Este día, 1 de junio de
1989, asumimos la Presidencia de la República, por decisión y mandato expresos
del pueblo salvadoreño, en cumplimiento de la respectiva norma constitucional.
Nuestra primera palabra
deseamos que sea de gratitud y de cariño hacia nuestro noble y sufrido pueblo,
al cual orgullosamente pertenecemos, y a cuyo estricto e indeclinable servicio
dedicaremos cada una de nuestras horas, en los próximos cinco años.
Desde el fondo de nuestro
corazón, donde palpita el más sincero sentimiento nacionalista, saludamos al
gran Partido que, con su esfuerzo, con valentía y con su fe en el destino libre
de la Patria, ha hecho posible que asumamos hoy la Presidencia para cumplir la
misión del Rescate Nacional que todo el
pueblo espera y reclama, después de un largo período de angustia, inseguridad y
grandes privaciones para todos los sectores especialmente los más necesitados.
Y desde luego, nos satisface
la amplia representación de Gobiernos v pueblos amigos que nos acompañan en
este histórico acto, cuya presencia tan
significativa agradeceremos en lo que vale, como una expresión de voluntad que
tiene democrático de colaborar
generosamente con nuestro pueblo
Este nuevo Gobierno, al cual
llegamos interpretando los anhelos, exigencias y aspiraciones del pueblo
salvadoreño, estará permanentemente fundado en cuatro principios rectores: LA
LIBERTAD, LA HONESTIDAD, LA LEGALIDAD Y LA SEGURIDAD.
LIBERTAD
Para que todos los
salvadoreños se organicen y participen
en los diversos órdenes de la vida nacional, con el único límite de la ley, que
debe ser flexible y progresista, pero acatada sin privilegios, excusas ni
pretextos.
HONESTIDAD
Para que el flagela de
la corrupción, que unto indigna a los salvadoreños, sea erradicado de la vida
nacional, y los bienes y dineros de Pueblo se administren con la más absoluta
probidad. En este punto, nuestro compromiso es claro e inalterable e invitamos
al Pueblo a que nos ayude con su vigilancia, su crítica y su espíritu patriótico
a establecer en nuestro país la honradez, como norma de Gobierno y como regla dé
vida personal y social.
LEGALIDAD
Para que el Estado de
Derecho, que tanto necesita nuestra Democracia Representativa, sirva de
salvaguarda contra todo abuso y contra toda arbitrariedad. Nosotros no queremos mandar, sino gobernar; no queremos imponer nuestro particular sentir, sino interpretar, en nuestros actos,
la voluntad de la ley. La Constitución es, para nosotros, sagrada, y
respetaremos y haremos respetar su letra t su espíritu, en beneficio de la
estabilidad nacional.
SEGURIDAD:
Para que los
salvadoreños podamos trabajar siquiera con un mínimo de confianza. Para lograr
esto, aplicaremos la ley sin vacilaciones, pero con mesura, y sin ira ni arrebato.
Nuestra responsabilidad es ser serenos y firmes en la adversidad que aún nos
toca vivir; y tenemos la certeza de que el pueblo quiere un Gobierno de
sensatez y de armonía, que le
vaya dando al país la seguridad que tanto necesita.
vaya dando al país la seguridad que tanto necesita.
Con absoluto respeto y amplia promoción de estos
principios, nuestra misión fundamental se enmarca en un término: RESCATE
NACIONAL
Nuestra sociedad sufre una profunda crisis, que
tiene antiguas raíces, pero que ha sido agudizada y utilizada por fuerzas
internas y externas que buscan el exterminio de nuestra identidad democrática,
para suplantarla por los falsos valores del totalitarismo. El valiente pueblo
salvadoreño ha rechazado en sucesivas elecciones, la violencia disolvente, y ha
clamado, con su voto , por la restauración de los valores que vienen
caracterizando a la auténtica
salvadoreñidad desde los albores de la República, según el ejemplo
luminoso de nuestros Próceres.
En esa línea
de Rescate Nacional, tomaremos todas las medidas conducentes a la
restauración de los valores espirituales de nuestra nacionalidad, entre los
cuales hay una honda religiosidad y un
ancestral sentimiento solidario; asimismo, reforzaremos por medio de la
educación y del ejemplo, el orgullo de ser salvadoreño; impulsaremos, con
acciones concretas el concepto de una
Patria para todos; promoveremos -por Mandato Constitucional y por convicción
humanística e ideológica la armonía social ; pondremos énfasis en que el pueblo
confié en los beneficios reales de un progreso económico libre ; y dedicaremos
todos los esfuerzos que sean necesarios , a la conquista de una paz permanente,
que no excluya por nuestra parte a ninguno de los salvadoreños.
Aunque estos
planteamientos son necesariamente generales en este momento, los plasmaremos de
inmediato en acciones gubernamentales de proyección nacional; pues queremos
demostrar, desde el primer día de nuestra gestión, que en nuestro Gobierno los
hechos tendrán mucho más valor que las simples palabras que los anuncien.
Esto nos hace
estar muy conscientes de los grandes e
históricos retos que nos tocará enfrentar, desde este mismo instante. Consideramos, que esos desafíos
fundamentales son los siguientes:
I) LA BÚSQUEDA DE UNA
SOLUCIÓN AL CONFLICTO ARMADO.
Nadie en su sano juicio
puede querer que esta guerra fratricida e injusta se prolongue. Nosotros, como Partido, y hoy como Gobierno , hemos venido participando sin vacilaciones en el proceso democrático
precisamente para alcanzar la paz en nuestro país. Comprendemos que hay profundos
problemas sociales y económicos de larga data, que hay que atacar con
sinceridad y con realismo; pero también comprendemos que esta mita fue desatada
por las fuerzas totalitarias marxista- leninistas, para tomar el poder
aprovechándose de esos problemas.
Los marxistas quieren
hacer creer que sus soluciones son las únicas capaces de superar la pobreza y
la marginalidad de nuestros pueblos. La historia está demostrando todo lo
contrario: ellos lo que hacen es disfrazar la miseria con su colectivismo
totalitario e impedir el progreso con una parálisis completa de todas las energías individuales
de la sociedad.
La guerra marxista en El Salvador no tiene futuro. Tenemos la obligación histórica de terminar con esa guerra,
y lo haremos por los medios que la misma democracia provee.
La Constitución le
ordena al Presidente de la República procurar la armonía social en el país.
Cumpliremos escrupulosamente ese
mandato, buscando entendimientos legales y políticos con todos los
sectores. El FMLN es uno de esos sectores, y buscaremos de inmediato entrar en
contacto con ellos, no para plantearles propuestas a fin de que ellos hagan
contra-propuestas, y continuar un juego sin fin, que sólo sirve de ejercicio
propagandístico.
Estamos dispuestos a
trabajar, desde el primer día de nuestro Gobierno, en la búsqueda de la
Paz, cuidando de no vulnerar de
ninguna manera el marco Constitucional,
y conforme a los lineamientos siguientes:
Analizar los mecanismos prácticos que puedan ser los más factibles
para impulsar un diálogo permanente, serio y reservado entre el sector
democrático y el FMLN: es decir, principiar, como es lo lógico, por el aspecto
funcional, que tendrán que ser acordado debidamente por ambas partes.
Constituir una Comisión de Dialogo, por parte nuestra con personalidades
democráticas de amplio reconocimiento
nacional y que inspiren plena confianza por su honorabilidad y
capacidad, las cuales desempeñarán una función eminentemente patriótica. Esta
Comisión entrará en contacto con las personas que designe el FMLN, a fin de que
se constituya un organismo de trabajo que estudie, según el programa
previamente acordado por ambas partes, los puntos necesarios para lograr la
incorporación de todas las fuerzas del país a la vida pacífica y a los
mecanismos de la democracia representativa.
3 Señalar, como uno de los
principios fundamentales, que una vez iniciado el Diálogo, según la
calendarización convenida, no se suspenderá unilateralmente por
ningún motivo, hasta poder presentar a los organismos de más alta
decisión política un planteamiento de solución global del conflicto.
4 Realizar, por parte del Gobierno, todas las etapas de este proceso en
constante consulta con las fuerzas
políticas legalmente establecidas.
5 Proponer desde ya, que, que para la mayor libertad de Diálogo así,
como los acuerdos del mecanismo previo, el trabajo entre las partes, al
menos durante un tiempo prudencial, se
realice fuera de El Salvador de ser posible en países hermanos de Centro
América.
No estamos pidiendo la
redición de nadie, pero tampoco podemos aceptar que la armonía social se base
en la violación de la Ley. Nosotros hemos jurado cumplir la Constitución y las
Leyes de la República, y eso haremos. El Diálogo con todos los sectores debe
hacerse dentro del marco de la Ley, y el que tengamos con el FMLN no tiene por
qué ser una excepción.
Nosotros, en este momento, al asumir la
dignidad de la más alta magistratura de
la Nación, no somos enemigos de nadie: ofrecemos a todos nuestra buena
voluntad, para hallar soluciones que beneficien al pueblo, que es ante quien respondemos;
y estamos dispuestos a actuar en función del futuro, porque las tareas que nos esperan
después de esta etapa de violencia serán enormes, y en ellas la responsabilidad
tiene que ser compartida por todos.
Esta buena voluntad,
que es sincera, no debe ser confundida
con la debilidad. Nosotros somos fuertes porque tenemos principios firmes, que
no han cambiado ni cambiarán en lo fundamental. Tenemos la fuerza de los que luchan por la
libertad, dentro de la democracia; y somos fuertes también porque cumplimos y
haremos cumplir el imperio de la Ley. Nuestro pueblo necesita seguridad y se la
daremos, aplicando la Ley, no simplemente la fuerza. Pero no vacilaremos en ser legalmente
enérgicos ante el desorden, la destrucción y la anarquía, que tanto han
flagelado a nuestro pueblo.
El proceso del Diálogo,
sobre todo con el FMLN, no será fácil ni sencillo, pero estamos dispuestos a
iniciarlo de inmediato. Nuestro pueblo y el mundo serán testigos de nuestro proceder,
que responde al ideario de nuestro Partido y a nuestras inconmovibles
convicciones democráticas y libertarias.
II) LA LIBERALIZACION PROGRESIVA" DE LA ACTIVIDAD
ECONOMICA.
Nuestro país se debate
en una profunda crisis económica, que nos ha llevado a niveles de pobreza
extrema nunca antes conocidos en el país.
El llamado "Movimiento Revolucionario", al desatar su
violencia contra el sistema de libertades
democráticas, incipiente en nuestro país, ataca hoy principalmente la economía. Más
que una guerra militar, lo que estamos padeciendo hoy los salvadoreños es una guerra terrorista contra la economía y
contra el pueblo y a eso se ha unido, desde fines de 1979, el reformismo de los
llamados "cambios estructurales", que con el pretexto de arrebatarle
banderas a la subversión, ha desquiciado en la práctica el aparato productivo
nacional, propiciando el desorden, la corrupción y la miseria.
Nuestro Gobierno tiene
la responsabilidad de enfrentar de
inmediato el reto de estabilizar y reajustar nuestra economía. En esto,
actuáremos con absoluta seriedad, sin demagogia ni improvisación.
Estructuraremos un plan
concreto de todos los órdenes de la actividad gubernamental, especialmente en
el económico, para que todos los agentes productivos sepan a qué atenerse, y
puedan empezar a trabajar con la mayor claridad y seguridad posible
Buscamos propiciar, en este campo, un gran acuerde
histórico entre los sectores fundamentales que intervienen en la productividad
económica: los trabajadores y los empresarios, como fuerzas directamente
productivas, y el Gobierno como regulador de las normas indispensables para que
la economía funcione, reduciendo el papel del Estado a lo estrictamente
necesario, bajo el principio de subsidiariedad, para que se garantice la
armonía y el, desarrollo social.
No queremos que el
Estado sea un aparato hipertrofiado y, por consecuencia, ineficiente. Lo que
pretendemos es un Estado que estimule y racionalice el movimiento libre de las
fuerzas económicas y sociales, para hacer realidad el principio contenido en el
Artículo Primero de nuestra Constitución', en el que se establece que "El
Salvador reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la actividad
del Estado".
Actualmente tenemos un
esquema económico arbitrario y politizado, y por consiguiente proclive a la
corrupción y al desorden. Vamos a corregir sustancialmente ese rumbo, que nos
empobrece y nos hace cada día más dependientes de la ayuda exterior. Nuestra política
económica será de progresiva liberalización para que el aparato productivo
funcione y pueda generarse empleo, ahorro e inversión. Liberalizaremos el comercio exterior, porque
no hay ninguna justificación para mantener elefantes blancos, que sólo han
servido para distorsionar la comercialización internacional de nuestros
principales productos básicos de exportación, que son fuentes de riqueza segura
con que contamos.
Promoveremos una banca
competitiva en la que los sectores productivos vuelvan a tener un rol
protagónico .Actuaremos con prudencia pero con firmeza en esta área y nos
comprometemos a erradicar la politización del crédito y la desviación abusiva
del ahorro del pueblo hacia las necesidades creadas, en el sector público, por
proyectos equivocados y burocracias inútiles.
No permitiremos más que sea el dinero del pueblo el que subsidie un
reformismo gravoso y estéril.
Vamos a desregular la
economía. Si queremos fomentar la inversión e incrementar la productividad,
debemos eliminar trabas y requisitos burocráticos que son fuente de corrupción.
Y, en la puesta en marcha de este proceso no esperaremos ni un solo día.
Queremos dejar muy en claro que al generar mayores libertades y terminar, con
las arbitrariedades, también debemos olvidarnos de los subsidios y prebendas,
pues los únicos
privilegiados en nuestro Gobierno serán los más pobres de los pobres.
privilegiados en nuestro Gobierno serán los más pobres de los pobres.
Comprendemos a
cabalidad que nuestra economía está muy cerrada, hacia el interior y hacia
el exterior.
Iniciaremos un programa
de apertura, que propicie la competitividad interna y que fomente las
exportaciones en general y en especial las no tradicionales, que serán ambas
nuestra salvación en el futuro.
Sabemos que en esta apertura, habrá que
hacer sacrificios. Instamos al esforzado y eficiente sector productivo a
redoblar su capacidad de sacrificio, en razón de que tendrá toda la comprensión
y el apoyo del Gobierno, para que todos Juntos trabajemos solidariamente en
beneficio de El Salvador, y puesta nuestra conciencia patriótica en el destino
de los más pobres, de los más necesitados, de los marginados, de los
desplazados, de los indigentes.
La meta primordial de
estos cinco años que se inician hoy ha de ser: erradicar, en lo posible, la
extrema pobreza, y establecer las bases sólidas y pacíficas de una sociedad
donde todos tengamos oportunidades de prosperar y de realizarnos como seres
humanos. Esto sólo puede lograrse dentro de un concepto y un tratamiento
globales no sólo de la economía sino de la realidad nacional en general. Para eso, las reglas del juego, en lo económico
y en lo social, deben ser muy claras, y aplicarse estrictamente, sin corrupción y sin
privilegios.
La gradualidad y la
disciplina son entonces indispensables. No estamos ofreciendo milagros, sino
trabajo serio. No vamos a emplear jamás la represión, pero no permitiremos la
anarquía. Queremos que nuestro laborioso e inteligente pueblo entienda bien
nuestro mensaje: estamos dispuestos a trabajar ordenadamente
para que los principios libertarios demuestren que producen beneficios materiales para todos; y para que los ideales de la libertad se plasmen en políticas de Gobierno que sirvan de ejemplo a toda la sociedad. Esto no se completará en cinco años, pero el proceso de rectificación, estabilización y reactivación tiene que comenzar hoy mismo.
para que los principios libertarios demuestren que producen beneficios materiales para todos; y para que los ideales de la libertad se plasmen en políticas de Gobierno que sirvan de ejemplo a toda la sociedad. Esto no se completará en cinco años, pero el proceso de rectificación, estabilización y reactivación tiene que comenzar hoy mismo.
III) LA
EFECTIVIDAD DE LA REFORMA AGRARIA
Nosotros hemos llegado
al poder por el voto de grandes sectores de nuestra población. Somos un Partido
con una organización política inmensa, que tiene su raíz, su base y su razón de
ser en el pueblo.
Hoy, como Gobierno,
nuestro compromiso se vuelve plenamente nacional. En ningún momento ni por
ningún motivo podríamos olvidar al sector más amplio y necesitado de! país: los
nobles y sufridos campesinos,
principales víctimas de la violencia terrorista.
principales víctimas de la violencia terrorista.
En cuanto a la Reforma
Agraria, desmentimos una vez más, categóricamente, que queremos dar marcha
atrás. Por el contrario, lo que queremos es impulsarla decididamente hacia
adelante permitiendo que el campesino del sector reformado elija la forma de
propiedad que más le convenga, dentro del gran marco de libertades en el que se
encuadrará toda la política de nuestro Gobierno.
Vamos a superar la
demagogia del paternalismo estatizante, y vamos a hacer que los campesinos,
organizados o no, asuman, con nuestra ayuda, la responsabilidad libre de su
propio destino. Queremos que nuestro agro vuelva a producir. Sabemos que la violencia está allí, pero
estamos seguros de que con una organización eficiente, créditos oportunos,
soluciones realistas y consecuentes al
gravísimo problema de la deuda agraria y el apoyo técnico adecuado y accesible,
saldremos adelante.
En el campo debe
imperar también la armonía social, Trabajáremos para que lo que hoy se llama
"Sector Reformado" y "Sector Tradicional" se superen sin
antagonismos artificiales. Les daremos estímulos a los empresarios agrícolas,
cualquiera que sea su configuración legal.
Y también en esta área fundamental de nuestro aparato
productivo pondremos especial interés en
los más necesitados; para ir superando todas las dramáticas y dolorosas
carencias que ahora padecen.
IV) LA PROMOCIÓN SOCIAL INTEGRAL: ALIMENTACIÓN,
SALUD, EDUCACIÓN, CULTURA.
Nuestra concepción del
Rescate Nacional se fundamenta en un ideal humanista que tiene a la persona
como centro de toda la actividad colectiva, tanto pública Como privada, y el
ser humano salvadoreño, inmerso en la crisis y en la violencia, víctima de la
agresión marxista y del reformismo empobrecedor, requiere hoy atención
especialísima, que le de satisfacción básica sus necesidades materiales y
también sólidos asideros morales y espirituales.
El tratamiento que le
daremos al gran problema social del país será global. No concebimos educación
sin salud, salud sin alimentación, alimentación sin empleo, empleo sin
seguridad. El reto es enorme, y le corresponde a toda una generación. Nosotros
tendremos por hoy cinco años de lucha permanente contra los flagelos sociales
que agobian a nuestra población.
Propiciaremos un
Programa Nacional de Emergencia que genere "empleo productivo y
complemente la dieta familiar y programas estratégicos que fortalezcan el
desarrollo del niño, promuevan el desarrollo integral
de la mujer y propicien un desarrollo comunal solidario. Además, haremos todos los esfuerzos necesarios para que los servicios de salud mejoren y se universalicen. Estudiaremos a fondo la concepción actual y el funcionamiento del seguro social, para adecuarlo la realidad presente y a las expectativas del futuro.
de la mujer y propicien un desarrollo comunal solidario. Además, haremos todos los esfuerzos necesarios para que los servicios de salud mejoren y se universalicen. Estudiaremos a fondo la concepción actual y el funcionamiento del seguro social, para adecuarlo la realidad presente y a las expectativas del futuro.
Nuestra mayor riqueza,
se dice a diario, es nuestro pueblo. No podemos ni siquiera visualizar el futuro con
un pueblo desnutrido y enfermo. La
creatividad y laboriosidad del pueblo salvadoreño son virtudes que han
soportado todas las adversidades; pero ya es hora de que la sociedad entera
organice los alicientes y estímulos para que este noble y querido pueblo no
tenga simplemente que sobrevivir. Lo que queremos, lo que anhelamos, lo que nos
proponemos es que nuestro pueblo viva, con la dignidad que merece.
En la educación, propiciaremos
un análisis profundo y serio de" la misma, para remediar el estado
desastroso en que se halla. Veinte años después de la reforma educativa el
sistema completo tiene que ser repensado y
reestructurado. Trabajaremos con el Magisterio, jamás contra el Magisterio, nuestro propósito es superar todo este periodo de confrontación estéril, que sólo ha servido para que los Maestros se sientan marginados y para que la educación se deteriore. Dentro del marco de la Ley y del respeto ciudadano, les pedimos desde ya a todos los Maestros del país que nos ayuden en esta tarea de salvación intelectual y moral de la Patria.
reestructurado. Trabajaremos con el Magisterio, jamás contra el Magisterio, nuestro propósito es superar todo este periodo de confrontación estéril, que sólo ha servido para que los Maestros se sientan marginados y para que la educación se deteriore. Dentro del marco de la Ley y del respeto ciudadano, les pedimos desde ya a todos los Maestros del país que nos ayuden en esta tarea de salvación intelectual y moral de la Patria.
No estamos contra sus
luchas gremiales legítimas, pero sí queremos respetuosamente recordarles que,
al mismo tiempo que trabajadores, son apóstoles de una cruzada permanente para
llevar la luz del conocimiento a las mentes y a las almas de los niños y de los
jóvenes. Sin el concurso de los Padres de Familia y de los Maestros poco podríamos
hacer. Invitamos por eso, con toda sinceridad, a un gran esfuerzo común, que
nos permita salir de esta etapa de dogmatismo,
de odio y de angustia que el país entero ya no soporta. Y que juntos
empecemos a sembrar semillas de concordia y de tolerancia en las mentes
infantiles, para que nunca se reproduzca el fenómeno terrible de la guerra en
'nuestro suelo.
Todo esto tendrá que ir
plasmado en una nueva cultura, muy arraigada en lo nuestro, pero también muy
conectaba con el pensamiento universal actual, sin olvidar nuestras raíces.
Esas raíces alimentan nuestra nacionalidad nuestra salvadoreñidad, cuya
identificación cada día más clara es la clave de nuestro destino como Nación.
V) EL LOGRO DE UNA
JUSTICIA CADA VEZ MÁS EFICAZ Y DE UN REPETO CADA VEZ MAS PLENO DE LOS DERECHOS
HUMANOS.
En este campo el empeño
del nuevo Gobierno será total e inequívoco. Estamos en contra de toda forma de opresión,
injusticia e irrespeto a la persona humana Nuestra Ideario Nacionalista tiene
proyección humanística, y nos impulsa a desarrollar todas las política
proyectos, planes y programas que preserven y amplifiquen los Derechos Humanos,
haciendo énfasis también en que el hombre que aspira a vivir en una
sociedad civilizada tiene deberes que debe cumplir, en beneficio propio y de
sus semejantes.
Queremos terminar con
la violencia terrorista precisamente porque nos estamos destruyendo, como
personas como sociedad. Y vamos a hacer
todo lo humana y políticamente posible para terminarla, de modo que salgarnos
de ella "por la vía clara y legítima de la legalidad hacia un esquema de vida en que los
principios
irrenunciables de la democracia representativa y el progreso social estén firmemente garantizados.
irrenunciables de la democracia representativa y el progreso social estén firmemente garantizados.
Trabajaremos en la
defensa de los Derechos Humanos, por convicción moral, por imperativo político
y por responsabilidad patriótica. Seremos los primeros vigilantes de que el respeto a los Derechos Humanos se vuelva
una norma de convivencia en nuestra
sociedad. Le pedimos a los Partidos
Políticos, a las instituciones humanitarias, a las Iglesias y al pueblo en general que colaboren estrechamente con nosotros
para corregir cualquier práctica que
propicie la violación de los Derechos Humanos; y como parte de este empeño, daremos
todo nuestro apoyo al mejoramiento, agilización, limpieza y prontitud en la
administración de justicia en el país.
El 20 de marzo pasado dijimos que habíamos ganado sin derrotar a nadie, y ahora reiteramos que no consideramos a nadie como enemigo, cualquiera que sea su pensamiento o su opción política; pero sí combatiremos con energía y sin cuartel la corrupción, la violencia, la impunidad y el desorden; porque el pueblo ya no resiste más esas lacras, y nos ha dado un mandato inequívoco de acabar con ellas.
Para la consecución de
todos esos objetivos nacionales nuestro Gobierno hará uso de instrumentos
políticos, que aseguren la efectiva participación de todos en el gran proyecto
del Rescate Patriótico. Esos instrumentos serán:
A)
EL PERMANENTE DIALOGO INTERPARTIDARIO
Nosotros no queremos
gobernar solos. Asumimos plenamente la responsabilidad de las decisiones del Gobierno,
pero haremos todo lo posible porque esas decisiones se basen en la ponderación
de opiniones de todos los sectores. Invitamos a los Partidos Políticos a
configurar un mecanismo de consulta donde las voces de todos sean realmente
escuchadas y tengan su peso. No buscamos un auditorio, sino un convivio, en el
que todos merezcan respeto y atención.
Los Partidos Políticos, son según la Constitución, el único
instrumente para el ejercicio de la representación del pueblo dentro del
Gobierno. Nosotros, en nuestra gestión, tenemos el propósito firme de darle
amplia vigencia práctica a ese principio
constitucional.
B) LA PROMOCIÓN DEL PLURALISMO IDEOLÓGICO
Una sociedad moderna civilizada,
y eficiente, como la que estamos configurando democráticamente en El Salvador,
no puede ser cerrada. El ideal que hemos venido sosteniendo como Partido desde
nuestro nacimiento en 1981, y que hoy impulsaremos desde el Gobierno, es que
todas las corrientes ideológicas compitan libremente para ganar la libertad del
pueblo por la única vía válida: la del voto.
Nosotros estamos empeñados
en que los salvadoreños resolvamos nuestras diferencias, por profundas que
sean, en el campo de las ideas y de la lucha política. Queremos inculcar en la
juventud la convicción de que
hay que superar, en ¡as mentes y en los actos, todo tipo de violencia. Haremos cumplir la ley frente a los que persistan en el crimen, en el terrorismo y en la destrucción; pero al mismo tiempo multiplicaremos esfuerzos para que todos se incorporen a la vida democrática, y que sea el pueblo el que vaya escogiendo libremente su camino, según las opciones que se le presenten.
hay que superar, en ¡as mentes y en los actos, todo tipo de violencia. Haremos cumplir la ley frente a los que persistan en el crimen, en el terrorismo y en la destrucción; pero al mismo tiempo multiplicaremos esfuerzos para que todos se incorporen a la vida democrática, y que sea el pueblo el que vaya escogiendo libremente su camino, según las opciones que se le presenten.
C)
LA CONSTANTE COMUNICACIÓN CON TODOS LOS SECTORES NACIONALES, PARA
GENERAR UNA VERDADERA PARTICIPACIÓN EN
LAS DECISIONES DEL GOBIERNO
Hacemos especialmente
un llamado a los empresarios y a los trabajadores para que busquen
entendimientos cada vez más estables y justos, para superar la crisis en que
estamos sumergidos. Superemos el dogma destructivo de la lucha de clases y luchemos por una sociedad donde
impere un mínimo de armonía, sin que nadie tenga que renunciar a sus
legítimas aspiraciones y demandas. Lo
que pedimos es racionalidad y patriotismo para que nuestro sufrido pueblo
supere esta tremenda prueba histórica, y entre lo más pronto posible a una era
de paz y de progreso, por la vía de la
libertad.
La apertura que nos
proponemos poner en práctica estará siempre dentro de! marco estricto de la
ley. El país entero reclama que la autoridad funcione adecuadamente para
garantía de las personas, de las instituciones y del proceso democrático.
En tal sentido, y con
la Ley en la mano daremos nuestro pleno apoyo a la labor de nuestra Fuerza
Armada, cuyo sacrificio y entrega patriótica reconocemos ante la faz de la nación
y del mundo. Sin la cotidiana dedicación de los hombres de uniforme, nuestra
institucionalidad hace tiempo hubiera sido destruida. Al asumir este día el elevadísimo honor de la
Comandancia General de la Fuerza Armada, nos comprometemos a continuar impulsando
su sólido desarrollo institucional, para beneficio no sólo de la Fuerza Armada
misma y de sus miembros, sino de la Nación entera, que tendría así un eficiente
brazo protector. Nuestra identificación con los principios y valores que
inspiran a nuestra Fuerza Armada en su lucha patriótica, es plena, y actuaremos
en todo momento en concordancia con dicha identificación. La Fuerza Armada es
el gran baluarte de nuestra democracia, pues al salvaguardar al país del embate de las fuerzas totalitarias nos
permite hoy ir construyendo un régimen de libertades, cuya defensa es tarea de todos.
En este magno empeño,
requerimos de la continua ayuda y e! comprensivo apoyo de los Gobiernos y pueblos
amigos, y muy especialmente de la cooperación de los hermanos centroamericanos.
Reconocemos, agradecidos,
el aporte de países amigos a todo este inmenso esfuerzo y sacrificio del pueblo
salvadoreño en estos años difíciles, en que una gran batalla por la democracia se ha venido librando, con sangre y sudor, estoicismo y valentía, dentro de nuestro pequeño territorio.
salvadoreño en estos años difíciles, en que una gran batalla por la democracia se ha venido librando, con sangre y sudor, estoicismo y valentía, dentro de nuestro pequeño territorio.
En esa perspectiva, y
con la dignidad de un pueblo soberano solicitamos desde ya la continuación de
la ayuda internacional, de todos los países que ven con beneplácito corno la
democracia ha crecido aun dentro del
conflicto sangriento. Más ayuda, más apoyo, y más comprensión necesitaremos a partir de este día histórico, para que la democracia salvadoreña se arraigue definitiva y firmemente en nuestro suelo.
conflicto sangriento. Más ayuda, más apoyo, y más comprensión necesitaremos a partir de este día histórico, para que la democracia salvadoreña se arraigue definitiva y firmemente en nuestro suelo.
Con los hermanos de
Centro América nuestra relación es primordial.
La presencia de los ilustres y excelentísimos Presidentes de Guatemala,
Honduras y Costa Rica, en "este acto pone en evidencia la solidaridad democrática
centroamericana, que haremos todo lo posible por estimular y perfeccionar. Nosotros no excluimos a nadie en Centro
América. Creemos que ha llegado el momento en que los centroamericanos pasemos
a formas de integración económica y políticas más permanentes, sin desconocer las
respectivas soberanías y las identidades nacionales de nuestros países.
EL GRAN HOGAR EUROPEO
La década de los noventa
verá una Europa prácticamente unida. Son
naciones que tienen una identidad muy dará y muy definida históricamente, así
como una larga tradición de guerras y diferencias. Sin embargo, hoy asumen el reto de una
sociedad mundial multipolar, y reconocen "el gran hogar
europeo". Nosotros, en Centro América, más que rencillas, lo que Hemos
tenido son inútiles suspicacias, que nos han mantenido separados de manera casi
incomprensible. La crisis actual, paradójicamente, ha hecho que descubramos que
Centro América existe, como un todo profundamente comunicado.
REPENSAR EL DESTINO DE
CENTRO AMERICA
Con realismo, sin
retórica., pero sí con una honda conciencia de la responsabilidad histórica de
nuestra generación, exhorto muy respetuosamente a los Presidentes de Centro
América, a que nos sentemos no sólo a resolver los agudos problemas del
momento, que son tan urgentes, sino también a repensar el destino de Centro América,
para que estructuremos iniciativas viables para una integración más estable,
que nos justifique ante el juicio de las actuales y de las futuras
generaciones.
COMPATRIOTAS:
Todos nuestros afanes
estarán desde este instante dedicados ustedes, nobles y sufridos hombres y
mujeres de nuestra Patria. Entre todos
tenemos que seguir construyendo la democracia abierta, democrática y pluralista
que nos hará fuertes en la libertad y serenos en la justicia. Basta ya de odio, revanchismos y violencia.
Los que insistan en
seguir por los torcidos caminos de la violencia, tendrán respuesta de la Ley, nosotros, que somos la
inmensa mayoría del pueblo salvadoreño, más allá de nuestras diferencias
ideológicas y políticas, vamos a seguir construyendo una Patria grande y libre,
donde el único privilegio sea el de ser salvadoreño.
COMPROMISO:
Desde esta tribuna esta
mañana, y haciendo uso soto para este momento del yo inevitable que reclame
toda promesa formal y personal, me comprometo ante Dios y ante el pueblo a dedicar
cada día de mi mandato a trabajar por la
democracia por la armonía y por el bienestar de todos y cada uno de mis hermanos
salvadoreños. No somos Mesías, ni magos;
somos simplemente hombres de trabajo; ofrecemos mucho trabajo y tendremos
nuestra mano abierta a todos los connacionales, para la reconstrucción de la
Patria, para el Rescate Nacional.
En cooperación estrecha
con los otros Órganos Supremos del Estado, haciendo sentir nuestra voluntad
patriótica y Nacionalista, y actuando con honestidad y eficiencia administrativa,
esperamos entregar un país mejor que el que recibimos.
Al Presidente Duarte,
que hoy entrega su alta investidura debo expresarle, que aun cuando hemos
tenido grandes diferencias en la contienda política en este instante histórico,
es justo que le reconozcamos su personal entrega por la democracia en la
conducción de la Nación. Esta Banda Presidencial, que estuvo en su pecho, la
cuidaremos como algo sagrado, para transmitirla intacta a nuestro sucesor.
SALVADOREÑOS:
Que el Dios de las
Naciones, El Salvador del Mundo, el Príncipe de la Paz, nos ampare y nos
ilumine.
San Salvador, 1 de
junio de 1989.
No hay comentarios:
Publicar un comentario