1. Sociedad del espectáculo
En la sociedad del espectáculo, la vida cotidiana se convierte en una serie de representaciones espectaculares diseñadas que se convierten en meros productos para el consumo, donde la autenticidad y la experiencia genuina se ve afectada por una constante inundación de imágenes prefabricadas, con el objetivo mantener perpetuar un orden social determinado, según lo planteado Guy Debord (2007). Este espectáculo no es un simple un entretenimiento superficial, sino más bien un mecanismo que aliena a los individuos, que fomenta la pasividad y promueve una falsa conciencia sobre el mundo. Teóricamente se le llaman de diferentes formas para referirse más o menos a lo mismo: seducción mediática (Thompson y Hoggett, 2012), escándalo político (Aziz Nassif, 2016) los golpes o juicios mediáticos (Esquivel Díaz, 2017), escándalos políticos (Dziuda y Howell, 2018) o simplemente shock (Ziblatt y Levitsky, 2018).
El concepto de la "sociedad del espectáculo" de Guy Debord está intrínsecamente relacionado con el pensamiento crítico, ya que este pensamiento se centra en la capacidad de cuestionar y analizar profundamente las realidades sociales que a menudo se presentan de manera distorsionada o superficial. En una sociedad donde la vida cotidiana se convierte en una serie de representaciones diseñadas para el consumo, el pensamiento crítico se convierte en una herramienta esencial para desentrañar la verdadera naturaleza de esas representaciones y reconocer cómo pueden servir para perpetuar estructuras de poder y mantener el status quo.
El espectáculo, como lo describe Debord, aliena a los individuos al inundarlos con imágenes y narrativas prefabricadas que fomentan la pasividad y la aceptación acrítica de la realidad tal como se presenta (pensamiento rápido). De ahì que definiremos que el espectáculo político se refiere a la presentación teatralizada de la política, donde los líderes, partidos o instituciones diseñan eventos y narrativas que buscan captar la atención del público. Más que centrarse en el contenido o los resultados concretos de las políticas, el espectáculo político se enfoca en la forma en que se comunica y en cómo se representa ante los medios y la opinión pública.
En este contexto, el pensamiento crítico es lo que permite a las personas ver más allá de la superficie, cuestionar la autenticidad de esas experiencias y resistir la manipulación mediática que busca moldear su percepción del mundo (resistir a lo que plantea la estructura injusta).
Al conectar la teoría de Debord con otros conceptos como la seducción mediática, los escándalos políticos o los juicios mediáticos, se refuerza la idea de que estos fenómenos son mecanismos que desvían la atención del análisis profundo y crítico, reemplazando el debate sustancial por una narrativa superficial y emocionalmente cargada. Por lo tanto, el pensamiento crítico no solo es relevante, sino fundamental, para desmantelar estas estrategias y fomentar una conciencia más profunda y auténtica sobre las realidades sociales.
Así, en un mundo donde los golpes mediáticos y los escándalos políticos nos distraen y manipulan, en ese sentido el pensamiento crítico actúa como un contrapeso necesario, incitando a las personas a cuestionar lo que ven y a buscar una comprensión más profunda y genuina de la realidad que los rodea.
1.1 Aplicación práctica
Desde antes de su primer mandato presidencial, Nayib Bukele ha desarrollado una estrategia mediàtica de un constante espectáculo político con las acciones realizadas. Estas políticas pueden clasificarse en cuatro categorías. En primer lugar, se encuentran aquellas que están en proceso de realización o que podrían realizarse, pero aún no se han llevado a cabo. Entre estas contamos la promesa de un aeropuerto en oriente, el nuevo Hospital Rosales, el viaducto "Francisco Morazán" en los chorros, un campus nuevo de la Universidad de El Salvador en Chalatenango o el estadio "regalado" por China. Aunque no se sabe sí se llegarán a ejecutar o no o la fecha de finalizaciòn, lo que no cabe duda es que han sido un éxito publicitario, y pareciera ser que eso es lo importante.
En segundo lugar, están las que muy difícilmente se lleguen a ejecutar, estas son promesas grandilocuentes atractivas en su presentación, pero que probablemente se desvanecerán en la realidad, por ejemplo: el tren del pacifico, el lanzamiento del "satélite Cuscatlán" al espacio, la construcción de un puerto salvadoreño en el atlántico o una unidad de cuidados intensivos (UCI) en la isla Tasajera. En esta podrían incluirse promesas que son difíciles de verificar como el de “una obra por día” que Bukele planteó como alcalde. Todas estas nuevas ideas generaron mucha atención, pero que no pasaron de ser solo discursos, y de los cuáles casi nadie podría decir que vayan a llevarse a cabo. Por tanto, se volverán irrelevantes aunque es su momento llamaron la atención y cumplieron con el hecho de ser espectáculo.
En este sentido, otro caso que destaca es cuando el presidente Bukele, frente a una comunidad con 50 viviendas destruidas por la tormenta Amanda, dijo: “Si hay que reconstruir 100 mil viviendas, las vamos a reconstruir”. Esta declaración la hizo el 1 de junio de 2020 en la comunidad de Agua Caliente en Soyapango, donde aseguró que se realizaría una inversión de $10,000 para cada familia afectada por las lluvias que perdió su casa. Lo cuál es difícil de corroborar que se tenga capacidad para cumplir con esa cantidad.
En tercer lugar, están aquellos que sí se ejecutaron pero que no obtuvieron los resultados deseados. Entre estos la adopción del Bitcoin como moneda y el desarrollo de la liga nacional de fútbol INDES, estos son ejemplos de políticas con mucha publicidad y recursos, pero que finalmente por definición son un fracaso de implementación, pero no de publicidad. Su apuesta era mostrar propuestas frescas e innovadoras ideas, no importando que se volvieran irrelevantes. Aunque no hay colas en los cajeros chivos, y hay muy poca gente está interesada en la liga INDES y menos en asistir a los estadios. Pero no se puede negar que su propaganda fue muy buena en su momento.
En cuarto lugar, se encuentran aquellas políticas que han sido ejecutadas exitosamente. Dentro de esta categoría, podemos identificar dos tipos. En primer lugar, están aquellas políticas que han demostrado ser sostenibles, como la construcción de una mega cárcel, la mega biblioteca Nacional y, hasta cierto punto, el hospital más grande de latinoamérica. En segundo lugar, aquellas que se implementaron se encuentran aquellas políticas que no se mantuvieron a largo plazo, como la Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador (CICIES), presentada por Bukele el 13 de enero de 2019 como parte de su programa de gobierno, el Plan Cuscatlán. A pesar de que la CICIES se instaló y entregó a la Fiscalía 12 casos de corrupción, el propio Bukele posteriormente desacreditó su eficacia. O aquella que se llamada "una obra por día" en San Salvador que algunos medios han planteado que existen pocas evidencias de su aplicación. Sin embargo, a nivel mediático todas en su momento fueron un éxito.
En cualquiera de estos cuatro escenarios con resultados exitosos o no, todos cumplen su rol, ser espectáculo. La propaganda no requiere políticas eficaces ni sostenibles. y lo ha demostrado, lo importante es que sea un espectáculo mediático aunque efímera ayuda en el momento, satura de imágenes y mensajes los medios de comunicación, por su naturaleza solo permite el consumo del evento de forma superficial, se privilegia la gratificación inmediata, y desatar la emoción, lo que dificulta el entendimiento profundo y una reflexión crítica. Para abordar estos desafíos, es crucial fomentar una mayor conciencia crítica sobre la influencia de los medios de comunicación y promover una cultura de consumo mediático más reflexiva y responsable. Para no acostumbrarnos a pasar la realidad nacional a la irrelevancia y solo centrarnos en aquellos espectáculos.
2. Técnica de aplicación: Cortina de humo o caja china
Una cortina de humo es una estrategia de manipulación utilizada para desviar la atención del público de un tema o problema principal, generalmente incómodo o perjudicial para quienes detentan el poder. Esta no es una teoría como la sociedad del espectáculo, sino más bien una táctica que resalta un evento alternativo, una controversia o una narrativa que capte la atención de la opinión pública, con el objetivo de ocultar o minimizar el impacto del tema que se desea evitar. Las cortinas de humo funcionan gracias a la lógica espectacular descrita por Debord. Solo es posible desviar la atención si se ofrece un “espectáculo” lo suficientemente atractivo, viral o emocional como para captar el interés público. Así, el poder aprovecha la saturación de imágenes, eventos y escándalos menores —propia de la sociedad del espectáculo— para encubrir problemáticas estructurales y evitar cuestionamientos profundos.
Las cortinas de humo son utilizadas en diversos contextos, como la política, los medios de comunicación o incluso en el ámbito empresarial, para controlar el foco de la discusión y mantener el control sobre la percepción pública.
Las cortinas de humo, se conectan profundamente con los conceptos de la sociedad del espectáculo, el pensamiento crítico, y la realidad nacional. En la sociedad del espectáculo, como lo describe Guy Debord, los eventos y narrativas son diseñados y manipulados para mantener a las masas entretenidas y distraídas, alejándolas de un análisis crítico de las verdaderas dinámicas de poder que operan en la sociedad. Aquí es donde entran las cortinas de humo, que son ejemplos claros de cómo los que tienen el poder pueden crear distracciones deliberadas para desviar la atención pública de cuestiones incómodas o problemáticas.
Estas estrategias no son simples evasiones; forman parte de un sistema más amplio que busca mantener el statu quo al evitar que el público se enfoque en temas que podrían cuestionar o desestabilizar las estructuras de poder existentes. En este sentido, la cortina de humo es una herramienta del espectáculo: un evento o narrativa fabricada que se presenta para mantener a la sociedad en un estado de pasividad, evitando que se genere una reflexión crítica sobre la realidad.
El pensamiento crítico, por tanto, se convierte en la antítesis de estas tácticas. Es a través del pensamiento crítico que los individuos pueden ver más allá de las distracciones, identificar las verdaderas intenciones detrás de las cortinas de humo, y cuestionar por qué ciertos temas son ocultados o minimizados en el debate público. En la realidad nacional, donde estas prácticas pueden ser frecuentes, el pensamiento crítico es esencial para desmantelar estas estrategias y fomentar un debate más auténtico y profundo sobre los problemas que realmente afectan a la sociedad.
Por ejemplo, cuando un gobierno se enfrenta a un escándalo de corrupción y, en lugar de abordarlo, decide promover una controversia menor o atacar a los medios que lo investigan, está utilizando una cortina de humo para mantener a la sociedad distraída y desinformada. El pensamiento crítico permite a los ciudadanos reconocer esta táctica, cuestionar la narrativa oficial, y enfocarse en los temas que realmente importan, resistiendo la manipulación y exigiendo responsabilidad y transparencia en la gestión pública.
2.1 Aplicación práctica
Fecha |
Asunto de realidad Nacional |
Cortina de humo |
12 de Mayo de 2020 |
Universidades y sector privado
renuncian a comité supervisor de fondos del gobierno y denuncian opacidad en manejo
de $2,000 millones |
Bukele contestó diciendo que la UCA y
la ESEN no pagan impuestos, pero no presentó pruebas. |
6 de Julio de 2020 |
Por la mañana, el científico Oscar
Picardo publicó una Carta “respetuosa” al presidente de la República donde
dice fui su maestro y conocido de su padre. Estoy seguro que ni yo, ni los
destacados docentes de la Escuela Panamericana de los años 90, ni mucho menos
su padre, le enseñamos a faltar el respeto. |
Por la tarde, se anuncia que, la fiscalía
de Guatemala busca a Mauricio Funes por extraer enviar a dicho país $100
millones mensuales durante un año de fondos públicos. La noticia fue retomada
por el secretario de Prensa, Ernesto Sanabria. Luego, se supo que no había
requerimiento por parte de Guatemala |
Principios de mayo 2021 |
El exagente Hugo Ernesto Osorio
Chávez, de 51 años, fue detenido y acusado por feminicidio, el hallazgo de
más presuntas víctimas en su vivienda ubicada en Chalchuapa, en la que
enterró un número aún indeterminado de cuerpos. |
El MOPT anunció que se iniciarían los trabajos del viaducto Los Chorros. |
4 de Junio de 2021 |
Bukele rompe convenio con la CICIES y
acuerdos de transparencia y anticorrupción |
Gobierno publicita que 92.1% es el
porcentaje de aprobación hacia el presidente Bukele, según la IUDOP-UCA |
3. Otras técnicas de aplicación: 10 estrategias de manipulación de Chomsky
La cortina de humo es una táctica concreta que se inserta dentro del marco más amplio de manipulación mediática descrito por Noam Chomsky. La cortina de humo es parte de estas estrategias que sirven para distraer, emocionar, despolitizar y desviar la atención del público, permitiendo que quienes tienen el poder evadan la rendición de cuentas. Es, por tanto, una de las expresiones más visibles y peligrosas de la manipulación en las democracias contemporáneas.
Noam Chomsky identificó 10 estrategias que las élites utilizan para manipular a la opinión pública a través de los medios. La primera es la distracción, que consiste en desviar la atención de temas importantes con noticias banales o escándalos. Por ejemplo, durante protestas por alza en el costo de vida, los noticieros enfocan su cobertura en un reality show. La segunda es crear problemas y luego ofrecer soluciones, como generar alarma por la inseguridad para justificar el aumento del control policial o leyes represivas. La tercera, la estrategia de la gradualidad, aplica medidas impopulares en pequeñas dosis, como cuando se privatizan servicios públicos poco a poco para evitar protestas. La cuarta es diferir decisiones, anunciando recortes o reformas para aplicarlos en el futuro, como la eliminación progresiva de subsidios. La quinta, tratar al público como niños, se ve en discursos que simplifican todo en frases como “el país es como una familia que debe ahorrar”. La sexta estrategia es apelar más a la emoción que a la razón, como mostrar imágenes dramáticas o usar el miedo para justificar políticas de seguridad. La séptima, mantener al público en la ignorancia, ocurre cuando se oculta o complica intencionalmente la información sobre reformas legales o económicas. La octava, fomentar la mediocridad, se refleja en la constante promoción de entretenimiento superficial mientras se invisibilizan debates culturales o científicos. La novena es reforzar la autoculpabilidad, por ejemplo cuando se dice que la pobreza es culpa de la “falta de esfuerzo” y no del sistema. Por último, la décima estrategia es conocer al público mejor que él mismo, como hacen las campañas políticas que usan algoritmos de redes sociales para enviar mensajes personalizados y manipular emociones. Estas estrategias, juntas, permiten mantener el control social sin necesidad de represión directa, bloqueando la conciencia crítica y la participación ciudadana activa.
4. La realidad nacional
La realidad nacional no es igual a la sociedad del espectáculo ni a la cortina de humo. La realidad nacional es el conjunto de circunstancias reales y tangibles que afectan la vida cotidiana de la población. Incluye los desafíos económicos, sociales, y políticos que directamente influyen en la sostenibilidad de la vida de las personas, como el acceso a empleo, alimentos, vivienda, salud y educación. A diferencia del espectáculo político y las cortinas de humo, la realidad nacional se centra en hechos concretos que impactan la calidad de vida de los ciudadanos en mayoría o grupos vulnerables.
El espectàculo mediàtico, aunque se presenta como un asunto crucial, en realidad puede tener poca relación directa con la sostenibilidad de la vida material de las personas, ya que se centra más en el impacto mediático que en mejorar las condiciones de vida. El propósito de la cortina de humo es evitar el escrutinio sobre problemas reales que afectan directamente la vida material de las personas, como el desempleo, la pobreza o la salud pública, y centrar el debate en cuestiones que distraen al público y a los medios de comunicación.
La realidad nacional influye directamente en la capacidad de las personas para satisfacer sus necesidades esenciales, como beber agua limpia, comer, dormir en condiciones dignas, y acceder a una vivienda, la atención médica y cubrir las necesidades básicas. En un contexto de pobreza, desempleo o mala gestión de recursos, estas actividades vitales se ven gravemente afectadas, poniendo en riesgo la sostenibilidad de la vida material. Además, aspectos como el descanso, el trabajo, la vestimenta y la socialización también dependen de las condiciones de la realidad nacional de un pais.
La realidad nacional puede analizarse a través de la pirámide de Maslow, ya que esta permite identificar cómo se abordan, a nivel colectivo y especialmente en relación con los grupos más vulnerables, las necesidades humanas más profundas. Desde la satisfacción de las necesidades fisiológicas —como el acceso a alimentos, agua, vivienda o atención médica— hasta las condiciones de seguridad física, estabilidad económica y protección jurídica, la realidad nacional refleja el grado en que estas dimensiones están garantizadas o desatendidas. Asimismo, factores como la exclusión social, la falta de oportunidades educativas o laborales y la precariedad institucional afectan la posibilidad de que amplios sectores accedan al reconocimiento, la pertenencia y, finalmente, a la autorrealización, lo cual limita no solo el desarrollo individual, sino también el desarrollo integral del país.
Bibliografìa
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