios y estilos de adoración. Por ejemplo, cuenta con servicios de ayuda social (ministerio de indigentes pan y chocolate), guarderías, visitas a los centros penales, asistencia jurídica, asesoramiento migratorio, administración de institutos educativos, radios y un canal de televisión (solo por mencionar algunos), en este ltimo incluso se hacen entrevistas de análisis político con personajes del entorno nacional que podrían incidir en la conquista del voto evangélico.

De ahí que se puede contestar la primera pregunta. A partir de un enmarque determinado, se puede inducir electoralmente a los miembros de la iglesia a votar por un partido y los políticos lo intuyen, de ahí que ellos pidan espacios en la iglesia para expresar su mensaje o busquen directamente el apoyo de sus líderes para que hagan lobby a su favor con sus feligreses. Cabe destacar el apoyo de un líder religioso no se convierte automáticamente en votos ya que los miembros de cada iglesia son libres de votar por quien mejor les parezca, pero sin duda tiene alguna influencia. De tal modo que no hay nada mejor para los políticos que solicitar “los servicios de Dios” durante la campaña.

Con respecto a la segunda pregunta, si ¿habrá problema que los pastores hablen con los candidatos o los políticos en general? se argumenta que Toby es ciudadano de la república y tiene todo el derecho de reunirse con quien desee, sin embargo, las reuniones pueden generar problemas. Los acuerdos son desconocidos por la opinión pública, donde una iglesia podría privilegiarse del Estado y pedir favores a cambio, ya que los políticos negocian apoyos para que se haga su voluntad en la tierra. Incluso el mismo Toby Jr. según Diario 1 expresó: “Los políticos son sucios, no son claros porque cuando quieren votos, vienen al Tabernáculo y ahí se sientan. ‘Aquí viene fulano a saludar’, mentiras si lo que andan buscando son votos”. Sin embargo, como las intenciones reales nunca se pueden saber, de ahí que se debe llamar al estado laico para evitar que candidatos y funcionarios públicos utilicen a la religión como un arma política demandar enfáticamente la obligación constitucional de separar las confesiones de la política y así exigirlo a los aspirantes a gobernantes.

La influencia política del cardenal Rosa Chávez en El Salvador

La autoridad de carácter civil (gobierno) no se somete a formalmente a ninguna autoridad religiosa, dado ese escenario, cualquiera puede pensar que el nombramiento de Gregorio Rosa Chávez como cardenal no es más que un acto simbólico sin trascendencia fuera de la iglesia católica. Sin embargo, en la práctica la influencia de los líderes religiosos no se reduce únicamente al plano espiritual, sino que tiene un profundo trasfondo político. A partir del otorgamiento de este título, para muchos se genera la pregunta ¿cuál será la influencia política del cardenal salvadoreño?

En el ámbito nacional, seguramente durante la campaña electoral y/o preelectoral Rosa Chávez no recibirá a candidatos para inclinarse a favor de ninguno de ellos, ni tampoco se postulará a un cargo político (ya que incluso para los religiosos les está prohibido por ley). Sin embargo, su figura, tiene una investidura moral que lo compromete políticamente y habrán ciertas coyunturas que lo llamaran a tomar postura en cuanto a la situación del país. El actuar de las figuras religiosas (incluidos Monseñor Romero, Martin Luther King, Mahatma Gandhi, entre otros) no se reduce a un paraíso oculto detrás de altos muros, sino que se ubica en un país con problemas políticos particulares, en el caso de El Salvador los altos índices de homicidio, la corrupción, la migración forzosa entre otros problemas le exigirán la responsabilidad política (social) que es parte de la cristiandad, y esta no se refiere en esencia a política partidaria.

Ya como obispo auxiliar de San Salvador siempre habló de los problemas sociales, ahora como cardenal su deber será interpretar lo que la vox populi necesita (más no siempre lo que más le complazca), y podrá por su nombre denunciar lo que otros no se atreven. Una gran responsabilidad sin duda. Sin embargo, también su figura será manipulada en conveniencia para los grupos de poder (los mismos que no permitieron a Rosa Chávez ser arzobispo), que sin duda, ahora lo destacarán cuando defienda sus intereses y lo invisibilizarán cuando los critique, siendo que se aproxima una época de fuerte campaña electoral dónde los candidatos tendrán como objetivo la búsqueda del poder a toda costa. Ahí es donde está Rosa Chávez, siendo parte del escenario político donde sin duda su figura se politizará.

En el ámbito internacional se estima que su nombramiento es un reconocimiento por parte del Papa por su esfuerzo en destacar a Monseñor Romero, sin embargo, puede implicar también asuntos políticos dentro de la Iglesia. La lucha interna de poder en el Vaticano por cambiar al catolicismo es difícil para Francisco, y para la elección de los nuevos cardenales se escogen a aquellos fieles en cuanto a lo doctrinal y por tanto comprometidos con una línea. Francisco no puede solo impulsar esta reforma, lo cual implica una lucha política también dentro del vaticano, y para eso también se ha decidido por nombrar cardenal a Rosa Chávez, para que sea una voz que lo acompañe en estas discusiones.

¿Hasta dónde llegará la intervención del nuevo cardenal en la política? solo el tiempo lo determinará, sin embargo, la decisión no se encuentra directamente en sus manos, ya que el límite de su intervención llegará hasta donde la coyuntura y la población se lo demande.

El papel de la iglesia católica en la política salvadoreña: a propósito de la Ley contra la minería

La Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó el pasado 29 marzo de 2017 la ley que prohíbe la minería metálica, con los votos de 70 diputados. Entre los actores que promovieron esta ley se encuentran la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica y la iglesia católica. Esta última tuvo un papel importante por las acciones que desarrolló para apoyar la ley con: marchas, recolección de firmas, presentación de comunicados, solo por mencionar algunas formas de actuación clásicas de los grupos de presión. A partir de esta situación surgen las preguntas ¿Será que la cúpula de la iglesia católica como grupo de presión tiene la influencia para determinar la aprobación de ley contra la minería? ¿Cuál es el papel de la iglesia católica en la política nacional?

En relación a la primera pregunta es necesario hacer referencia a la categoría grupo de presión, que por definición busca influir en la autoridad pública para promover decisiones favorables a intereses de grupos determinados. En el caso de la minería, la iglesia optó por una opción preferencial por los pobres, apoyando los intereses de las comunidades afectadas ante los intereses económicos de las empresas mineras, esa acción social ante las autoridades públicas cumple con la característica de un grupo de presión.

Históricamente más allá de su preocupación religiosa, la iglesia católica ha buscado también incidir en la política secular y pragmática por ejemplo: legitimando o denunciando gobernantes, moldeando la moralidad pública, ejerciendo influencia sobre la educación y la salud pública, esto solo por mencionar algunos en forma general. Estas políticas públicas han sido impulsadas en asociación con otros grupos para hacer prevalecer una posición determinada, por lo que se establece que la iglesia sí tiene influencia para la formulación de políticas públicas (ya sea como actor principal, o periférico).

Esto nos lleva a reflexionar acerca de la segunda pregunta acerca del papel de la iglesia católica en la política nacional, de acuerdo a la constitución de El Salvador en su artículo 82 su participación por cargos públicos está prohibida (y la de todos los ministros religiosos), en todo caso, su participación activa ha estado presente en la promoción de políticas públicas como la ley contra la minería, dicha participación no pasó desapercibida, ya que generó reacciones en personas de los grupos de poder en El Salvador . Fabricio Altamirano director ejecutivo de El Diario de Hoy expresó en su cuenta de twitter: “El Estado debe ser laico y la Iglesia debe atender las cosas de la fe. El retorno de la Iglesia a la política nos llena de tristeza”. Lo que llama atención es que en el mismo periódico se publican columnas como las de Evangelina de Sol hacen referencias religiosas como justificación para dar el voto en elecciones con frases como: “Si ganara el FMLN, tendríamos un gobierno ateo/anti-cristiano, porque (…), son ateos”.

Esta referencia muestra que a los grupos de poder en El Salvador sí les interesa como la iglesia católica se posicione en cuanto a asuntos sociales y políticos. Dichos planteamientos pueden ser descritos en dos modos, una iglesia pasiva donde solo se utilizan (o manipulan) sus símbolos y líderes para hacerla conveniente para los grupos de poder tradicionales, aquí se maquillan con argumentaciones religiosas las ofensas, miedos e intereses económicos. Y un segundo modo sería activo donde promueve, como en el caso contra la minería, una opción alejada de los intereses de las clases dominantes y donde se les hace incómoda. Para estas próximas elecciones los grupos de poder le insinúan a la iglesia las palabras del poema de Neruda: “Me gustas cuando callas porque estás como ausente”. Sin embargo, de acuerdo a su deber con los pobres se debe encargar de anunciar y denunciar.

Por Luis Eduardo Aguilar Vasquez